GALERIA Ť Roberto Agustín Prado Alcal

Transformar la realidad en beneficio del ser humano

¿Qué estructuras cerebrales y sustancias químicas producidas por el cerebro son necesarias para que suceda el aprendizaje y el almacenamiento de información? Para saberlo, el doctor Roberto Agustín Prado Alcalá utiliza una técnica llamada mapeo, que consiste en inactivar o lesionar, una a una, estructuras cerebrales en grupos de animales y determinar cuál de las lesiones produce deficiencias en el aprendizaje o en la memoria. Una vez que se identifican las estructuras clave, se les inyectan fármacos que facilitan o bloquean la acción de substancias químicas involucradas en el aprendizaje y la memoria, con lo que se puede detectar qué mensajeros químicos son necesarios para dichas funciones.

Con base en ello, Prado Alcalá (Cananea, Sonora, 1946), doctor en psicología por la Universidad de Concordia en Montreal, Canadá, y actual investigador del Centro de Neurobiología de la UNAM, en Juriquilla, Querétaro, ha dedicado sus estudios a determinar los mecanismos biológicos y estructuras cerebrales que intervienen en esos procesos.

Sobre los mecanismos de memoria se ha escrito que son mediados por un número de estructuras cerebrales definidas y específicas (la corteza cerebral, el hipocampo, la amígdala y el núcleo caudado, entre otras). A su vez, se ha estudiado qué estructuras presentan cambios funcionales y morfológicos durante los procesos de almacenamiento de información y la memoria; sin embargo, el especialista afirma que ese conocimiento es sólo la parte de un todo.

``Una de nuestras aportaciones a la ciencia ha sido demostrar que la afirmación de que es necesario un cierto número de estructuras para que se lleven a cabo esos procesos es una verdad a medias. Nuestro grupo de trabajo ha encontrado frecuentemente ausencia de deficiencias detectables después de la lesión de alguna de las estructuras consideradas necesarias para que se establezca la memoria.

``Cuando se inicia el aprendizaje, se necesita la interacción de muchas partes cerebrales que son indispensables para que se lleve a cabo la consolidación de la memoria. Probablemente esas estructuras están conectadas en serie, por lo que cuando se lesiona alguna de ellas se pierde la capacidad para almacenar información. Sin embargo, cuando el aprendizaje se ha establecido fuertemente hay una reorganización funcional, de tal manera que las regiones cerebrales involucradas se conectan en paralelo; así, aunque siguen participando en el proceso, dejan de ser indispensables.''

Por otra parte, Prado Alcalá explica que con el paso de los años cambia la química cerebral de una persona, por lo que la producción de ciertas sustancias disminuye y la irrigación sanguínea es más deficiente; así, el aporte de oxígeno y de nutrientes puede estar disminuido, y como consecuencia los procesos de aprendizaje y memoria se ven afectados.

Al respecto, el investigador opina que a pesar de que se ha hecho propaganda a ciertos fármacos en el sentido de que pueden mejorar la memoria y el aprendizaje, el hecho es que hasta la fecha no existe ninguna evidencia experimental inequívoca de que sea cierto. ``Es necesario llegar a conocer con todo detalle las bases biológicas de esas funciones para poder determinar la forma en que se producen y se deterioran, con el fin de establecer estrategias para prevenir y corregir las deficiencias de la memoria que se observan en un gran número de personas''.

Finalmente, al referirse al papel de la investigación y la ciencia en el proceso de enseñanza, el doctor Prado Alcalá subraya: ``Al trasmitir a los alumnos un conocimiento concreto, obtenido a través del método científico, estamos trasmitiendo una manera de ver el mundo. En la medida en que las nuevas generaciones puedan ver al mundo de manera más objetiva, no sólo en el ámbito de lo físico o material, sino también en el social, vamos a estar en contacto con la realidad, a la cual podremos transformar para el bienestar de la humanidad''. (Mirna Servín)(Fotos: Mirna Servín

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