La Jornada 6 de noviembre de 1998

Considera ``patriota y eficaz'' el desempeño de sus funcionarios

Rosa Elvira Vargas, enviada, Acapulco, Gro., 6 de noviembre Ť El presidente Ernesto Zedillo criticó hoy a quienes entorpecen la reforma al sistema financiero y suponen que dañando al país lograrán ``la vía corta y no democrática'' de acceso al poder, y calificó de ``reprobables'' las conductas orientadas a detener la solución al problema bancario, a difundir información parcial y segmentada, así como impedir y prohibir el diálogo e insultar y difamar a ``funcionarios patriotas y eficaces''.

Advirtió que la ciudadanía perderá la confianza en quienes no actúan para construir sino para destruir, buscan crisis y han insistido en lanzar calumnias, ``tratando de que a fuerza de repetirlas, se vuelvan verdades''.

El retraso en la solución de la reforma bancaria ``no es sólo responsabilidad del gobierno federal'', aseguró el mandatario.

Apenas 24 horas después de que la dirigencia perredista difundiera nuevas listas de presuntos beneficiados por las operaciones irregulares del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproba), y de la petición de censura pública al presidente, éste culpó a quienes buscan hacer del análisis y el debate sobre un problema nacional, ``un recurso para el posicionamiento partidario y hasta un pretexto para el lucimiento personal''.

Fue ésta la más encendida actitud discursiva de reproche y censura de Ernesto Zedillo luego de que -lo subrayó varias veces- en marzo de este año enviara al Congreso de la Unión una serie de iniciativas de reformas en materia financiera. La ciudadanía tiene todo el derecho a saber, afirmó, que este retraso, ``es producto de afanes políticos malamente disfrazados como un interés en la justicia''.

Reunido con miembros de la comunidad exportadora, el jefe del Ejecutivo aseguró que la actitud con que algunos han abordado el tema de la crisis bancaria de 1995 ha hecho mucho más difíciles los problemas que este año ha enfrentado la economía nacional como resultado de las condiciones adversas del exterior; sin embargo, aseguró que su administración ha sido y seguirá siendo paciente, ``ante el abuso verbal, la mentira, el insulto sistemático y ante actitudes violentas y radicales''.

Dijo que, en relación con la reforma bancaria, el gobierno federal ha actuado de manera prudente y responsable, sin prejuzgar posturas ni motivaciones; ha allegado toda la información requerida y aceptado toda condición razonadamente fundada para encontrar una solución e incluso, ``hemos aceptado modificar, ajustar o revisar nuestra propuesta a fin de facilitar el mayor consenso posible''.

En un mensaje que la dirección de Radio Televisión y Cinematografía (RTC), puso a disposición de los medios electrónicos que decidieran transmitirlo íntegramente, Zedillo insistió en que se hará lo necesario para castigar a los accionistas, directivos o funcionarios de la banca que hayan cometido ilícitos, pues ``la impunidad es inaceptable'', como lo es también que haya personas o instituciones que abusen o sustraigan beneficios indebidos de los programas gubernamentales de apoyo a deudores o al propio sistema bancario.

Pero todo eso, expuso, no debe detener la solución a un problema que puede tener serias repercusiones para la economía de las empresas y las personas, dañar los empleos, los ingresos y el ahorro de los mexicanos. Dijo entonces, que es reprobable que aquellos que dicen exigir el diálogo para resolver otros conflictos, lo impidan y hasta se lo prohíban a sí mismos para atender la cuestión bancaria; también resprobó que ``a través de la difusión parcial y segmentada de la información se pretenda engañar a la ciudadanía''.

Uno a uno, Zedillo fue rechazando argumentos, denuncias y posiciones que han surgido en torno al Fobaproa y sus autores. Así, en alusión directa a la interposición de solicitud de juicio político y hasta destitución de algunos servidores públicos, el presidente reprobó que por razones políticas ``se insulte y hasta se difame a funcionarios que se han esmerado en su responsabilidad pública, que han cumplido esa responsabilidad con patriotismo y eficacia, logrando buenos resultados en los momentos más críticos para la nación''.

Espetó además a quienes eluden sus responsabilidades como legisladores y rechazan toda propuesta, aduciendo que esto tiene un alto costo fiscal, sólo para ofrecer una alternativa que resultaría más costosa para los contribuyentes. Fue entonces cuando aseguró que la ciudadanía perderá la confianza en quienes actúan para destruir, para no lograr acuerdos, sino en impedirlos; en quienes no buscan solución, ``sino están buscando crisis''.

La misma ciudadanía, de acuerdo con Zedillo, perderá la confianza en quienes asumen incongruencias, como demandar legítimamente una revisión profesional de los actos emprendidos por el Ejecutivo, y al mismo tiempo distorsionan, acusan y condenan esos actos, antes de que sean profesionalmente examinados.

Los ciudadanos, concluyó el mandatario, se sabrán defraudados por quienes se dejan intimidar por los enemigos del diálogo, ``que son los mismos que quieren sacar provecho partidista y personal de la democracia, pero sin asumir la responsabilidad que ésta les confiere''.

Como introducción a esta larga toma de posición respecto a la polémica en boga, el presidente había insistido en que justamente la crisis financiera del país de 1994 y las que han surgido este año en el mundo, evidencian que el talón de Aquiles de las economías nacionales está en un sistema bancario débil, insuficientemente capitalizado y con inadecuadas regulaciones y supervisiones.

Por ello, aseguró, México requiere para su futuro inmediato y sus perspectivas de desarrollo justo, un sistema bancario fortalecido, dinámico, eficiente; que se edifique una fortaleza que sirva como ``blindaje'' a la economía para que el próximo presidente de la República tenga las condiciones más propicias posibles al inicio de su mandato.

Tales fueron los propósitos, explicó, de la iniciativa en materia financiera que envió al Congreso en marzo de este año. Dijo que se trataba de fortalecer las funciones que tiene la autoridad competente para regular y supervisar al sistema bancario; de otorgar plena certidumbre jurídica de largo plazo a los procesos de capitalización; de reducir el costo para las finanzas públicas del proceso de rehabilitación de la banca; de transparentar y racionalizar gradualmente la garantía de los ahorros depositados en los bancos.

Zedillo reiteró estar consciente de que esas propuestas implican ``un costo de popularidad inmediata que vale mucho la pena asumir, pues están en juego el crecimiento económico y el progreso social de México''.

Una vez más, pidió también que todos antepongan el interés de la nación a los intereses particulares o de partido, que actúen con una muy clara ética política, con responsabilidad y visión de largo plazo.

Recordó que en el tiempo que lleva su iniciativa en el Congreso, el país ha enfrentado los efectos de la más aguda inestabilidad financiera internacional en muchas décadas, así como la pérdida del uno por ciento del PIB por la caída en los precios internacionales del petróleo.

En ese tiempo, señaló, el Ejecutivo ha procurado lograr los acuerdos que permitan alcanzar la reforma financiera que requiere el país. Además, ``el pueblo ha cumplido su parte''.

Junto con la comunidad exportadora, el mandatario había rechazado también las voces que plantean que la suerte de ese sector no influye significativamente en el resto de la economía nacional. Esa actividad, aseguró, favorece el desarrollo del mercado interno, el crecimiento de empresas proveedoras de insumos, la expansión de servicios como financiamiento, energía y transporte y, sobre todo, fomenta la creación de empleos.

Aplaudió que los organismos privados de apoyo a las exportaciones se hayan agrupado en uno solo y dijo que la mayor contribución del gobierno a las exportaciones es garantizar un entorno económico sólido, favorable a las inversiones de largo plazo.

La industria eléctrica requiere inversiones por 220 mil millones de pesos hasta el 2025

Por la mañana, Zedillo clausuró en este puerto el XII Consejo Nacional Ordinario del sindicato de electricistas, donde afirmó que la demanda de los próximos siete años en ese sector significará la generación de 13 mil megawatts adicionales a los que hoy se producen, esto es, un tercio de la capacidad de generación instalada en lo que va del siglo.