Divinidad en luz, domo para la basílica Santa María degli Angeli
Merry Mac Masters Ť Pronto un domo de vidrio, fabricado casi en su totalidad en México, coronará la Basílica de Santa María degli Angeli e dei Martiri, en Roma, Italia. No se trata de cualquier iglesia, sino de las ruinas de un complejo termal romano del siglo III, cuyo diseño de reconstrucción le fue encargado a Miguel Angel Buonarroti, en 1562, por el papa Pío IV.
Ahora, con motivo del jubileo del año 2000, esta basílica como otras muchas de Roma son renovadas. A lo largo de los siglos Santa María degli Angeli ha sido objeto de varias intervenciones artísticas. Contiene la escultura de un ángel de Bernini, una gran pintura de El Dominiquino, así como obra de varios pintores menores. También hay una escultura del creador contemporáneo Mastroianni.
La forma del universo
Respecto del ```ingreso'' a la iglesia, una especie de panteón romano, donde se encuentra el tragaluz que será sustituido por el domo, éste permaneció ``oscuro'' desde su construcción. Dada su trayectoria dentro del ``estudio de la luz'', canalizado a través del vidrio, el artista Narcissus Quagliata, nacido en Roma, pero radicado en México desde 1995 fue seleccionado para realizar este proyecto.
No obstante que el vidrio ``base'' del domo ```se sopló'' en Seattle, Estados Unidos, todo lo demás se hizo aquí. Es decir, aquí se dobló porque esta obra tiene la particularidad de que todas sus superficies son de una ``curva continua''. Normalmente, un domo se hace como un diamante en el sentido de que sus superficies son rígidas y rectas al dar la vuelta.
Si Quagliata quiso doblarlo fue porque así ``se armoniza mejor con el ambiente circundante, que es una bóveda hemisférica'', además, esa ``es la forma del universo como la conocemos''.
Intitulado Divinidad en luz, su imagen es un cosmos visto por el hombre contemporáneo, con galaxias y movimientos estelares. A decir de su autor, el domo está concebido como una gran lente.
De hecho, Quagliata contó con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por conducto del astrónomo Salvador Cuevas, para la elaboración de tres lentes especiales que serán insertadas en uno de sus costados a fin de crear un ``fenómeno astronómico'' dentro de la rotonda. El artista explica que durante los solsticios y equinoccios del año estas lentes ``desviarán los rayos solares de mediodía, proyectándolos en el centro de la rotonda''. En Roma, anota, ``el sol nunca llega al zenit''.
Se necesita de aparatos especiales para lograr dicho efecto de alguna manera inspirado en la ``sensibilidad mesoamericana hacia los astros visto, por ejemplo, en Chichén Itzá''.
El propósito de los lentes consiste en estar bien enfocados, porque no se trata nada más de arrojar una mancha indefinida de luz.
Si Quagliata se animó a experimentar ese elemento de precisión cósmica fue porque en 1702 un astrónomo creó en el piso de la Basílica de Santa María degli Angeli la llamada ``línea meridiana'' que funciona como un reloj solar.
Por medio de un pequeño agujero en la pared se filtra la luz que, al cruzar la línea de 60 metros de largo, indica que es el mediodía. El Estado pontificio utilizó este reloj hasta 1846 cuando se celebró la Convención de Greenwich que cambió el sistema.
Obra para el jubileo del año 2000
Con una circunferencia de 3.5 metros, el domo consiste en una estructura hecha en acero y bronce, y es simétrica al diseño del pisos de mármol que está debajo de la cúpula. Cada uno de sus segmentos está subdividido a su vez en tres partes, formando un entero hemisférico fragmentado en 24 secciones.
Rematan la cúpula tres esferas concéntricas que simbolizan la pura divinidad y para cuya realización se empleó la artesanía de ``muchísimos sopladores mexicanos de vidrio''.
En virtud de que desde abajo no se va a ver cómo están sustentadas, dichas esferas se verán como ``flotando una dentro de las otras''. Además, cuando el conjunto esté enfrente de una luz fuerte, ``estos rayos curvos de vidrio biselado van a dibujar líneas dentro del ambiente'', acota el artista italiano.
Por otra parte, Divinidad en luz es una de las cinco obras de arte hechas para el jubileo del año 2000 en las cuales se les grabará un pensamiento manuscrito del papa Juan Pablo II.
Se trata de la frase, ``la scienza ha radici nell' Inmanente, ma porta l'uomo verso il Transcendente'' (La ciencia tiene raíz en el Inmanente, mas lleva al hombre hacia lo Trascendente), que será inscrita con el puño y letra de Su Santidad.
A Quagliati le parece ``asombrosa'' la posibilidad de añadir ``algo'' a un edificio diseñado por Miguel Angel Buonarroti. Califica su domo como la ``cumbre de la vida de un artista'', aunque en lo personal espera tener otros 20 o 30 años de ``muchos trabajos''.
Aclara, sin embargo, no haber hecho una obra con ``cara al pasado''.
En otro orden, el entrevistado indica que de repente le han llegado muchos encargos del ámbito sacro, ya que también realizará una obra para una nueva iglesia del fraccionamiento Costa de Oro, en Boca del Río, Veracruz.
Asimismo, planea una obra en la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
(Divinidad en luz podrá ser visto del 12 al 18 del presente en la Biblioteca de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, de Ciudad Universitaria.)