Temen hambruna y epidemias en CA
Dpa, Ap, Afp y Reuters, Managua, 3 de noviembre Ť El paso del devastador huracán Mitch, que ha dejado hasta la noche del martes cerca de 10 mil muertos y 14 mil 202 desaparecidos en Centroamérica, que clama por ayuda, volvió a tomar fuerza para convertirse en tormenta tropical y esta noche se ubicaba frente a las costas de Campeche y amenazar de nuevo la región del istmo y el sur de México.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos consideró que Mitch es el más devastador en la historia de América Central y el segundo más destructivo en la cuenca del Atlántico, luego del que en 1780 ocasionó la muerte de al menos unas 22 mil personas en el Caribe oriental.
En Nueva York, los cinco embajadores centroamericanos ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) hicieron un dramático llamado a la comunidad internacional para proporcionar asistencia humanitaria y financiera a millones de damnificados que sufrieron los embates del huracán.
Los representantes de Honduras, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador y Guatemala exhortaron a socorrer a la población afectada luego de cinco días de intensas tormentas que, dijeron, podrían provocar hambruna y epidemias de cólera malaria.
Centroamérica, recordó el embajador costarricense Bernt Niehaus, está interconectada, por eso los cinco embajadores de la región presentarán una iniciativa ante la ONU para urgir a una reacción en proporción con la magnitud de la tragedia.
El embajador hondureño, Hugo Noé Pino, señaló que su país podría tardar cinco décadas en recuperarse de las inundaciones y los deslaves, y que las pérdidas preliminares se elevan a 2 mil millones de dólares, lo que fue ratificado en Tegucigalpa por el ministro de Obras Públicas, Tomás Lozano; además, el presidente Carlos Flores afirmó que 70 por ciento del aparato productivo quedó destruido.
El vocero de la presidencia, Nahum Valladares, dio cuenta de la muerte de 7 mil hondureños y 12 mil desaparecidos; en Nicaragua el número de muertos reportados es de mil 700 y mil 817 los desaparecidos, así como medio millón de damnificados.
Guatemala informó de 157 víctimas mortales y 250 desaparecidos, en tanto que El Salvador dijo que la cifra de muertos es de 224 y 125 desaparecidos, y sólo Costa Rica anunció cinco muertos y uno Panamá.
Valladares señaló que desaparecieron municipios y poblados enteros y que los damnificados suman hasta ahora un millón 900 mil personas, pero la ciudad más severamente golpeada fue Tegucigalpa.
Sin embargo, en Nicaragua el número de muertos y desaparecidos podría crecer por cuanto la comunidad de Posoltega, arrasada el viernes por un alud de lodo que se precipitó del volcán Casitas, estaba habitada por unos 4 mil 500 pobladores y no por 3 mil como originalmente informó la Defensa Civil, mientras que en cinco comunidades del lugar, borradas del mapa, se contabilizaban 180 sobrevivientes.
Este día, el volcán Cerro Negro, en el noroeste de Nicaragua, lanzó una corriente de lava que bajó unos 600 metros por una de sus laderas, por lo que el presidente Arnoldo Alemán, que enfrenta críticas de la población, que lo agredió verbalmente durante un recorrido por las zonas afectadas por negarse a decretar el estado de emergencia, exhortó a los pobladores de comunidades asentadas cerca de cerros y volcanes, en cinco provincias, a buscar lugares de refugio ante el peligro de derrumbes.
Asimismo, dos municipios y 20 barrios marginales de la capital nicaragüense están amenazados por el lago de Managua, que en los últimos días aumentó considerablemente su nivel.
En Guatemala, el presidente Alvaro Arzú informó que los damnificados ascienden a 51 mil, hay 10 mil viviendas afectadas, 21 puentes destruidos, así como 30 vías de comunicación, mientras en El Salvador, donde el Congreso declaró al país zona de desastre, hay 48 mil 794 damnificados.
El presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, hizo un exhorto a la solidaridad, y dijo que sugerirá que la reunión de presidentes centroamericanos, prevista para el 16 de noviembre en Guatemala, se concentre en evaluar la devastación dejada por Mitch en el istmo.
Las autoridades costarricenses dijeron que el monto de las pérdidas dejadas por el huracán, particulamente en las cosechas y la infraestructura, se estiman en 48 millones de dólares.
De hecho, la actividad cafetalera en centroamérica, uno de los principales cultivos de la región, enfrentará un oscuro panorama el próximo año por los estragos que causó Mitch en la plantaciones.
Envían ayuda Urgente
Los llamados a la solidaridad fueron escuchados rápidamente y varios países y organizaciones internacionales comenzaron a enviar asistencia, mientras otros como Estados Unidos y la Unión Europea, así como el Banco Mundial y el Interamericano de Desarrollo, anunciaron el envío de ayuda a las naciones afectadas. El papa Juan Pablo II oró por los miles de centroamericanos muertos.
El presidente Bill Clinton que se comunicó vía telefónica con su homólogo mexicano, Ernesto Zedillo, para expresarle su preocupación por la situación en América Central, y le explicó los alcances de la asistencia que su país ha prestado a la región.
Recordó que el lunes anunció el envío de 3.5 millones de dólares de asistencia humanitaria y equipo, como helicópteros para las tareas de rescate, y que enviará más ayuda a los países de América Central, al tiempo que abogará en el seno de los organismo financieros internacionales. Clinton indicó que el gobierno de su país consultará con los países y representantes estadunidenses en la región para evaluar las necesidades futuras.
En México, la arquidiócesis primada hizo un urgente llamado para que los mexicanos se solidaricen con los centroamericanos, y anunció que debido a la dificultades para enviar víveres por vía terrestre o aérea, se dispuso la cuenta Banamex 14071, sucursal 746 a nombre de la institución de asistencia privada Cáritas, para el depósito de donativos. En cuanto a los donativos en especie, deberán ser enviados a las embajadas de Nicaragua y de Honduras, que funcionan como centros de acopio.