Orlando Delgado
Responsabilidad ante el Fobaproa

El Ejecutivo y la cúpula del PAN alcanzaron acuerdos significativos que, según se informó, resolvían el problema del Fobaproa y posibilitaban que la discusión sobre el presupuesto pudiera desarrollarse. Calderón y Medina Plascencia se ocuparon de mostrar que estos acuerdos correspondían a la propuesta original del PAN, al tiempo que Werner convencía a los diputados del PRI de que se había mantenido el sentido de la iniciativa del Ejecutivo.

En el debate radiofónico entre Calderón y López Obrador, fue claro que para el dirigente panista lo fundamental es el reconocimiento de que el acuerdo contenía los seis puntos centrales de la propuesta de su partido. La argumentación, como se ha hecho evidente, no convenció ni siquiera a los propios diputados panistas; un grupo importante de ellos ha venido mostrando que su planteamiento contenía dos cuestiones básicas que su dirección ha tratado de olvidar: la operación del Fobaproa fue ilegal y se fincarán las responsabilidades penales y políticas procedentes.

Por ello, luego del debate los panistas han mostrado sus desavenencias: un día advierten que aún no se ha llegado a acuerdos definitivos; al día siguiente se hace público quién presidirá el organismo que sustituiría al Fobaproa; luego argumentan que han llegado a acuerdos para salvar a México; otro día repiten que primero se legalizan las operaciones de Fobaproa y luego se establecerán las posibles sanciones; pero ¡sorpresa! Un grupo de diputados y senadores sentencia que la aprobación de los acuerdos está condicionada a la renuncia de Ortiz, Fernández y el director jurídico de la CNBV y a que el PRI devuelva todos los recursos que recibió ilegalmente. Finalmente, la dirección panista desautoriza a los que pidieron la renuncia de Ortiz.

A estas diferencias se agregan las que existen en la bancada priísta que, pese a ser discretas, se asientan en la misma base: la ilegalidad y la necesidad del castigo a los culpables. Esto ha provocado la constitución de consensos inesperados de una ``bancada plural independiente, un centenar de diputados de PRI, PAN y PRD'' que plantean que ``el problema no puede ser aplazado indefinidamente ni resuelto de inmediato a costa de consentir la injusticia y la impunidad'' (El Financiero, 6/11/98).

La aprobación de los acuerdos del Grupo de Alto Nivel, que reúne a las cúpulas de PRI y PAN con el Ejecutivo, no ha sido consensada con sus propias bancadas para poder caminar con rapidez, Pero, ¿cuál es la razón por la que debe resolverse con celeridad? ¿Quién tiene prisa?

¿A este comportamiento que insta a resolver el Fobaproa para ``salvar al país'' se le puede calificar de responsable? Señalar que los pasivos del Fobaproa no se consolidarán como deuda pública, pero tendrán un costo fiscal, implica que los créditos grandes se regresarán a los bancos vivos para que los sustituyan por créditos pequeños. Esto es ``conducirse responsablemente con el país, aun sin dividendos en el corto plazo'', como escribe José Blanco (La Jornada, 3/11/98); y agregan que, como también lo dicen el PRI y la cúpula panista, en cambio el PRD ``no es responsable con los problemas reales del país en esta materia''.

La ``responsabilidad panista'', muy reconocida por el gobierno y el PRI, resulta poco constructiva si se atiende a los verdaderos requerimientos de los deudores y, sobre todo, de la economía. ¿Acaso aprobando la nueva propuesta los bancos reanudarán el crédito?

Por otra parte, conviene recordar que en los momentos en que el PAN sostenía los puntos de vista acordados en la reunión de Puerto Vallarta, el PRD le propuso un programa para el saneamiento bancario ``ajustado a la realidad'' (La Jornada, 17/10/98) para que se presentara conjuntamente al pleno camaral. El centro de la propuesta está en la devolución total de la cartera a los bancos, concediendo créditos ``sumamente blandos'' a cambio de obligaciones subordinadas con garantías fiduciarias, accionarias y el aval de los accionistas.

La propuesta, es cierto, se perdió ante el viraje panista. Pero, ¿valía la pena reiterarla al PAN o al Ejecutivo luego del documento que desestimaba los planteos perredistas? La posición de denunciar con firmeza tiene costos, pero ciertamente no es irresponsable. Veremos cómo se entiende en el Congreso la responsabilidad con el país.