La Jornada 4 de noviembre de 1998

CONTRA LO ANUNCIADO, DIPUTADOS RESTRINGEN EL ACCESO A LA PRENSA

Ciro Pérez Silva y Mireya Cuéllar Ť La serie de encuentros y desencuentros entre diputados y reporteros continuó ayer, cuando el pleno de la Cámara aprobó un punto de acuerdo que prohíbe a los comunicadores el acceso al salón de sesiones, a pesar que el jueves legisladores de PAN, PRD y PRI habían anunciado que los periodistas tendrían libre acceso al mismo.

En respuesta, los comunicadores ingresaron al salón, permaneciendo al fondo de éste, lo que molestó a la bancada panista, que se retiró del lugar en señal de protesta. La salida de los legisladores del blanquiazul ocasionó que no se cumpliera con el quórum para continuar el debate, por lo que el presidente en turno de la mesa directiva suspendió la sesión, y con ello se pospuso por tercera ocasión el debate en torno al Fobaproa.

El punto de acuerdo aprobado por los legisladores permite el ingreso de los reporteros antes del inicio de las sesiones, al término de las mismas y durante los recesos, además que amplía el llamado corral de la ignominia, sitio en el que fueron ubicados los representantes de los medios durante la primera Legislatura con mayoría opositora, a un promontorio o ``periquera'', ubicado a un costado del presídium.

Dicho acuerdo, asumido por los coordinadores parlamentarios el pasado viernes en la sesión ordinaria de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política (CRICP), resulta contrario a lo que habían informado oficialmente los diputados Eduardo Mendoza Ayala, del PAN; Guillermo González Martínez, del PRI, y Luis David Gálvez Gasca y Francisco de Souza Machorro, ambos del PRD, la víspera, cuando indicaron a los comunicadores que ``el corral de la ignominia había caído''.

``¿Dónde quieren la puerta?, para que ya puedan entrar y salir en el momento que quieran; ¿en esta esquina les parece bien?'', preguntaron los diputados cuando hicieron el anuncio de que los periodistas podrían ingresar nuevamente al salón de plenos, y que incluso habría identificación y registro en el mismo sistema electrónico que utilizan los legisladores para poder ingresar a las sesiones.

Ese engaño provocó que durante la sesión los comunicadores manifestaran su desacuerdo mientras el diputado panista, Francisco José Paoli Bolio, justificaba en la tribuna el Proyecto de Acuerdo Parlamentario para Garantizar la Difusión de la Información de la Cámara de Diputados, por el que ese órgano se compromete a proporcionar ``información confiable y oportuna, de manera directa y a través de los medios de comunicación, así como a vigilar el estricto cumplimiento del artículo 6o. constitucional sobre el derecho a la información''.

Explicó que para elaborar el acuerdo los diputados tomaron en cuenta las necesidades que tienen los legisladores para desarrollar su trabajo con el orden debido, y recordó que en el artículo 212 del Reglamento para el Gobierno Interno de la Cámara se dice que no debe haber en los pasillos del salón de sesiones ninguna persona distinta a la de diputado o senador que no hubiera autorizado el presidente de la mesa directiva, y a éste la asamblea.

Durante su intervención, un grupo de periodistas abuchearon al panista, quien levantó el dedo índice para advertirles: ``Si esta es la actitud de irrespeto frente a una manifestación clara de acuerdo en el que hemos estado todos los grupos parlamentarios, ustedes se califican solos, señores. Quiero decirles que ustedes están aquí para cumplir su tarea informativa, no para operar como instrumentos de presión y mucho menos con sonidos majaderos''.

Terminada la rechifla, el vicecoordinador perredista Pablo Gómez Alvarez continuó en la tribuna con la justificación del acuerdo, asegurando que la Cámara ya no será ``un cuerpo del Estado que decide qué informa y qué no informa. Seremos un cuerpo del aparato estatal, el único hasta ahora obligado a informar y obligado también a no dar un trato discriminatorio a los medios de información''.

Sin embargo, Gómez Alvarez destacó que en el proyecto inicial se estipulaba la obligación de cada uno de los legisladores de concurrir a sesiones de preguntas y respuestas, cuando los informadores lo solicitaran. Esto no fue aceptado, y espero que en el futuro se acepte''. Vino luego la discusión sobre la designación del director de la Unidad de Finanzas Públicas. Nuevamente en tribuna, el vicecoordinador perredista defendía la posición de su partido cuando fue interrumpido por el presidente de la mesa directiva, quien solicitó a los reporteros, que en ese momento ingresaban al salón de sesiones, que retornaran a sus lugares.

En uso del micrófono, el priísta Efrén Enríquez Ordóñez dijo que el documento previamente aprobado por la asamblea fue decidido ``por la cúpula de esta Cámara, cinco, marginando a 495, en el no están clarificados los derechos de los señores periodistas; viene ambiguo, por eso es que se abrió la puerta para que tengan libre acceso, señor presidente. Tienen derecho a utilizarla''.

El presidente en turno insistió en su petición de que los periodistas se retiraran, decretando un primer receso de cinco minutos ante la negativa de los comunicadores.

--¡Usted quiere un problema personal! -le reclamó el priísta Enríquez Ordóñez a Paoli Bolio.

--Yo no quiero ninguno -respondió el panista.

--¡Me está provocando! -insistió el priísta.

--No, yo no quiero ningún problema personal -dijo Paoli, mientras se dirigía molesto a los periodistas que se habían acercado para tomar nota del intercambio de palabras. ``Hagan el favor de retirarse, no pueden estar en este lugar'', dijo mientras tomaba su portafolios y se disponía a abandonar el salón de plenos.

Se decretó luego un segundo receso y el presidente de la mesa directiva convocó a los coordinadores a la oficina que se encuentra tras banderas, ``para tratar el asunto''. Terminada la consulta, se dio lectura al acuerdo aprobado y al artículo 109, en el que se estipulan las situaciones por las cuales deberá suspenderse la sesión, entre ellas, ``por graves desórdenes en la Cámara'' y por ``falta de quórum'', dándose por concluida la sesión.