Enrique Gutiérrez, corresponsal, y agencias, Santiago, 8 de noviembre Ť El ejército chileno se encuentra en estado de alerta desde el viernes pasado como un gesto que reflejaría su malestar y preocupación por la detención del general Augusto Pinochet en Londres, indicó este domingo el diario La Tercera, mientras el canciller José Miguel Insulza afirmó que el gobierno defiende la inmunidad diplomática del ex dictador, ``pero no la impunidad''.
La medida de las fuerzas armadas supone que los efectivos no pueden alejarse del radio de jurisdicción de su respectivas guarniciones y deben estar disponibles en un lapso de 45 minutos. El rotativo advirtió que el estado de alerta podría ser un primer paso que derive en acuartelamiento en caso de un fallo desfavorable a Pinochet en la Cámara de los Lores, en Londres.
Siempre de acuerdo con el rotativo, fuentes ligadas a la institución castrense admitieron que se trata de una estrategia que se aplicará en forma progresiva y que dependerá del curso de los acontecimientos en la capital británica.
Indicó que la acción responde también a que ciertos sectores del ejército esperaban una actuación más enérgica en defensa del ex dictador, lo cual habría sido expresado por tres generales durante la reunión, el viernes, de los comandantes en jefe de las tres ramas de las fuerzas armadas y de carabineros.
La Tercera añadió que también debe entenderse como otro mensaje de la rama castrense la movilización de tropas a lo largo del país que, aunque son habituales en esta fecha, esta vez serán desplazamientos ``más aparatosos y públicos''.
De la misma manera, el diputado socialdemócratacristiano Andrés Palma habló de rumores provenientes de los partidos de derecha sobre presiones de las fuerzas armadas para formar un gobierno de unidad nacional, del cual estaría excluido el Partido Socialista (PS).
Los militares, según el diario El Mercurio, están molestos con el PS por no apoyar al gobierno frente a la situación de Pinochet, y agregó que dentro del ejército el malestar podría desembocar en acciones no pacíficas, aunque expresó que todas la fuentes castrenses consultadas negaron la posibilidad de un quiebre institucional.
Pero el secretario general de la Democracia Cristiana, Rafael Moreno, dijo que el actual gobierno es el de la concertación y las fuerzas armadas no participan en sugerencias de cómo organizar las coaliciones políticas.
Las tensiones dentro del ejército y de grupos extremistas se evidenciaron este domingo con la llegada de Londres de los diputados socialistas Isabel Allende, Fanny Pollarolo y Alejandro Navarro, quienes regresaron de Londres y provocaron aplausos en el aeropuerto capitalino.
El clima de agitación contenida llevó al gobierno a cancelar el permiso que dio para la realización de una manifestación de partidos pertenecientes a la coalición oficialista. Fuentes parlamentarias indicaron que los organismos de seguridad del Estado obtuvieron evidencias de una reagrupación de ex miembros del disuelto Consejo Nacional de Información, aparato de inteligencia y represión de la dictadura pinochetista.
Igualmente se habría efectuado el rencuentro de integrantes del ex grupo guerrillero Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que intentó deponer por las armas al presidente de facto.
Pero el canciller Insulza explicó a El Mercurio que el gobierno sólo defiende la inmunidad de Pinochet, que viajó a Londres con un pasaporte diplomático, ``pero jamás la impunidad. Yo creo que los delitos deben ser juzgados por las tribunales competentes'', dijo.
Recordó que Pinochet viajó varias veces a Inglaterra siendo comandante en jefe y la invitación venía de la misma institución, la Royal Ordenance, que en este último viaje lo invitó.
El canciller, que durante el régimen militar permaneció 14 años en el exilio, admitió que durante ese periodo ``hubo un enorme atropello a los derechos humanos en Chile''.
Aseveró que además Pinochet tiene otra responsabilidad: la sedición por el golpe de Estado en 1973, pero afirmó que el ex dictador no debe ser juzgado fuera de su país.
En tanto, las declaraciones hechas por Pinochet y publicadas por el diario inglés Sunday Times, según las cuales su arresto perjudica a la democracia chilena, desataron aquí encontradas posiciones. Mientras sus adversarios dijeron que sigue mostrando soberbia, sus aliados de derecha interpretaron sus declaraciones como una defensa de la soberanía nacional.