Letra S, 3 de noviembre de 1998


El vuelco hacia la intimidad o el triunfo de Narciso

Ana Amuchástegui

Richard Sennett, doctor en filosofía por la Universidad de Harvard y autor de diversos libros sobre psicología social y relaciones de la familia urbana, elabora en El declive del hombre público una reflexión --que a 20 años de su publicación en español resulta muy actual--, acerca de la ausencia de equilibrio entre la esfera pública y la privada en la vida cotidiana, y sus repercusiones en la sexualidad humana. A continuación ofrecemos algunos pasajes de ese libro cuya reedición sería hoy muy oportuna.

Richard Sennett

El problema público de la sociedad contemporánea presenta dos aspectos: la conducta y los temas que son impersonales no suscitan demasiado interés, ya que comienzan a despertar interés cuando las gentes los consideran, falsamente, como si fuesen cuestiones de personalidad. Pero debido a que este doble problema existe, crea otro problema dentro de la vida privada. El mundo de los sentimientos privados pierde cualesquier límite, ya no se encuentra constreñido por un mundo público en el cual las gentes hacen de sí mismas una alternativa y una inversión compensada. Por lo tanto, el desgaste de una vida pública poderosa deforma las relaciones íntimas que se apoderan del interés sincero de la gente. En las últimas cuatro generaciones no se ha producido una instancia gráfica de esta deformación, salvo en el caso de la más íntima de las experiencias: el amor físico.

La revelación del yo en los genitales

En el curso de estas cuatro generaciones, el amor físico ha sido redefinido desde términos de erotismo a términos de sexualidad. El erotismo victoriano implicaba relaciones sociales; la sexualidad implica la identidad personal. Erotismo significaba que la expresión sexual trascendía merced a acciones de elección, represión e interacción. La sexualidad no es una acción sino un estado del ser, en el cual el acto físico del amor se produce casi como una consecuencia pasiva, un resultado natural, de gentes que se sienten íntimamente ligadas unas a otras.

Entre la burguesía del siglo XIX, los conceptos de erotismo se expresaban casi exclusivamente con temor y, en consecuencia, a través del filtro de la represión. Toda acción sexual era oscurecida por un sentimiento de violación (del código social y moral). Grandes estamentos de la sociedad moderna se han rebelado contra el temor y la represión, y todo esto es positivo. Pero a raíz de la manera en que los ideales de intimidad tiñen la imaginación moderna, se ha producido también una reacción contra la idea de que el amor físico constituye una acción en la cual las gentes se comprometen y como cualquier otra acción social debería tener reglas, límites y ficciones necesarias que otorgaran a la acción un significado específico. En cambio, el sexo es una revelación del yo. Por lo tanto, una nueva esclavitud sustituye a la antigua.

Imaginamos que la sexualidad sirve para definir un vasto territorio relativo a quiénes somos y qué sentimos. Cualquier cosa que experimentemos debe concernir de alguna manera a nuestra sexualidad, pero la sexualidad es. Nosotros la revelamos, la descubrimos, aceptamos sus condiciones, pero no la dominamos. Actualmente, nosotros no aprendemos del sexo porque esa circunstancia coloca a la sexualidad fuera del yo; en cambio, nos dirigimos, frustrada e interminablemente, en busca de nosotros mismos a través de los genitales (...) Al rebelarnos contra la represión sexual nos hemos rebelado contra la idea de que la sexualidad posee una dimensión social.

¿Por qué los esfuerzos hacia la libertad sexual, tan bien estructurados en la mente, deberían terminar en mágicos e insolubles problemas del yo? En una sociedad donde el sentimiento íntimo constituye un modelo total de la realidad, la experiencia se organiza en dos sentidos que conducen hacia esta destructividad involuntaria. En una sociedad semejante, las energías humanas básicas del narcisismo se movilizan de tal modo que acceden a las relaciones humanas en forma sistemática y perversa. En dicha sociedad, la prueba de si las gentes son auténticas y "honestas" con las demás representa un modelo particular de intercambio de mercado en las relaciones íntimas.

La santificación del cuerpo como un estado sexual absoluto

En el dominio de la sexualidad, el narcisismo despoja al amor físico de cualquier tipo de compromiso, ya sea personal o social. El hecho cabal del compromiso por parte de una persona parece limitarle las oportunidades de una experiencia "suficiente" para conocer quién es y para encontrar a la persona "adecuada" que lo o la complemente. Toda relación sexual bajo el péndulo del narcisismo se torna menos satisfactoria cuanto más se prolongue la relación de los amantes.

Se puede trazar una relación primaria entre narcisismo y sexualidad, según las imágenes que la gente tiene de sus propios cuerpos (...) Las gentes llegan a tomar a sus cuerpos como definiciones cada vez más completas de su propia sexualidad (...) La sexualidad se transforma en un estado absoluto cristalizado en la forma del cuerpo (...) La santificación del cuerpo como un estado sexual absoluto es narcisista porque hace de la sexualidad exclusivamente un atributo de la persona, un estado del ser más que una actividad y, en consecuencia, esencialmente aislada de la experiencia sexual que la persona pueda o no poseer (...) Este es uno de los motivos por el cual las fuerzas psicológicas destructivas acceden a un primer plano, en tanto una sociedad varía del erotismo a la sexualidad y de la creencia en las acciones emocionales del ser a la creencia en los estados emocionales del mismo. Cuando una sociedad le niega incluso a Eros una dimensión pública es señal de una destructividad desenfrenada.

La forma más común en la que el narcisismo se manifiesta a una persona es a través de un proceso de inversión: si solamente pudiera sentir más, o si sólo pudiera realmente sentir, podría entonces relacionarme con otros o entablar relaciones "verdaderas" con ellos. El contenido obvio de esta inversión es una autoacusación, pero enterrada debajo de ella existe la sensación de que el mundo me está fallando (...) Hay una búsqueda incesante de gratificación y al mismo tiempo el yo no puede permitir que la gratificación tenga lugar (...)

Este deseo de autenticarse uno mismo, a nuestros motivos y nuestros sentimientos es, en segunda instancia, una forma de puritanismo. Debido a toda la liberación de nuestra sexualidad, nos encontramos dentro de la misma órbita de autojustificación que definió al mundo puritano. Y esto es así por una razón especial. Los sentimientos narcisistas a menudo se enfocan a sí mismos sobre cuestiones obsesivas acerca de si soy lo bastante bueno, o competente, y situaciones similares. Cuando una sociedad moviliza estos sentimientos, cuando reduce el carácter objetivo de la acción y aumenta la importancia de los estados sentimentales subjetivos de los actores, estos problemas de autojustificación accederán a un primer plano a través de una "acto simbólico". La transacción que ahora se produce entre el interés público y el privado, merced a la movilización de estas obsesivas cuestiones acerca de la legitimidad del yo, ha reavivado los elementos más corrosivos de la ética protestante dentro de una cultura que ya no es religiosa ni está convencida de que la riqueza material sea una forma de capital moral.

Tomado del libro El declive del hombre público, de Richard Sennett (Ediciones Península, 1978, Barcelona)


Estados, elecciones y sida

Antonio Medina

El próximo domingo 8 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones para gobernador en tres estados de la república: Puebla, Sinaloa y Tlaxcala; el pasado domingo 25 de octubre se realizaron en el estado de Tamaulipas, resultando triunfador el priísta Tomás Yarrington Ruvalcaba. El panorama que en materia de VIH/sida tiene cada uno de estos estados es preocupante. Los cuatro candidatos triunfadores que ocupen sus puestos a principios del próximo año, se enfrentarán a cifras en ascenso de la epidemia y que ponen en entredicho las opacas acciones de los gobiernos que están por concluir sus mandatos.

Los candidatos tendrán que responder también a la demanda de medicamentos de una población afectada por el VIH, que carece de seguridad social.

Los Consejos Estatales para la Prevención y Control de Sida (Coesida) son los organismos responsables de atender el problema en cada una de las entidades. Sin embargo, su fortaleza y capacidad de respuesta depende muchas veces de la voluntad política mostrada por los gobernantes.

Para conocer las propuestas y opiniones de cada uno de los aspirantes a la gubernatura en torno al VIH/sida, Letra S formuló un cuestionario, enviado desde el 23 de septiembre a los candidatos del PAN, PRD y PRI de los cuatro estados mencionados, pero sólo cuatro de un total de doce contendientes respondieron. Entre los que no contestaron está el candidato electo de Tamaulipas, Tomás Yarrington.

Los candidatos opinan en torno al sida, su impacto y el uso del condón

Melquiades Morales Flores (MMF) (PRI) Puebla 2,274 casos*
Rubén Rocha Moya (RRM) (PRD, PT y PVEM) Sinaloa 496 casos*
Jorge Moreno Durán (JMD) (PAN) y Joaquín Cisneros Fernández (JCF) (PRI) Tlaxcala 306 casos*

¿Cómo concibe al sida?
MMF: Como una dramática y mortal enfermedad que afecta por igual a cualquier persona.
RRM: El sida es algo más que un problema de salud pública, por su compleja naturaleza, reclama de una adecuada conjugación de circunstancias y cualidades para enfrentarlo con razonables expectativas de éxito.
JMD: Como un problema de salud pública muy complejo que tiene grandes repercusiones sociales, económicas, laborales, familiares, psicológicas y de derechos humanos muy graves.
JCF: Como una enfermedad infectocontagiosa y letal, que debe ser enfrentada responsablemente por el gobierno y todos los sectores de la sociedad.

¿Qué medidas promoverá su gobierno contra la pandemia?
MMF: Programas permanentes de prevención. Se acentuará el control médico prenupcial mediante la prueba del VIH. Fomentaré la cultura del autocuidado y la autoprevención.
RRM: Promoción de la salud, rehabilitación del daño. Utilizar la difusión en medios masivos para población específica y abierta. Asegurar la vigilancia epidemiológica del sida, notificación oportuna de nuevos casos, atención de los grupos afectados, promover respeto a los derechos humanos de las personas infectadas y modificar las actitudes discriminatorias.
JMD: Promover todas las alternativas existentes: abstinencia sexual, fidelidad con una pareja no infectada, promover el sexo seguro, promover el sexo protegido (uso del condón en toda relación sexual), detección y tratamiento oportuno de otras ETS y por último establecer la obligación estricta a toda aquella persona sexoservidora de estar bajo chequeo médico continuo.
JCF: Información adecuada y oportuna, educación apropiada en campañas permanentes en jóvenes.

¿Cree necesario aplicar pruebas masivas de detección del virus del sida como medida preventiva en los grupos más afectados de la población?
MMF: Entre migrantes sí. En los otros grupos es recomendable la práctica del sexo seguro mediante la monogamia y la fidelidad conyugal.
RRM: No. Aunque es un problema público, el padecimiento es individual y como tal será tratado.
JMD: Sí, por eso estamos contemplando la detección y el tratamiento oportuno, no solo del sida, sino de las demás ETS.
JCF: Más que pruebas masivas, se requiere contar con un sólido programa de consejería para promover el acceso voluntario de la población a las pruebas diagnósticas.

¿Promoverá el uso del condón entre los jóvenes?
MMF: Es un medio útil. La difusión de su uso es fundamental, por ello es necesario una mayor educación y eliminar injustificados prejuicios.
RRM: Sí, pero con una línea de acción dirigida específicamente a los grupos de mayor riesgo.
JMD: Sí. La cultura de prevención es un valor humano y social eficaz.
JCF: En ese sentido es necesario cumplir con las políticas que marca el gobierno federal al respecto a través de la Ssa.

¿Habrá suficientes recursos para la atención y medicamentos de enfermos de sida en hospitales?
MMF: Está contemplada la ampliación de recursos, además de involucrar la participación de otros grupos de asistencia y de la sociedad en su conjunto.
RRM: Diseñaremos un programa especial para dar a este problema la respuesta adecuada que reclama.
JMD: Seguramente al iniciar nuestra administración nos encontremos con recursos insuficientes, pero a medida que avancemos iremos ampliando y profundizando la atención del sida y otras ETS.
JCF: Los medicamentos son un recurso fundamental, sin embargo será necesario tomar en cuenta la infraestructura física y tecnológica así como el personal. Promoveremos apoyos de organismos nacionales e internacionales.

*Casos acumulados de sida.


Oaxaca, modelo de voluntad política contra la epidemia

Por muchos motivos, Oaxaca es un ejemplo destacado en las labores de combate a la epidemia de sida.

A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los estados de la república, el organismo oficial responsable, el Consejo Estatal para la Prevención y Control del Sida (Coesida), ha contado con el respaldo constante y real del gobierno de esa entidad. Tan sólo el pasado mes de julio apareció publicado en el Diario Oficial de esa entidad el decreto por el que se le otorga a dicho Consejo el carácter de organismo público descentralizado. Esto significa que contará con personalidad jurídica y patrimonio propios, además será presidido por el propio gobernador del estado.

El control de la epidemia del sida fue una de las preocupaciones constantes del gobernador Diódoro Carrasco durante su administración. El decreto antes mencionado demuestra su interés por dejar fortalecido al Coesida antes de terminar su mandato. Ha sido uno de los pocos gobernadores que se ha referido a este problema en sus informes de gobierno. En el sexto y último informe dio cuenta de lo logrado al respecto en el año 1997-98 y a lo largo de su administración.

Según el informe de labores del Coesida, son 770 los casos de sida acumulados hasta el segundo trimestre de este año, lo que coloca al estado en el lugar número once a nivel nacional. Una tendencia epidemiológica preocupante es el incremento de los casos en las zonas rurales, por ello en su informe de gobierno, Diódoro Carrasco destacó a la población migrante como uno de los principales objetivos de las políticas de prevención.

Otra de las poblaciones que se han atendido es la de los internos en los reclusorios, donde se ha capacitado a los trabajadores de la salud en los Centros de Rehabilitación Social (Cereso) y a los mismos reclusos. En uno de esos centros, en Santa María Ixcotel, se conformó el Consejo Penitenciario para la Prevención del Sida (Coppresida). Pero sin duda una de las acciones más significativas fue la de involucrar a los presidentes municipales en las acciones contra el sida. A través del Programa Integral de Educación a la Población (PIEP), se entregaron 3 mil condones y diversos materiales educativos a 42 presidentes municipales de igual número de ciudades medias que concentran a 15 por ciento de la población estatal.

Además, el Coesida de Oaxaca es uno de los pocos que proporciona los costosísimos medicamentos antirretrovirales a sus pacientes. En su lista cuentan con cuatro de ellos y están bajo tratamientos dobles y triples 31 adultos y cinco niños de escasos recursos.