La Jornada 2 de noviembre de 1998

Más de mil 600 muertos por Mitch en Centroamérica

Reuters, Afp, Dpa, Ap y Notimex, Managua, 1o. de noviembre Ť Más de mil 600 muertos era hasta esta noche el saldo de las torrenciales lluvias provocadas por el paso del huracán Mitch en Centroamérica. En Nicaragua, cerca de mil 500 personas se encontraban aún desaparecidas y los cuerpos de otras 610 habían sido localizados, un día después del deslizamiento de piedras y lodo que arrasó cinco localidades ubicadas en el volcán Casita, al noroeste de ese país.

Mitch, ahora convertido en depresión tropical en Guatemala, ha dejado también más de un millón de damnificados, decenas de miles de casas destruidas y daños estimados en cientos de millones de dólares, sobre todo en Nicaragua y Honduras, las naciones mayormente castigadas, según datos oficiales.

Pero los gobiernos de la región coinciden en que el número de víctimas podría ser mucho mayor al estimado hasta ahora, debido a la imposibilidad de hacer un recuento preciso de los daños ocasionados por Mitch, uno de los huracanes más destructores que jamás hayan azotado el Caribe, cuyos vientos llegaron a superar los 300 kilómetros por hora.

El vicepresidente nicaragüense, Enrique Bolaños, reportó un total de mil 71 muertes en todo el país, al tiempo que el ministro de Defensa, Pedro Joaquín Chamorro, reconoció que entre mil y mil 500 personas podrían haber fallecido por la avalancha del volcán Casita, la cual cubrió una franja de más de 15 kilómetros de largo, que comprende los caseríos de Ojochal, El Porvenir, Versalles, Tololar y Los Zanjones, donde vivían unos 2 mil habitantes.

Las tareas de rescate se han visto dificultadas por la destrucción de las vías de acceso a la zona afectada, donde el lodo que cubre gran número de viviendas ha hecho imposible auxiliar a los sobrevivientes. Soldados y socorristas de la Cruz Roja que pudieron llegar a la zona han rescatado hasta ahora a 118 personas con vida, pero han sido incapaces de recuperar cientos de cadáveres.

Ante el peligro de epidemias, las autoridades nicaragüenses permitieron que los cadáveres sean enterrados en fosas comunes. Según la prensa local, Mitch habría dejado unos 400 mil damnificados en Nicaragua, además de daños graves a la infraestructura carretera de ese país, en el que gran número de ciudades se encuentran incomunicadas tras la destrucción de decenas de puentes.

El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, declaró tres días de duelo nacional para ``honrar la memoria'' de las víctimas de Mitch, que produjo lluvias que han ocasionado inundaciones en Managua y otras regiones del país, principalmente de la costa atlántica, de donde han sido evacuadas varios miles de personas.

Perece el alcalde de Tegucigalpa en tareas de asistencia

César Armando Castellanos, alcalde de Tegucigalpa, murió al estrellarse el helicóptero en que sobrevolaba esta tarde el sureste de la capital hondureña para supervisar las tareas de rescate, tras las lluvias torrenciales que mantienen inundada la mayor parte de la ciudad, donde hay al menos 20 mil damnificados.

Dirigente del Partido Nacional y principal político de la oposición hondureña, Castellanos, apodado El gordito por sus simpatizantes, y quien gozaba de una amplia popularidad, se encontraba acompañado de otras cuatro personas cuando ocurrió el accidente, que al parecer se produjo debido a una falla mecánica.

Castellanos había advertido, poco antes de su muerte, que Tegucigalpa podría ser arrasada, tras la formación de un dique natural ocasionado por el deslave del cerro El Berrinche.

Mario Hung, comandante del ejército hondureño, advirtió que miles de hondureños que permanecen aislados se encuentran en peligro de muerte si no se les rescata pronto de las zonas inundadas, debido a la falta de alimentos y agua potable.

La situación sigue siendo muy grave en buena parte del territorio hondureño, donde el desabasto de alimentos y artículos de primera necesidad ha ocasionado actos de pillaje en establecimientos comerciales de las norteñas ciudades de San Pedro Sula --la segunda más importante del país--, Lima y Villanueva, entre otras.

Según datos oficiales, 362 personas han muerto víctimas de Mitch durante los tres días que azotó a Honduras, donde 117 puentes y 14 mil viviendas quedaron destruidos o seriamente dañados y las zonas productoras de café --uno de los principales productos de exportación del país-- sufrieron graves pérdidas, como el resto del sector agrícola.

Al igual que los gobiernos de otros países centroamericanos devastados por Mitch, el de Honduras pidió nuevamente una mayor ayuda internacional, ante su incapacidad de socorrer a los cientos de miles de damnificados.

Más de cien decesos en El Salvador

Veinte personas murieron y unas cien se encontraban desaparecidas, por el desbordamiento del río Chilanguera, situado a 150 kilómetros al sureste de San Salvador, en una zona a la que ahora sólo puede llegarse en helicóptero debido a las inundaciones.

Los habitantes de la zona afectada, perteneciente al departamento de San Miguel y donde viven unas 2 mil familias, seguían tratando de encontrar a los desaparecidos, mientras equipos de rescate trasladaban a los heridos hacia hospitales cercanos.

El gobierno salvadoreño estima que el paso de Mitch por el país dejó como resultado más de 140 muertos y 19 mil damnificados, además de obligar a unos 17 mil habitantes a abandonar sus viviendas.

Carlos Ramírez, corresponsal de La Jornada en El Salvador, reportó que el presidente Armando Calderón Sol informó que los departamentos más afectados por el huracán, el peor que ha pasado por esta república centroamericana en este siglo, son los de San Miguel, La Unión, Usulután y Morazán. Sin embargo, reconoció que es imposible evaluar con precisión los daños ocasionados por el meteoro.

En Guatemala, el presidente Alvaro Arzú confirmó esta noche que el número de muertos por el paso de Mitch se elevó a 55, principalmente víctimas de los desbordamientos de ríos y deslaves. Además, doce personas murieron y seis resultaron heridas al estrellarse un avión en un cerro de Quetzaltenango, a 180 kilómetros al oeste de la capital, informó el jefe de la quinta compañía de bomberos de la ciudad, Carlos Barrios. Diez de los doce muertos en el accidente, al parecer ocasionado por el mal tiempo, eran médicos estadunidenses que trabajaban en la misión evangélica Agua Viva y regresaban a la localidad de Playa Grande tras dar atención a damnificados del huracán.