Violencia en mitin contra Pinochet; hubo 60 detenidos
Afp, Ap, Reuters y Dpa, Santiago, 25 de octubre Ť La violencia empañó una manifestación en la que miles de chilenos celebraban la detención del ex dictador Augusto Pinochet, mientras líderes políticos y de derechos humanos criticaron la postura oficial en pro del ex dictador.
En tanto, el nuncio apostólico del Vaticano en Chile, Piero Biggio, admitió hoy una posible gestión ``confidencial'' de la Iglesia católica para liberar al ex general detenido en Londres. No obstante, al término de una misa dijo desconocer los detalles de dicha gestión, aunque añadió que de conocerlos, tampoco los divulgaría.
Las declaraciones del nuncio fueron formuladas luego de que la Fundación Augusto Pinochet anunciara la recolección de firmas para pedir al papa Juan Pablo II que interceda por la libertad del militar retirado y actual senador.
Por su lado, manifestantes que apoyaban el pedido español de extradición contra Pinochet se congregaron en un parque del centro de Santiago, pero al concluir la multitudinaria concentración, grupos de jóvenes --algunos enmascarados-- apedrearon autos, levantaron barricadas y atacaron a la policía, que respondió con gases lacrimógenos y chorros de agua a presión para contener los disturbios.
Los carabineros arrestaron por lo menos a 60 personas bajo el cargo de agredir a la fuerza pública. Los manifestantes señalaron que a ellos los agentes los ``tratan duro, mientras que a los derechistas, que son los que han matado, los tratan blando''. Los arrestados, liberados más tarde, pretendían marchar hasta las embajadas de Gran Bretaña y de España, países vinculados a la captura de Pinochet, ejecutada el 16 de octubre.
El mitin fue convocado por la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos, el Partido Comunista, la Central Unitaria de Trabajadores y el Movimiento por la Dignidad Nacional, entre otros grupos, que calcularon la participación en 35 mil personas. Durante el acto, Sola Sierra, presidenta de la agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos, agradeció a la comunidad internacional, a las organizaciones humanitarias y a España y Gran Bretaña la detención de Pinochet, y exhortó a los chilenos a no aceptar la ``impunidad impuesta'', en alusión a la amnistía que dictó el ex gobernante de facto en 1978, por la que fueron exculpados los agentes de la dictadura (1973-1990).
Por su parte, el senador democristiano Jorge Lavanderos calificó de ``equivocada'' la actitud del gobierno del presidente Eduardo Frei frente a la detención del hoy senador. ``Los que luchamos contra Pinochet en la calle, los que sufrimos persecución y muchas veces la tortura y el asesinato, queremos decirle al ex presidente de facto que no habrá clemencia para él mientras sea soberbio y no pida perdón'', puntualizó Lavanderos. Sin embargo, descartó un eventual golpe de Estado si continua detenido el ex militar, al estimar que en las fuerzas armadas predomina hoy una tendencia ``profesional''.
La líder comunista Gladys Marín demandó la celebración de un plebiscito para que sea el pueblo el que decida si el general retirado debe ser procesado y en- carcelado en su país. También criticó al gobierno de Frei, al que atribuyó un compromiso político para proteger a Pinochet del enjuiciamiento por los abusos de la pasada dictadura.
Fuentes extraoficiales allegadas al palacio de gobierno señalaron que el mandatario solicitará a su colega brasileño, Fernando Henrique Cardoso, apoyo ante Gran Bretaña para obtener la liberación del ex dictador.