Kala Ruiz Ť Sixto Paz Wells (Lima, Perú, 1954), autodenominado contacto extraterrestre desde hace 20 años, considerado por él mismo y el gremio que investiga el fenómeno de ovni como el más serio y responsable enlace y quien ha viajado en tres ocasiones a otros planos dimensionales, autor de los libros Los guías extraterrestres, La Misión Rama y Contacto interdimensional, visita nuevamente la ciudad de México para dar a conocer el mensaje de los guías paraeste país, que le fue transmitido el 16 de noviembre de 1993. Dio una serie de conferencias en diferentes centros y librerías esotéricas y este sábado y domingo próximos dará un seminario llamado Entrenamiento para el contacto extraterreste, en la capilla del Instituto Cultural Helénico. Ayer, en El Gran Forum, dio lectura a la transmisión que le fue dada por su guía extraterrestre de nombre Oxalc, sobre este país.
``México en la transición hacia la cuarta dimensión está llamado a jugar el papel femenino del planeta. Ocupa, por su lugar, el polo femenino, mientras las montañas de Tibet, el masculino. Su papel es el del despertar colectivo de conciencia, de creatividad, de fundamento, de esperanza, de vida. Su despertar será violento, pero acrecentará la vibración positiva planetaria, única esperanza de contrarrestar la sombra negativa de la desintegración europea''.
Sixto Paz es actualmente el coordinador mundial de la Misión Rama, una acción de cooperación galáctica con la Tierra para prepararla hacia su tránsito a la cuarta dimensión, respaldada por guías provenientes de Ganímedes (satélite artificial de Júpiter), Venus y Alfa Centauro, enviados por el Gobierno de las Galaxias que conocemos como Vía Láctea y a la cual pertenece nuestro sistema solar.
Lo siguiente es un fragmento de la entrevista que sostuvimos con Sixto.
--¿Cuándo fue tu primer contacto?
--Hace 20 años, en enero de 1974. Todo empezó a través del fenómeno de la telepatía. Jugando con mi madre y mi hermana intentamos recibir un mensaje; esto a raíz de haber asistido a una conferencia que tocaba estos temas. Mi padre investigaba los ovnis como un hobbie desde los años 50. En ese ambiente familiar donde se hablaba siempre de estas cosas llegó un momento, cuando tenía 18 años, en que coincidieron varios acontecimientos. Surgió la posibilidad de que si existían extraterrestres y civilizaciones más avanzadas que las nuestras no sólo estarían llegando en sus naves, sino que mentalmente, en forma telepática, probablemente en sueños, podrían estar intentando esta comunicación. Nosotros, mi hermana, mi mamá y yo, buscamos un mensaje; lo recibimos y no creíamos que fuera cierto; al día siguiente lo volvimos a intentar con un grupo de amigos y un segundo comunicado llegó, siempre a través de la psicografía, en la que nos invitaban a comprobar, a corroborar que era cierto. Fuimos al lugar que nos señalaban en el mensaje, que era a 60 kilómetros al sur de Lima, y apareció la nave exactamente como lo habían anunciado. No hubo posibilidad de que nosotros lo imagináramos, porque éramos incrédulos; lo tomamos un poco de relajo; no creímos que fuera real. Apareció de pronto un objeto claramente definido, circular, y llegó a colocarse encima de nosotros. Posteriormente otro miembro del grupo empezó a recibir mensajes y los contactos se fueron extendiendo e involucrando a más y más personas. Una vez que entras en la cuarta dimensión no hay tiempo ni espacio, te puedes mover a través de ella, en sucesos que han pasado en otra época o cosas que van a suceder en el futuro.
--¿Cómo se elige a un contacto extraterrestre?
--Debo mencionar que yo no tuve contacto extraterrestre por mérito propio o por haber tenido una preparación especial, sino porque ellos quisieron tener contacto conmigo y con la gente con la que yo estaba.
--¿Qué es lo que ellos buscan en las personas con las que les interesa tener contacto?
--Que esa persona tenga un mínimo de desarrollo de esencia y predisposición, desde el nivel de facultades psíquicas o también una afinidad al tema, una vocación de servicio a la humanidad, hasta el valor suficiente para contar y vivir las cosas que le están sucediendo, sin importarle si los demás lo creen o no. Los guías no contactan a alguien para que esa persona se erija como un profeta de una nueva religión o se ponga al frente de un gobierno. No. Tengo que diferenciar que no estamos siendo visitados por una sola civilización, sino por varias, con las más diversas intenciones. Son muy pocos, muy pocos, los que vienen con malas intensiones, pero de que los hay, los hay.
--¿Qué pretenden los que vienen con malas intenciones?
--Lo que siempre ha sido la esencia del mal: división, dureza, muerte. Esto es precisamente lo que la política de manipulación en los países desarrollados persigue: que la gente más dúctil a la sugestión por medio de la información, crea que todo esto es una gran mentira, un gran montaje, y se genere miedo, un espíritu violento, de guerra. La perforación de la capa de ozono no sólo fue producida por la contaminación ambiental, los ionizadores o los aviones a propulsión; uno de los elementos que no se está tomando en cuenta es la llamada ecología psíquica. La tensión, la angustia, la depresión, en la que vive la humanidad, también precipító este daño, tanto como está atrayendo hoy el choque del asteroide que tanto se teme se estrelle contra la Tierra.
--¿Es verdad que un asteroide se perfila en su ruta contra la Tierra y es probable que choque?
--El problema de muy buenos contactados es que caen fácilmente en los fatalismos. Es una condición muy humana entrar en el fatalismo. El hombre es un ser cósmico experto en sabotearse a sí mismo. Después de muchos años de recibir mensajes y de ver que no pasa nada, se cae en la desesperación, en la angustia de que no vale la pena lo que se ha dicho, ya que el tiempo todos los tenemos encima. Entonces empezamos con los hechos catastrofistas. Yo también caí en esos errores.
--¿Los extraterrestres meditan?
--Por supuesto.
--¿Latinoamérica representa un lugar especial geográficamente para los extraterrestres?
--México tiene una misión cósmica. Ojalá no le dé la espalda y asuma todo el cambio vibracional, de tiempo, de la mexicanidad, del concepto de las 13 lunaciones del calendario maya. Más allá de los números, independientemente de tradiciones y leyendas es de todo conocimiento que la Tierra es como una gran nave o un terreno de experimentación donde han venido, donde esperan muchos de nosotros. Por eso partir del 11 de julio de 1991, fecha del eclipse de luna, la presencia de ovnis se ha incrementado.
--¿Cuándo va a suceder el contacto abierto con ellos?
--Falta muy poco tiempo; todo depende de nosotros, de la respuesta y la actitud que la humanidad tenga. Pero te puedo asegurar que falta muy poco. Se están dando cambios a nivel planetario a una velocidad vertiginosa. Yo no quiero que crean o no en extraterrestres o en mi viaje a su base en Júpiter, sino que crean en la esperanza.
--¿Cuándo fue tu último contacto?
--El último avistamiento programado fue el 16 de noviembre de 1993. En ese avistamiento la nave apareció, se colocó atrás de los cerros y empezó a bombardear una especie de flashazos de luz y de energía donde se está formando un nuevo xendra, o sea, una puerta hacia la cuarta dimensión. Esa puerta no sólo nos dará la facilidad de viajar como yo lo hice a Morlem en 1974; según ellos, esta experiencia es para que conozcamos el tiempo real del universo. El tiempo en el que realmente ellos se están moviendo.
--¿Qué sucede al atravesar la xendra o puerta dimensional?
--Es un fenómeno de teletransportación. En 1974 entré por la puerta dimensional; a través de ella tú estás proyectado a otro lugar, desapareces aquí y te proyectas allá. No estás completamente en ninguna parte, simplemente está dentro de la luz. Desaparecí dentro de la luz. No tuve sueño ni hambre, ni fui al baño, ni (tuve) ninguna necesidad fisiológica. El tiempo que estuve en Ganímedes visité Morlem, la ciudad Cristal, donde tiene su sede el Consejo de las Galaxias, y la ciudad Confraternidad, donde ellos tienen formalmente su organización y la sede del consejo de los 12 sabios menores que coordinan la Misión Rama. Ellos no son naturales de ahí; vienen de otro sistema solar, pero han adaptado la vida artificial en esos lugares.