CLASE POLITICA Ť Miguel Angel Rivera

Michoacán, uno de los primeros estados en donde se manifestó el crecimiento de la oposición, estará involucrado el próximo domingo en unos comicios que todas las fuerzas políticas y los observadores neutrales coinciden en calificar de muy competido.

Por ello no ha sido raro que todos los partidos políticos hayan movido hacia tierras michoacanas a sus principales figuras políticas, como un intento de fortalecer a sus respectivos candidatos.

La lista de personajes del elenco político nacional la encabeza Cuauhtémoc Cárdenas, quien fue gobernador del estado cuando militaba en el PRI y triunfó ahí en las elecciones presidenciales de 1988, superando con amplitud a su más enconado rival político, el ahora repudiado Carlos Salinas de Gortari. Por el PRD también estuvieron el recién electo gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal; el precandidato presidencial y coordinador de la diputación federal, Porfirio Muñoz Ledo, y la candidata a la presidencia del partido, Amalia García.

El contingente del PAN lo encabezó su dirigente nacional, Felipe Calderón Hinojosa, y no podía faltar el precandidato presidencial y gobernador de Guanajuato Vicente Fox.

Del PRI acudieron su secretario general, Carlos Rojas Gutiérrez, y su presidente, Mariano Palacios Alcocer, quien retornará para encabezar el cierre de campaña en la capital del estado.

Después de ello, el escenario político michoacano ha registrado una serie de cambios, pues el propio Salinas de Gortari y su partido, dirigido por el malogrado Luis Donaldo Colosio, en su momento fijaron como una de sus priorida- des recuperar el respaldo popular en esa tierra de tanta historia.

Con ese gran esfuerzo, el PRI logró conservar hasta la fecha el gobierno estatal.

Seguirá la pluralidad

Hace tres años venció el actual gobernador, Víctor Manuel Tinoco Rubí, quien tuvo un margen electoral suficiente para dejar sin efecto algunas protestas de dirigentes de oposición que no admitían el hecho de que el tricolor hubiese ganado las votaciones para gobernador y la mayoría de las diputaciones locales, a pesar de que sus candidatos fueron derrotados en 54 de los 113 municipios del estado. El PRI retuvo sólo 43 ayuntamientos, pues el PAN ganó en 14, y el PFCRN y el PT conquistaron, cada uno, uno.

Además del Ejecutivo, el partido del gobierno retuvo el control del Legislativo, ya que sus representantes vencieron en 11 de los 18 distritos de mayoría relativa, a los cuales se sumaron cinco diputados de representación proporcional. El PAN y el PRD quedaron empatados en segundo sitio con siete diputaciones cada uno, por lo que el PRI tiene una ligera mayoría aun sobre los votos sumados de las oposiciones.

Esta pluralidad es uno de los aspectos más interesantes de los comicios en Michoacán, pues no hay favorito absoluto. Por ello, podría mantenerse el mismo equilibrio de fuerzas, con mayoría de municipios para el PRD, con otros muy importantes bajo control del PAN y el resto gobernados por el PRI. Este último retendría el control del Congreso local, con lo cual el gobernador Tinoco Rubí debería mantener su esfuerzo de conciliar los intereses de los alcaldes surgidos de su partido y los postulados por las oposiciones.

El factor de cambio podría ser una sombra que se proyecta sobre el partido del sol azteca, que empezó a resentir los problemas de los partidos en el poder: la lucha interna de sus militantes por conseguir la nominación. Este fenómeno, dicen los enterados, también se registró en algunos procesos internos del PRI.

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