Tlaxcala, Tlax.- Unos abiertamente, otros en privado, los priístas tlaxcaltecas señalan con el dedo índice a Beatriz Paredes Rangel.
Es -acusan- la gran culpable de la debilidad del PRI en la entidad más pequeña del país.
Los cargos: haber alentado la indisciplina entre su grupo político y tener un candidato ``oculto'' en la oposición.
Las posibles consecuencias: que el PRI pierda el control político y se repita el fenómeno Zacatecas.
La contienda electoral en Tlaxcala es inédita en muchos sentidos.
Por primera vez se elegirán al gobernador, a los 60 alcaldes y a los 13 diputados de mayoría en la misma fecha, y se concursarán en las urnas las 402 presidencias municipales auxiliares. También por vez primera se presenta una coalición opositora, proscritas de la legislación local hasta diciembre pasado.
Inédito también es el escenario de pugnas interpriístas que se radicalizaron de tal forma que el PRI nacional encendió ya los ``focos rojos'' ante la posibilidad de una derrota.
Los priístas tlaxcaltecas no dudan en la descripción del panorama:
La candidatura del priísta Joaquín Cisneros Fernández ha sido una interminable sucesión de errores políticos y estratégicos, que se ha visto sumamente opacada por su rival, Alfonso Sánchez Anaya, ex compañero de partido que, ``con un manejo extraordinario de la mercadotecnia política'', logró posicionarse y superar al priísta en las encuestas.
Y tampoco reparan en ubicar detrás de cada candidato a quienes desde hace seis años pelean el control político de la entidad: el gobernador José Antonio Alvarez Lima y la senadora Paredes Rangel, ``quien realmente le está haciendo la campaña a Sánchez Anaya''.
La guerra
Una ``radiografía electoral'' que circula en oficinas gubernamentales describe que la clase política de Tlaxcala fue ``iniciada'' hace 25 años por el gobernador Emilio Sánchez Piedras. Con el paso del tiempo se han conformado cuatro grupos: los de Alvarez Lima y Paredes Rangel, y los de los ex gobernadores Tulio Hernández Gómez y Samuel Quiroz de la Vega.
En los últimos tiempos, Alvarez Lima, Hernández Gómez y Quiroz de la Vega han tejido una alianza sólida y han roto con Beatriz Paredes.
Entre los tres se han repartido las principales posiciones de mando en la entidad y han colocado a políticos cercanos en el gabinete y las delegaciones de las dependencias federales.
En el informe se detallan las pugnas entre Paredes Rangel y çlvarez Lima, las cuales se han ``filtrado'' a la prensa, sobre actos de corrupción e intentos de ``desestabilización'' de la senadora. También se menciona que a lo largo del sexenio todos los políticos asociados con ella fueron excluidos.
Analistas políticos agregan que Paredes Rangel quiere seguir vigente en la política nacional y para ello requiere recuperar el control de la entidad.
El futbolista
Desde su salida del PRI, a Alfonso Sánchez Anaya le han llovido epítetos: ``Traidor, mentiroso, acomodaticio''.
Pero él se crece al castigo. ``Es como en los viejos tiempos del colegio, cuando jugaba fútbol americano. Si te golpean, no puedes quedarte viendo, sin hacer nada''.
Luego de la ruptura priísta, los dirigentes estatales del PAN y PRD, Eustolio Flores Conde y Tomás Degante Arenas, iniciaron contactos para establecer una alianza opositora y lanzar a Sánchez Anaya o a Mariano González Zarur como candidato (González Zarur decidió permanecer en el PRI).
Mientras PAN y PRD avanzaban en la construcción de su acuerdo, el Partido del Centro Democrático -sin registro estatal- anunció que lanzaría a Sánchez Anaya. Las negociaciones se extendieron para sumar a PT, PVEM y PDM.
Al final, el acuerdo naufragó y el PAN nombró un ``candidato cómodo'': Jorge Moreno Durán, ex vocal del Instituto Federal Electoral, que curiosamente ha resuelto muchos de sus problemas financieros en los últimos meses.
Sánchez Anaya ``trabajó'' con Jesús Ortega, secretario general del PRD, su candidatura. Pero los grupos internos se opusieron y obligaron a una elección.
Fue una contienda ``mixta'' entre internos y externos. Sánchez Anaya derrotó a Manuel Campos, dirigente del Movimiento de Bases Magisteriales (la disidencia local del SNTE) y a José Vicente Saiz Tejero, suegro de Porfirio Muñoz Ledo.
El Naufragio
Septiembre fue un mes de pesadilla para el priísta Joaquín Cisneros Fernández.
Se conocieron detalles de su tortuoso divorcio, se supo de las acusaciones que por fraude enfrenta su empresa Inmobiliaria Obregón y de la participación en su campaña de su ex jefe en el fideicomiso Bahía de Banderas, Alfredo Ríos Camarena. También se le reportó enfermo (en fase terminal de cáncer, supuestamente) y se supo que suspendió unos días su gira para internarse en un hospital. Igualmente, fue atacado por sus constantes borracheras y se ``filtró'' una supuesta acta de nacimiento donde consta que se le registró en el DFÉ
Para la dirigencia priísta, todas estas acusaciones fueron orquestadas por la Alianza.
Cierto o no, el descrédito minó la fuerza del abanderado priísta.
En septiembre, el PRI emitió una nueva convocatoria, ahora para seleccionar a sus candidatos a las 60 alcaldías y las 19 diputaciones locales. La guerra interna otra vez, cuando apenas Cisneros iniciaba su campaña.
Héctor Ortiz Ortiz buscó inscribirse para competir por la candidatura a la alcaldía de la capital. Fue marginado con un argumento increíble: que no podía acreditar su oriundez (a pesar de que para competir por la candidatura de gobernador debió llenar el requisito). Agraviados, los paredistas hicieron que el candidato de Cisneros Fernández y Alvarez Lima -Jorge Corichi- perdiera frente a Víctor Hugo Cahuantzi, sin carrera partidista, pero adscrito al grupo Tlaxcala, lidereado por Ortiz.
Corichi impugnó el proceso y denunció que el día de la contienda interna se repartieron 32 mil kilos de productos básicos. Perdió por una diferencia de 200 votos.
Los conflictos también aparecieron en otros municipios y la división priísta terminó alimentando las listas de candidatos del PT y PRD.
Por si fuera poco, en el equipo de Cisneros Fernández se quejan de que ``hay mucho frío'' entre el gobernador y el candidato, lo que ha contribuido a retrasar su programa de atención a las estructuras sectoriales. Además, sostienen, el CEN del PRI tiene en el abandono la campaña tlaxcalteca.
Por si fuera poco, el presidente Ernesto Zedillo ha cancelado -en el último mes y medio-, tres giras por la entidad.
El colmo fue una declaración catastrofista de Mariano González Zarur: ``Pasadas las contiendas electorales, los tlaxcaltecas debemos asumir con responsabilidad y civismo los resultados y no hacer un pleito, sino al contrario: debemos aprender a vivir y convivir con las oposiciones''.
La Alianza
La fuerza que ha tomado la Alianza Opositora en los últimos 45 días ha dejado asombrados a propios y extraños. Sánchez Anaya recorrió 250 comunidades en todo el estado y encabezó siete concentraciones -ninguna en la capital- que reunieron a 50 mil personas.
En el mismo periodo, algunas organizaciones sociales se han salido del PRI para sumarse a su campaña.
De junio a la fecha, han circulado 22 diferentes encuestas. Hasta septiembre, se mantuvo una tendencia ``consolidada'' que ubicaba al PRI con 53 puntos y a la Alianza, con 21. A mediados de ese mes, aparecieron dos sondeos, uno de Comunicación Alternativa (PRI: 36.5%, Alianza: 47.3%) y otro del periódico Síntesis (PRI: 44%; PAN:11%; Alianza: 39%), en las que se reportó el potencial electoral de la fuerza opositora.
Desde entonces han sido publicadas 15 encuestas en las que se reporta un virtual ``empate técnico''.
Israel Soberanis Nogueda, delegado especial del CEN del PRI, concede poco a los sondeos: ``Ni Tlaxcala se parece a Zacatecas ni Sánchez Anaya es Monreal. Ambos fenómenos son tan distantes, como los kilómetros que separan a las entidades''.
El ex senador guerrerense jura y perjura que el PRI no afronta ningún riesgo. Pero tampoco muestra mucha confianza y se queja de la presencia de un grupo de 400 ``reventadores'' del PRD que llegaron a la entidad desde hace dos meses y que -intuye- provocarán desmanes en busca de que se anule la elección.
Soberanis es de los poco priístas que ``se subió al ring'' y contestó a los ataques. Ya son comunes sus declaraciones en las que ningunea a la oposición, descalifica a Sánchez Anaya y llama a los priístas a no dejarse intimidar.
Tan es así, que Sánchez Anaya presentó una queja en el CEN del PRI por los ``excesos'' del delegado. ``¿Cuándo se había visto que la oposición le pida al partido que le bajemos? Sólo hacen el ridículo. Su piel tan sensible no aguanta nada'', se burla Soberanis.
El fraude
El informe de los 100 días de campaña que Sánchez Anaya presentó a las dirigencias nacionales de los cuatro partidos que lo respaldan documenta distribución de despensas, condicionamiento de apoyos a los campesinos, reparto de dinero, amenazas a burócratas, programas de empleo con fines electoreros...
``Una versión acabada del programa MURO 98, que se instaló en Zacatecas, tiene vigencia en Tlaxcala. Su propósito es infiltrar a priístas en los órganos electorales y desde allí consumar el fraude''.
El martes 27, Sánchez Anaya envió un telegrama al presidente Ernesto Zedillo en el cual demandaba garantías de comicios limpios, luego de que en Tocatlán un mitin suyo fuera interrumpido por policías judiciales y de haber recibido amenazas de muerte.
El aparato estatal volcado a las campañas priístas. La ``guerra sucia''. Las intimidaciones. El redescubrimiento de la militancia priísta de çlvarez Lima. Todo para frustrar el anayazo por venir, dice el candidato de la Alianza Opositora.
-¿Otro monrealazo?
-Sí. Se conjugaron factores similares -responde Pedro Centeno, subsecretario de Organización del CEN del PRD.
En Tlaxcala, calculan los de la Alianza, podría darse un ``voto diferenciado'' de este tipo: que la población vote a favor del PRI, para alcaldes y diputados, pero le dé el triunfo a Sánchez Anaya.
El Torero
Piloto aviador, miembro de la Cofradía del Buen Arroz, once veces presidente de la feria. A sus 57 años, Joaquín Cisneros tiene experiencia en muchos campos. Pero en el de la política prefiere aplicar las máximas de su mayor afición: el toreo, que practicó cuando joven.
``Hay que saber mandar, templar, pero sobre todo aguantar'', dice cuando se le mencionan los ataques en su contra. ``Los golpes se me resbalan''.
Entrevistado en su rancho, dice que le extrañan los ataques, porque ``nosotros jamás hemos descalificado a nadie''.
-¿Le ha faltado apoyo?
-Creo que no es necesario, ¿no? Nosotros hacemos nuestro trabajo, las elecciones son aquí. La oposición (está) muy acostumbrada a traer a sus personajes, nosotros hacemos la campaña con los tlaxcaltecas...
-No se ha visto a Mariano Palacios por acá.
-Pus ha de estar muy confiado de que vamos a arrasar...
-¿Habrá otro monrealazo?
-Absolutamente no. En Zacatecas no hubo elección interna, sino una decisión cupular. Aquí se abrió el proceso y Sánchez Anaya no quiso participar en el proceso porque se vio perdido. Están haciendo una fantasía.
-¿Y si pierde?
-No pasa nada. Me regreso a lo que hecho siempre y no pasa nada.
El intelectual
Las estimaciones de la oposición y de oficinas gubernamentales coinciden: el PRI puede perder la gubernatura, el control del Congreso local y cinco de los principales municipios.
¿Quién pagaría el costo de una derrota? ``Sin duda, si hay derrota quien pagará los platos rotos será José Antonio Alvarez Lima'', opina Jorge Corichi Fragoso, presidente adjunto del CDE del PRI y precandidato perdedor por la alcaldía de la capital.
Llegado al poder hace seis años sin problemas en las urnas, pero cuestionado por amplios sectores de la sociedad tlaxcalteca ante su falta de arraigo y su innegable salinismo, Alvarez Lima dedicó sus mayores empeños a la concertación como vía legitimadora.
Al paso del tiempo lo consiguió. Dio muestras de singular habilidad conciliadora. Se reconcilió con el sector privado, con la jerarquía eclesiástica y aun con la oposición.
Logró consolidar la fuerza electoral del PRI y cuidó su imagen de gobernante honesto. Si todo salía bien en las elecciones locales, su futuro político tendría nuevos horizontes, se previó aquí.
Todo eso se ha venido abajo en apenas unas semanas. Radicalizó el aislamiento para los grupos políticos tradicionales -sobre todo para los paredistas-, tanto en el ejercicio de gobierno como en el proceso electoral; impuso a su candidato a la gubernatura acorde a sus intereses; recurrió a coacciones y maniobras para imponer también a sus candidatos a las principales presidencias municipales y diputaciones locales.
Asimismo, se le responsabiliza directamente por haber equivocado la estrategia de campaña al basarla en un aparato publicitario insultante, sin sustento ideológico, y de haber desdeñado a sectores importantes del partido.
Tan consciente de los problemas está Alvarez Lima que desde hace dos semanas se ha deshecho de la ``neutralidad política'' que se le conoció y se ha lanzado a participar en actos proselitistas del candidato del PRI.
``La moneda está en el aire'', dijo hace una semana, cuando fue entrevistado en Coahuila. Y desde allá, la declaración cimbró a los políticos locales. Todos estos días el gobernador se ha dedicado a precisar el sentido de su ``malentendida'' afirmación.
Llegó al grado de ordenar la inserción de una entrevista ficticia en la que aclara:
-Usted declaró que la moneda estaba en el aire.
-Efectivamente. Mientras los ciudadanos no ejerzan su voto y las autoridades electorales no otorguen los triunfos. Ese es el sentido de mi declaración y en ese contexto lo dije (...) No tengo ninguna duda de que ese día, con el apoyo de más de la mitad de los votantes, las elecciones las va a ganar Joaquín Cisneros y que la moneda que va a caer ese día va a caer sin duda de ese lado.
Entrevistado el martes 27, en Casa de Gobierno, Alvarez Lima sostiene que no ha faltado a las reglas políticas, al haberse puesto la camiseta del PRI, justo en la víspera de la elección. ``Siempre he dicho que soy militante del PRI y que hay que perfeccionar la democracia y eso es lo que hemos estado haciendo durante muchos años. A mi juicio (por aparecer en los actos priístas) no soy contradictorio o incongruente''.
El gobernador tlaxcalteca no duda en sumarse a la virulencia verbal contra la oposición. La Alianza -resume- ``es una maquinación de comunicación política'' que ha equivocado la estrategia y ha hecho alarde de habilidad para manipular a la prensa local. Sánchez Anaya no puede ser una figura política seria, porque ``hay que ver hasta qué grado cambió de ideología'', y las encuestas que colocan al PRI sin ventaja no tienen validez.
Según Alvarez Lima, la realidad es otra: el candidato del PRI ganará las elecciones con una ventaja de 15 puntos.
Más allá del posicionamiento del gobernador, trascendió de una reciente ``visita secreta'' del presidente Zedillo a Tlaxcala. Las versiones indican que se hospedó en el hotel Calinda y que, después de una encerrona de varias horas con el gobernador, el activismo oficial tomó rumbo.
Inmediatamente después resurgió el priísmo de Alvarez Lima y de los demás ``priístas distinguidos'' de la entidad, que culminó con un desayuno ``de la unidad'' -el sábado 24- al que asistieron todos los ex gobernadores, y que sirvió de tribuna para que Beatriz Paredes declarara: ``Soy priísta de convicción. Mi respaldo abierto y claro (es) a Joaquín Cisneros. Me parece que los rumores son una manera menor de hacer política, lo fundamental son los hechos''.
En la oficina de Sánchez Anaya se han construido cuatro escenarios ``estadísticos''. El ``piso'' son los porcentajes que obtuvieron los partidos de la Alianza en julio de 1997, cuya suma es 32.52%; pero las estimaciones van del 41 a 55%.
Ese cuadro reporta que el PRD -en cualquiera de los casos- deberá aportar siete de cada diez votos que obtendría la Alianza.
En el PRI reconocen que hay cuadros de ``alta competencia'' en Chiautempan, con el PRD; en Tlaxcala, con el Partido del Trabajo y el PRD, y en Apizaco, con el PRD. Los estrategas perredistas les dan la razón y señalan que tienen ``altas probabilidades'' de triunfo en otros 13 municipios que incluirían Huamantla y Calpulalpan. Además, se alzarían con triunfos en 10 de los 13 distritos de mayoría.
El otro escenario, calificado como improbable, es que haya aquí una elección como la de Tamaulipas. ``Vamos a irnos con mucho, pero no soy amigo de los carros completos. Porque no hay desahogo (para la oposición), no hay desfogue. Es como una válvula de escape'', augura Cisneros, candidato del PRI.
En la oficina del gobernador, se hace un pronóstico similar: el PRI tendrá 45% de los votos por 35% de la Alianza.
Quiere ganar 5-0
Puebla, Pue.- El blanco de la propaganda negra que ha avasallado a la Angelópolis en los últimos días. Puntero de las encuestas, Emilio Maurer es todo un fenómeno de popularidad... en negro y amarillo, pues es candidato del PRD a la alcaldía de Puebla capital.
A punto de cumplir 60 años, Maurer incursiona por primera vez en la ``política-política'', luego de dejar una estela de polémicas y sobresaltos en sus anteriores actividades.
Entre la conservadora sociedad poblana se distingue por sus afición a los automóviles lujosos, las películas de Chaplin, Tin-Tan y Pedro Infante, la tauromaquia y el futbol.
Se recuerda que no terminó la preparatoria y que cuando tenía 15, junto con su hermano Carlos y sus primos, mataron a ``César'', un léon africano que era exhibido en el Zócalo de la ciudad.
Se sabe de sus líos con la justicia francesa, por contrabando de marfil; de sus viajes anuales al Continente Negro, a donde se traslada para cazar elefantes, y de sus lujosas cantinas.
Nadie olvida su tránsito por el deporte federado, cuando hizo campeón al Puebla, contrató a César Luis Menotti y entró en conflicto con Televisa, al conceder los derechos de transmisión de los partidos de la Selección Mexicana a TV Azteca, acción que finalmente lo hizo pisar la cárcel.
Ahora controla la empresa Tamariz, una de las principales distribuidoras de leche en el centro del país, que adquirió cuando en 1994 y luego de fuertes presiones del gobernador Bartlett, vendió la franquicia del equipo y se embolsó 10 millones de dólares.
En Puebla, el PRD fue el refugio de los viejos grupos comunistas que se forjaron en la universidad estatal. En la última década ha tenido una insignificante presencia electoral.
Con Maurer como candidato, el PRD está a punto de obtener el triunfo en la cuarta ciudad más poblada del país.
``Es una abaratamiento del partido. Es inconcebible que ahora debamos echar mano de los empresarios -que siempre nos han combatido- para ganar unos votos más. Me da asco que Maurer y (Ricardo) Villa Escalera sean nuestros candidatos'', decía hace una semanas el diputado federal Adolfo González Zamora, uno de los líderes históricos del perredismo.
Pero se tuvo que aguantar las náuseas. Y es que el PRD, desde 1995, había buscado que Maurer se lanzara como candidato. En aquél entonces sirvieron de intermediarios Verónica Mastretta y Arturo Migoya, socios suyos en el equipo de futbol.
Al iniciar este año, hubieron nuevas manifestaciones en su favor. Las más tempranas provinieron de El Barzón, dirigido por Rogelio Carbajal Lozano, un antiguo compañero de Maurer en el Instituto Militarizado de Oriente. Casi al mismo tiempo, Amalia García se reunió con el empresario y le hizo el ofrecimiento de la candidatura.
Después de protestas de viejos militantes, de impugnaciones varias, la Comisión de Garantías dio su fallo a favor de Maurer.
``Nunca seré político. Prefiero asumirme como un empresario que sabe responder a las necesidades sociales. Pero ni pienso como político ni quiero actuar como ellos, porque han fracasado rotundamente en la administración pública'', dice, en entrevista.
Para hacer política, Maurer prefirió al PRD antes que el PRI o el PAN casi por puro gusto. ``Me afilié porque quise. No lo necesitaba``, confiesa.
En el PRI no se imagina, porque ``es un partido en el que los candidatos canjean la posibilidad de hacerse ricos por compromisos y componendas''.
Y del PAN ni quiere acordarse, debido a que sus dirigentes ``son demasiados cerrados, demasiado necios en sus conceptos -un poco arcaicos- y sin ganas de abrirse a las necesidades sociales''.
Maurer inició su campaña en septiembre, casi dos meses después de que lo hicieron sus adversarios -Mario Marín, del PRI y José Antonio Díaz, del PAN-.
Para entonces, las colonias poblanas ya estaban inundadas de pasacalles y pendones. A sugerencia de sus asesores, Maurer no utilizó ese tipo de propaganda y se concretó a colocar 11 anuncios espectaculares.
``Tuvimos apenas un par de semanas para posicionarlo. Y repetimos un esquema como el que utilizó Cuauhtémoc Cárdenas en el DF'', explican en la oficina de su equipo de asesores, que encabeza Ramón Piezza Rugarcía.
La estrategia funcionó, sobre todo, por el estilo de Maurer: bromista, sin la retórica de los políticos tradicionales... y afecto a los albures y las groserías.
En un fondo negro y una fotografía de medio rostro, los espectaculares de Maurer resaltan: ``Puebla ganará otra vez'', como una evocación a la hazaña lograda en 1990, cuando el ``equipo de La Franja'' -con Manuel Lapuente como director -, se coronó Campeón de Liga.
Al iniciar agosto, la dinámica proselitista prefiguró los debates. Marín los rehuyó. Maurer y Díaz se encontraron el 16 de octubre, a convocatoria del cabildo panista.
Maurer fue el ganador indiscutible... y fue entonces cuando en las encuestas empezó a subir su nombre. Unos días después, en la cadena radiofónica Acir, el ex alcalde priísta Rafael Cañedo Benítez, reveló que Maurer tenía 45.4% de las preferencias electorales.
El pasado lunes 26, el periódico Síntesis publicó los resultados de otro sondeo: Maurer alcanzaría 41% de los votos contra 31.4 del PRI y 26.8 del Acción Nacional..
Dos días tardó en pagar el costo. Aquí se difundieron con profusión los expedientes de cinco litigios que enfrenta en juzgados civiles por adeudos de 500 millones de pesos, producto de sus restaurantes.
Maurer está seguro de que su triunfo sólo será posible si es ``5-0 para que no nos metan un autogol o haya un penalty de último minuto. Tenemos que lograr ese marcador para que, si nos meten faules, sólo aceptar tres goles``.
A unos días de los comicios ya nada espanta a Maurer. ``Sólo les falta decir que soy maricón y no lo soy. Me pueden hacer un examen, no hay pedo''.
Promete: ``Voy a ganar y va a ganar Puebla. Vamos a hacer una catarata de trabajo''.
-¿Y si pierde?
-No pasa nada. Me voy a mi negocio y me dedicaré a apoyar al deporte en las colonias populares. Pero hay un .0001% de posibilidades de que pierda. (Alberto Aguirre M.).
Tlaxcala tiene apenas 525 mil 744 electores y una población que no supera el millón de habitantes. Este año, se instalarán apenas 1,031 casillas, en 600 secciones electorales.
Nunca en la historia electoral de Tlaxcala, la oposición ha podido conseguir triunfos de trascendencia.
El domingo 8 de noviembre se elegirán gobernador, diputados locales y 60 presidentes municipales, incluidos los 16 que fueron creados, por decreto del gobernador José Antonio Alvarez Lima, en 1996.
En 10 de los 60 municipios tlaxcaltecas (Apizaco, Tlaxcala, Huamantla, Chiautempan, San Pablo del Monte, Calpulalpan, Zacatelco, Ixtacuixtla, Tlaxco, Contla y Panotla), está concentrada poco más de la mitad del padrón electoral.
Las últimas elecciones en la entidad dieron 50 alcaldes priistas, cinco panistas (Calpulalpan, el más importante), cuatro perredistas y uno del PT.
El 6 de julio, en Tlaxcala el PRI reiteró su calidad de fuerza hegemónica: ganó las tres diputaciones locales, con 42.02% de los votos, por 23.11 del PRD, 18.94 del PAN y 5.33 del PT.
¿Beatriz está detrás de la debilidad del PRI?
Alfonso Sánchez Anaya, el hipotético beneficiario de la senadora rebelde, asegura que desde su salida del PRI no ha tenido ningún contacto con Paredes y señala al despacho del gobernador como el lugar del que surgieron versiones de la indisciplina de la senadora.
``Alvarez Lima tiene la impresión de que todos los tlaxcaltecas odian a Beatriz, cuando ello es falso. Y creyó que al vincularme con ella ese odio me trasminaría. Es un error de apreciación, revelador de su desconocimiento de la política local''.
Y aventura una nueva hipótesis: Alvarez Lima -con innegable vinculación a los Salinas ``y una extraña estancia en Colombia''- está desesperado en preservar el poder, ``porque teme que descubran algo... y por eso se fue contra todos, incluso contra Beatriz''.
Por su parte, el gobernador Alvarez Lima hace apenas un esfuerzo para detener la avalancha de rumores que ubican detrás de la oposición a su antecesora.
``Ni digo son ciertos, ni los niego. Estoy ocupado de otras cosas, que no son las disputas, los rumores o los chismes, además, no es mi trabajo hacer este tipo de investigaciones. Toca a la opinión pública hacer una investigación profunda, a ver hasta qué grado es el rompimiento (...) si tengo enemigos, pos son de allá pa«ca. Un gobernante no tiene derecho a tener enemigos en Tlaxcala... y conozco los riesgos de la política y de la democracia, que es muy divertida''.