Prohíben el acceso a inspectores de la ONU en Irak
Reuters, Afp, Ap y Dpa, Bagdad, 31 de octubre Ť Bagdad suspendió hoy en forma total su cooperación con la Comisión Especial de Naciones Unidas para el desarme iraquí (Unscom) hasta que el organismo mundial reforme la comisión, destituya a su jefe, el australiano Richard Butler, y examine el levantamiento del embargo que decretó después de la invasión iraquí a Kuwait en 1990.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó por unanimidad la decisión iraquí, a la que calificó como ``una flagrante violación'' de las resoluciones y del acuerdo de entendimiento que firmaron Bagdad y el secretario general, Kofi Annan, en febrero pasado, y exigió que revoque la medida ``inmediata e incondicionalmente''.
Irak y la ONU se enfrentaron en un conflicto similar a principios de este año, que incluyó la preparación de ataques aéreos por parte de Estados Unidos con el apoyo de Gran Bretaña.
El problema se inició a finales de 1997, cuando Bagdad se opuso a que los expertos en desarme inspeccionaran los palacios presidenciales, en los que se sospechaba el almacenamiento de armas prohibidas.
En febrero Annan viajó a la capital iraquí y logró un acuerdo para la inspección de los recintos, y poner así fin a las amenazas militares occidentales.
Sin embargo, el pasado 5 de agosto Irak prohibió a los inspectores de la Unscom y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) visitar nuevos sitios de supuesto almacenamiento químico, biológico y nuclear, pero permitió el monitoreo en los lugares inspeccionados previamente.
Butler, manzana de la discordia
La medida fue adoptada por el presidente iraquí, Saddam Hussein, el Consejo del Comando Revolucionario y los dirigentes del gobernante partido Baath, y suspende las actividades de la Unscom, desautoriza el acceso de los inspectores a los equipos de vigilancia --que permanecerán instalados y en funcionamiento--, pero permite el trabajo de la AIEA ``a condición de que sea totalmente independiente de la Unscom'', según un documento difundido por la radio.
El Ministerio de Información de Bagdad precisó que la resolución no establece la expulsión de los 120 miembros de la Unscom en el país.
Irak exigió de nuevo la expulsión de Butler y la restructuración de la Unscom ``para hacerla neutral y profesional, lejos de las prácticas de espionaje de Estados Unidos''.
Las autoridades iraquíes afirman que la misión de desarme incluye demasiados estadunidenses y británicos, a quienes acusa de espionaje y de provocar fricciones para que la ONU no levante el embargo.
El comunicado subraya que ``Irak acató las resoluciones del Consejo de Seguridad, pese a que son injustas y mostró mucha flexibilidad, paciencia y diplomacia, pero el embargo injusto no fue levantado''.
La decisión ocurrió un día después de que el Consejo de Seguridad anunció su intención de revisar el cumplimiento iraquí de las resoluciones de la ONU, sin que ello represente el fin de las sanciones.
Después de una reunión de emergencia el Consejo de Seguridad afirmó que la decisión iraquí ``es inaceptable'' y exigió el restablecimiento ``inmediato, total e incondicional'' de su cooperación con la Unscom, mientras que Annan afirmó que se trata de ``una grave e importante violación'' de las resoluciones de la organización a su cargo.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, David Levy, calificó la medida como ``un asunto grave'' y afirmó que ``estamos consultando con aliados y funcionarios de la ONU''.
El jefe del Pentágono, William Cohen, suspendió su gira por Asia y regresó a Estados Unidos para analizar la situación.
Gran Bretaña, aliado de Estados Unidos, señaló que ``es inaceptable'' la postura de Bagdad y la consideró ``una burla'' a las resoluciones del organismo internacional, mientras que Francia deploró la actitud iraquí e insistió en que ``Irak reanude su plena y total cooperación con Naciones Unidas''.