La Jornada 1 de noviembre de 1998

Un deceso infantil cada dos horas por males curables en la capital: INEGI

Juan Antonio Zúñiga M. Ť Un niño menor de un año de edad fallece cada dos horas en el DF, principalmente a causa de afecciones respiratorias adquiridas en el nacimiento y enfermedades curables, entre las que figuran infecciones intestinales, neumonía e influenza, indican informes oficiales del gobierno capitalino.

La muerte infantil se presenta particularmente en los primeros 12 meses de vida, después de los cuales sus probabilidades de existencia se multiplican. Pero casi uno de cada diez alumbramientos que ocurren en el DF no traspasa esta frontera.

De acuerdo con informes del gobierno del DF y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el número de fallecimientos en menores de 12 meses es ocho veces superior al que se registra entre aquellos que se encuentran en la etapa de uno a cuatro años; es equivalente a nueve veces los decesos ocurridos en la población de cinco a 14 años; prácticamente triplica a quienes pierden la vida entre los 15 y 24 años; duplica aquellos entre los 25 y 34 años, y es superior a los que ocurren entre el grupo de población capitalina de 35 a 44 años.

Así, la muerte de los santos inocentes abarca un espectro sólo superado por los decesos de gente adulta: aquellos que acontecen entre la población de 45 a 64 años y la de más de 65, que representan 72 por ciento de las visitas realizadas anualmente por la catrina a esta ciudad.

Por su cantidad, el mayor número de muertes entre la población menor de 12 meses se concentra, por orden de importancia, en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Miguel Hidalgo, las cuales en conjunto registran 44 por ciento de los fallecimientos de este tipo ocurridos en las 16 demarcaciones del DF.

Sin embargo, la situación varía en función del número total de decesos registrados en cada una de ellas. Así, la proporción de defunciones de menores de 12 meses respecto de los fallecimientos de la población en general, en cada una de las demarcaciones, se concentra principalmente en Cuajimalpa, Milpa Alta y Tláhuac, consideradas dentro del medio rural capitalino.

De esta manera, en Cuajimalpa casi 20 por ciento del total de los fallecimientos corresponde a niños y niñas que no llegaron a cumplir un año de vida; en Milpa Alta esa proporción es de 16 por ciento, y en Tláhuac de cada cien difuntos 15 fueron infantes.

En sentido inverso, en las delegaciones más céntricas la proporción de muerte en menores de un año es más baja. En la Venustiano Carranza es de 0.6 por ciento; en Cuauhtémoc de 6.1 por ciento, y en la Benito Juárez de cuatro por ciento.

La marginalidad y el hacinamiento parecen desempeñar un papel importante en la muerte de menores. Así, en Iztapalapa, de cada 100 fallecimiento 14 corresponden a menores de 12 meses, cifra casi similar a la registrada en la Miguel Hidalgo, donde se asientan colonias de marcados contrastes que abarcan todo el abanico de la estratificación social, pero donde abundan grandes concentraciones humanas, como la Pencil, Anáhuac, Nueva Atzacoalco y el ex pueblo de Tacuba.

Según los informes oficiales, 29 por ciento de los fallecimientos que truncaron la corta existencia de los niños y niñas menores de 12 meses fue a causa de afecciones respiratorias originadas durante y después del nacimiento; 17 por ciento a padecimientos adquiridos en el periodo perinatal; 18 por ciento a anomalías congénitas, principalmente del corazón y el aparato circulatorio; nueve por ciento a neumonía; cinco por ciento se debió a diarrea, y tres por ciento a bronquitis y bronquiolitis agudas. En paz descansen los santos inocentes.