Llama el Foro de Sao Paulo a vetar tratados que violen soberanías
Alonso Urrutia y Matilde Pérez Ť El octavo Foro de Sao Paulo adoptó ayer un resolutivo de respaldo a las gestiones de la justicia española para enjuiciar al ex dictador chileno Augusto Pinochet. Asimismo, se declaró a favor de que el gobierno de México allane el camino que permita a sus ciudadanos en el extranjero votar en las próximas elecciones presidenciales, y realizó sendos exhortos para alcanzar una ``paz digna'' en Chiapas y en Colombia.
Durante el último día de trabajos del foro se adoptaron diversos ``resolutivos particulares'' frente a los conflictos del subcontinente, y se presentaron las conclusiones de los ocho talleres que se realizaron de forma paralela.
En la lectura de las conclusiones sobre política indígena, el diputado perredista Gilberto López y Rivas manifestó que los asistentes al encuentro ``saludan el próximo encuentro del EZLN con la sociedad civil'', pero que lamentaban la falta de voluntad política del gobierno mexicano para cumplir los acuerdos de San Andrés.
Fue una larga jornada de trabajo, en la que se elaboraron diversas conclusiones temáticas -sobre indígenas, mujeres, jóvenes, lucha parlamentaria y situación de empresarios, entre otras- y resolutivos sobre los conflictos más importantes en América Latina.
Entre ellos sobresalió la declaración del foro para respaldar las determinaciones de la Audiencia Nacional de España, las cuales permitirán al juez Baltasar Garzón actuar jurídicamente contra Pinochet.
De acuerdo con el resolutivo, los integrantes del foro rechazaron las argumentaciones de la defensa del ex dictador sobre la inmunidad diplomática o la violación a las normas del derecho internacional que permitirían enjuiciarlo en España. Pinochet, se señala en el texto, fue protagonista principal en la violación de muchas disposiciones internacionales y de derechos humanos cuando su gobierno participó en la denominada Operación Cóndor, que involucró a diversas dictaduras militares de América Latina.
Ese fue uno de los ``resolutivos particulares'' más sobresalientes, aunque también hubo dos para el caso de México: el voto de los ciudadanos en el extranjero y la demanda de liberación de ``presos políticos'', presuntos integrantes del EPR.
En el acuerdo respecto al voto en el extranjero se señala que no existe argumento que justifique considerar a los mexicanos que viven fuera del país como ``ciudadanos de segunda clase. Es injustificable negarle el derecho a la participación electoral a un sector que, entre otras cosas, aporta 7 mil millones de dólares a la economía mexicana por concepto de las remesas que envían'', se argumenta.
Más adelante, se asevera que el gobierno mexicano ``no tiene derecho a retrasar o interferir'' en las gestiones para crear la infraestructura que permita a los mexicanos votar en los comicios del 2000. Por el contrario, lo exhortan a garantizar el cumplimiento de los derechos constitucionales de los ciudadanos.
Resoluciones sectoriales
Durante la mañana se presentaron las conclusiones de cada uno de los talleres, entre las que destacaron las condenas recurrentes contra las políticas neoliberales, ``las cuales inciden lo mismo en el incremento de la marginalidad de las etnias en el subcontinente que en la quiebra de micro y pequeñas empresas, así como en la agudización de la pobreza con la anuencia de tratados comerciales perjudiciales para América Latina, que dificultan las posibilidades de una mayor inserción en la vida económica y política de las mujeres''.
Al dar a conocer los resolutivos acerca de la política indígena, López y Rivas señaló que incluso entre los partidos de izquierda se carece de un mayor compromiso con la lucha de los indios y se arraiga una visión etnocéntrica del mundo.
El legislador subrayó que las políticas neoliberales han acentuado las críticas condiciones en que viven los indígenas latinoamericanos, al tiempo que han favorecido un incremento en la violación de sus derechos humanos.
Destacó la lucha zapatista y sus vínculos con la sociedad civil, ``cuyos términos ejemplifican cómo una organización indígena puede impulsar nuevas formas de relación con la sociedad y generar apoyos no sólo nacionales, sino también internacionales para una agenda que no se ha quedado únicamente en la problemática de los indios''.
Mencionó que el zapatismo permite hablar ahora de la viabilidad de plantear un nuevo pacto entre pueblos indígenas, Estado y sociedad para reconocer derechos colectivos, y en particular que los partidos políticos elaboren nuevas formas de relación con esos pueblos para evitar disputas, ``porque las circunstancias exigen ejercicios de autodeterminación y autonomía más audaces''.
En el desglose de lo abordado en la mesa del diálogo para dar salida a conflictos militares sobresalieron los casos de Colombia y México.
El representante del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, Shafick Hándal, hizo un recuento y dijo que en el caso de Colombia se discutió la viabilidad de la negociación, pues las experiencias pasadas ``sólo han debilitado a los movimientos armados, y la inserción de algunos dirigentes en la vida política únicamente ha desatado su persecución''.
Más adelante, el foro aprobó la constitución de una ``comisión de entendimiento'' para impulsar el diálogo entre la guerrilla y el gobierno en Colombia, y para estar pendientes del comienzo de los diálogos de paz.
En la presentación de las conclusiones de los ocho talleres, las condenas a las políticas económicas neoliberales -cuya caída amenaza con arrastrar a las economías latinoamericanas- fueron una constante; sin embargo, se indicó que ``ese declive neoliberal no se reduce sólo a un listado de políticas económicas, sino que abarca también un conjunto de medidas en el ámbito político y social que es necesario revertir''.
En las conclusiones de la mesa sobre la relación de partidos políticos y movimientos sociales, se aseveró que la izquierda requiere mayores vínculos con las organizaciones populares, pero garantizando su autonomía de gestión, pues la identidad programática no debe traducirse en una absorción.
De igual manera, se advirtió que en los casos en los que los partidos de oposición han llegado al gobierno, las relaciones con las organizaciones sociales no deben ser mediatizadoras, porque el reclamo central de quienes integran el Foro de Sao Paulo es pugnar por poner fin a las relaciones subordinadas.
En otro de los talleres, el de empresarios, se conformó la Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeños y Medianos Empresarios, cuyo fin será desarrollar acciones para que sus respectivos gobiernos generen políticas que fortalezcan el empleo y proporcionen una mejor calidad de vida. Esa es una nueva fuerza social y política que buscará sustentar alternativas a la política neoliberal y pugnará por alianzas estratégicas con los diversos sectores sociales, se explicó.