Hace algún tiempo, en este lugar, el tonto del pueblo aseguró que la única estrategia que tiene el ``gobierno'' es una estrategia de medios. Lo que ha ocurrido esta semana entre Chiapas y la ciudad de México lo confirma. Véase esta secuencia.
Lunes 26 de octubre. El presidente del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, llega a la Cámara de Diputados y, acompañado de todo el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, exige formalmente que el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, su antecesor en el cargo, Miguel Mancera, y el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, sean llevados a juicio político, destituidos y sancionados conforme a la ley, por su participación en el mayor fraude financiero de todos los tiempos: el Fobaproa.
De inmediato, el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, en nombre del Poder Ejecutivo, no respeta el artículo 72, inciso J de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al entrometerse sin tener derecho a ello en asuntos que sólo competen al Poder Legislativo.
Martes 27. A las nueve de la mañana, 400 soldados del Ejército Mexicano, procedentes de Guadalupe Tepeyac, y 80 más que vienen desde el campamento ubicado en el río Euseba, ejecutan una operación militar denominada ``de pinza'', y ocupan el Aguascalientes de La Realidad, en el municipio autónomo de San Pedro de Michoacán, pero minutos más tarde se alejan. Cuatro horas después, repiten el simulacro y de nuevo se retiran.
Al mismo tiempo, en la ciudad de México, el titular de la Secretaría de Hacienda, en conferencia de prensa, declara que la petición de juicio político en su contra es ``una maniobra de distracción''.
Miércoles 28. Mientras las palabras de Gurría cubren la primera página de todos los diarios, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional denuncia los juegos de guerra de la víspera. De esta suerte se cumple automáticamente la segunda parte del guión escrito sobre las rodillas por Labastida, pues con su especie de travesura militar, el régimen confía en que toda la oposición democrática se olvidará del Fobaproa y volcará su atención en Chiapas.
Esto, sin embargo, no sucede.
Observemos la misma secuencia, proyectando una luz de contraste sobre Felipe Calderón Hinojosa, el presidente del Partido Acción Nacional.
Lunes 26. Varias horas después de la visita de López Obrador a la Cámara de Diputados, la fracción legislativa del PAN, trabajando a las carreras, presenta su propia exigencia de juicio político en contra de Guillermo Ortiz, el gobernador del Banco de México que en su carácter de secretario de Hacienda -que lo fue del 20 de diciembre de 1995 al 3 de enero de 1998- solapó, toleró y por lo tanto fue cómplice de todas las operaciones ilícitas del Fobaproa.
De inmediato, en Gobernación, el equipo de Labastida Ochoa, que ha girado ya instrucciones para la incursión militar del día siguiente en La Realidad, llama a los directores de los medios de comunicación adictos al régimen y -todos sabemos lo que esto significa- les ``sugiere'' que den el máximo relieve a la demanda del PAN y ``tapen'' con ella la del PRD.
Martes 27. En efecto, la inmensa mayoría de los periódicos de la ciudad de México despliega en sus portadas tanto la acción del PAN como la reacción de Labastida, y arrincona, o simplemente desdeña, al PRD. ¿Y cuál es la moraleja de esta fábula? Que el PAN sigue atado (con una soga al cuello) a las facciones más oscuras del sistema político mexicano y que Felipe Maromón ha aprendido a bucear, sin el menor asomo de asco, en las espesas y hediondas cloacas del salinismo.
Miércoles 28. Sereno e incisivo, con la plácida retórica del que se sabe cobijado por todo el aparato publicitario del régimen -y también por el aparato militar, porque el simulacro en La Realidad se realizó, asimismo, en beneficio de su propia línea de acción política-, Felipe Maromón llegó al noticiario matutino de Gutiérrez Vivó en Radio Red y durante una hora y cinco minutos insistió, en las narices de López Obrador, que la ``solución'' ideada por el PAN sobre el Fobaproa era certera, original y sobre todo alternativa a la del ``gobierno''.
Como bien se recuerda, al menos en las tristes calles de Tecamacharco, en marzo de este año el Ejecutivo federal solicitó al Congreso de la Unión que legalizara ciento por ciento de los 552 mil millones de pesos que vale en su totalidad el fraude enterrado en el Fobaproa.
Tras varios meses de discusión -propiciada oportunamente por López Obrador-, el PRI le enmendó la plana al doctor Zedillo y propuso que la Cámara de Diputados legalizara, nada más pero nada menos, 70 por ciento del Fobaproa.
Jueves 29. Una investigación periodística revela que el ``gobierno'' y el PAN logran un histórico acuerdo, en el día de esta fecha, para legalizar, nada más pero nada menos, 63.4 por ciento del Fobaproa.
No resta sino exclamar: ¡Felicidades!
Media una grandísima diferencia entre las declaraciones que Felipe Calderón emitió el 30 de agosto de 1998 ante los micrófonos de Radio Red -en las cuales insinuó que podría exigir la renuncia del doctor Zedillo, debido a la ilegalidad del Fobaproa- y los dardos que extrajo de su carcaj de peluche, el 29 de octubre del mismo año, y con los cuales disparó en contra de López Obrador, aseverando que el tabasqueño y su partido constituyen un obstáculo para resolver el desastre del sistema bancario.
Pero avancemos hasta el final de la secuencia.
Viernes 30. Con información proporcionada por el Ejecutivo al Legislativo -y que por lo mismo no era desconocida por el PAN-, el PRD informa que en las tumbas del Fobaproa, o sea, dentro de los 350 mil millones de pesos que forman el 63 por ciento del Fobaproa que Felipe Calderón y el ``gobierno'' desean legalizar, hay 112 millones 920 mil pesos que fueron robados, a través de Banca Unión, por las familias de Carlos Salinas de Gortari y de Carlos Hank González.
Luis Yáñez de la Barrera, ex cónyuge de Adriana Salinas de Gortari, obtuvo ``préstamos'' por 13 millones 210 mil pesos para Desarrollo Cabo Baja, SA de CV; 2 millones 21 mil pesos para Grupo Azabache SA de CV; 16 millones 625 mil pesos para Lumaser SA de CV; un millón 766 mil pesos para Provivienda de los Cabos SA de CV, y 2 millones 45 mil pesos para Urbanizadora Cabo Baja California Sur SA.
Banca Unión concedió también 2 millones 113 mil pesos en ``préstamo'' a Adriana Salinas de Gortari, y 7 millones 247 mil pesos al mismísimo Luis Yáñez de la Barrera, desde luego en ``préstamo'' igualmente, por el virtuoso valor de la firma de ambos.
Los 63 millones 969 mil pesos restantes fueron ``prestados'', con idéntica seriedad, a Carlos Hank Rhon, el hijo del modesto y ``genial'' profesor que todo lo que tocaba, según la leyenda, se transformaba en oro.
Sin respaldo alguno, la famosa Banca Unión del prófugo Carlos Cabal Peniche, socio de trasnacionales del narcotráfico, otorgó 6 millones 571 mil pesos a la persona de Hank Rhon; así como otros dos paquetes, uno por 50 millones 756 mil pesos y otro por 6 millones 642 mil pesos, a favor del Hipódromo de Agua Caliente, SA.
¿Qué opina Felipe Calderón al respecto? ``No se trata de hacer juicios sumarios o a priori'' (La Jornada, 30/10/98).
Abrir las tumbas del Fobaproa hoy, cuando el PAN y el PRD pueden reunir la mayoría necesaria para acabar con la tiranía de la corrupción priísta, es un deber social de los partidos políticos tanto o más importante que luchar contra el PRI en las elecciones de julio del 2000.
Si el ``gobierno'' se sale con la suya y consigue que el mayor fraude financiero en la historia de México permanezca intocado en el nicho legislativo que le está ayudando a fabricar Calderón, el siguiente paso será el fraude electoral con todas sus consecuencias.
En el Senado de la República, por lo pronto, el periodista Carlos Payán ha dicho, desde la bancada del PRD, que las irregularidades y los fraudes cometidos por el PRI en los recientes procesos electorales de Chiapas y de Tamaulipas ponen en entredicho, desde ahora, la limpieza de las próximas elecciones presidenciales (La Jornada, 30/10/98).
La percepción de este riesgo comienza apenas a ser registrada en las filas del PRD, en donde muchos continúan solazándose con las encuestas favorables al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, y sólo aguardan a que amanezca el domingo 2 de julio del 2000 para depositar su voto y liquidar al régimen.
Pero la estructura del sistema electoral -es decir, los hombres y las mujeres que controlan todos y cada uno de los 300 consejos federales que en igual número de distritos electorales gravitan en torno del IFE- no ha sufrido ninguna alteración desde la etapa final del sexenio pasado. La red ``gobierno''-PRI-IFE, que en 1994 obtuvo 17 millones de votos para el candidato presidencial del PRI, es exactamente la misma que habrá de organizar, efectuar y contabilizar la contienda electoral que viene.
Para desgracia de los mexicanos, la pretensión panista de restaurar su vieja alianza legislativa con el PRI, el ``gobierno'' y el salinismo cancela otra oportunidad histórica. La oposición en la Cámara de Diputados tampoco podrá exigir, por mayoría, que el sistema electoral sea revisado en su conjunto, para desmontar de esta suerte los mecanismos de control que tiene encima.
En este sentido, quizá, el PAN sueña que a través de una estructura electoral manipulable, el PRI le regalará los votos que está perdiendo hoy por su lamentable actitud ante el Fobaproa.
¿Y Chiapas? En algún punto intermedio de la secuencia reseñada en las primeras dos columnas de esta página, como un pájaro cucú o como uno de esos muñecos impulsados por un resorte que sirven para hacer malas bromas, salta de pronto el llamado ``coordinador'' para el inexistente diálogo en Chiapas.
Al responder a la denuncia del EZLN sobre la movilización militar de La Realidad, Emilio Rabasa vuelve al micrófono y espeta:
-Son movimientos de rutina.
En El Imperio de los Sentidos, el tonto del pueblo supone que si alguien en algún lugar de Europa lee la más reciente barrabasada de Rabasa, imaginará la siguiente escena: dos columnas del Ejército Mexicano llegan a La Realidad, los soldados saltan a tierra y con las bayonetas caladas por delante echan a correr hacia el interior de la aldea. Los habitantes del lugar, al principio, tiemblan de susto; la gastritis se recrudece en todos los estómagos infestados de lombrices, y las primeras noches los niños tratan de no dormir para huir de sus pesadillas.
Pero, con el transcurso de las semanas, el ejercicio militar deja de ser novedad, y al cabo de los años las columnas de los soldados acaban por congregar a un enjambre de vendedores ambulantes venidos de Tuxtla Gutiérrez que ofrecen refrescos, tortas, naranjas, etcétera.
-No -dice el tonto del pueblo-, decididamente no. En Chiapas, además del hambre, el terror al ``gobierno'' y las enfermedades curables que sin embargo matan a los niños cada día, lo único rutinario son las barrabasadas de Rabasa.
En una reunión con distinguidos artistas del teatro y de la danza -Jesusa Rodríguez, Graciela Henríquez, José Ramón Enríquez, Héctor Ortega, Ana Ofelia Murguía, Mauricio Jiménez, Otto Minera-, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, anunció que la destrucción-reconstrucción de la Unidad Artística y Cultural del Bosque tendrá un costo de mil millones de pesos.