La Jornada 27 de octubre de 1998

Serrat: dentro de la derrota está la vida

Pablo Espinosa Ť Joan Manuel Serrat ha logrado, con su disco más reciente, una serie de alegrías para el planeta, la más importante de las cuales es la puesta en vida, carne y sangre, de la forma más acabada del género canción: 16 piezas como un juego perfecto de abalorios; poesía directa, sencilla, los temas caros a Serrat, el estilo, la idea. Un clásico.

Serrat está de gira. Sombras de la China (BMG), su nuevo disco, es el mayor acontecimiento musical actualmente en España, por cuyas ciudades itinera el cantante-poeta en el mismo periplo que lo tendrá entre nosotros en un recital que ofrecerá en el Auditorio Nacional el 28 de enero de 1999.

A manera de preámbulo de tal visita y para comentar su nuevo disco, Joan Manuel Serrat se sentó ayer por la tarde en Madrid frente a una cámara de televisión y micrófonos conectados a un teléfono, mientras en México era el mediodía y un grupo de reporteros lo acribillamos a preguntas de esa forma tan sofisticada, merced a la tecnología, ``aunque me hubiera gustado estar con vosotros en persona, además que luego me podría comer unos ricos chilaquiles''.

El Nobel de Saramago, alegría del mes

Muchos los temas, las ideas. A continuación un cernido de ellos:

``La alegría del mes sin duda ha sido el Premio Nobel de Literatura a Saramago''.

Del arresto de Pinochet, merced a acusaciones de un juez español: ``cuando un hombre tiene que responder a un tribunal por unos delitos por los que se le acusan, siempre hay un juicio moral detrás de ello, más en el caso de un hombre que ha tomado grandes y terribles decisiones políticas. Todo hombre es responsable de sus actos y algo que debe satisfacer al género humano es que nadie está fuera del alcance de la justicia''.

De la rebeldía: ``jamás se me ha ocurrido levantarme de la cama y decir: hoy voy a ser un rebelde, ni un día me presenté delante de mis padres y les dije: papás, soy un rebelde. Estoy todavía en la misma situación. Sencillamente ocurren las cosas en el mundo y yo formo parte del mundo, participo de las cosas que ocurren y tomo partido frente, a favor, a la derecha o a la izquierda de esas cosas. Lo que para muchos puede parecer un acto de rebeldía, para otros muchos es sencillamente un acto de compañía, pero le aseguro que jamás he pretendido ser un profesional de la rebeldía''.

El amor: ``tengo 54 años y el amor lo entiendo como algo absolutamente imprescindible, algo sin lo que sería imposible vivir, sin querer y sin que me quisieran''.

Su nuevo disco: ``se llama Sombras de la China pero no sombras de Serrat. Uno vive entre luces y sombras pero yo no vivo mirándome el ombligo con las luces ni tampoco atormentado con las sombras. Las sombras y las luces se entremezclan y uno funciona con ellas con toda normalidad. En mayor o menor medida, hay en este disco historias autobiográficas; la primera canción, por ejemplo, es un pensamiento personal acerca de lo efímero de todo, de hasta qué punto todo lo que uno tiene y es acaba convirtiéndose en una sombra. Por mucho que uno pretenda otra cosa, no va a conseguir sino tener una sombra más o menos digna''.

La felicidad: ``es una aspiración. Y con aspiración me refiero a sueños, ilusión, fantasía. La felicidad son salpicaduras que nos da la vida. Hay que estar a gusto con la vida y en armonía con lo que uno tiene. La vida es hermosa en sí misma y uno puede estar a gusto, en armonía, sin necesidad de vivir en ese estado de semidiotez que proporciona la felicidad, que es un estado de levitación. No sé si me gustaría vivir todos los días levitando''.

Los perdedores, refugio de la vida

El terror frente a la hoja en blanco: ``lo venzo trabajando al día siguiente. Sé que sólo hay una posibilidad, que es enfrentándome a la página en blanco. No hay otra. En ningún momento espero que baje una mano divina a escribirme la página en blanco. Yo sé que no tengo más remedio que darle vueltas y vueltas y vueltas hasta que empiecen las palabras a ordenarse y que en ese momento voy a empezar a echar muchas hojas al cesto de la basura, pero eso forma parte de todo: el que quiera cosechar debe preparar la tierra, sembrarla, laborarla, debe mirar al cielo constantemente a ver qué tal se portan los elementos. Debe trabajar, no hay otra posibilidad, no existe otra manera de hacer algo sino trabajando, y cuando uno pretende hacero bien, tiene que trabajar mucho''.

De los marginados: ``los perdedores me caen bien porque son el refugio de la vida. En ellos están las esencias fundamentales de la vida, las emociones, lo que hace que esta vida no sea sencillamente un tránsito, por eso me caen bien los perdedores, porque dentro de la derrota está la vida''.

Del romanticismo auténtico: ``este disco es más romántico, pero no en el sentido de Corín Tellado sino en el sentido humanista, en el sentido del erotismo''.

La autojustificación de esta sociedad del pensamiento único -remata Serrat- ``se escucha en la macroeconomía, que es inaplicable en el mundo. Siento que corren buenos tiempos; no pretendo darle la vuelta a la tortilla y que así sea, lo que busco es ampliar el cupo, que quepa la mayor cantidad de seres posible en los buenos tiempos''.