PANORAMA

Detección de priones

Investigadores estadunidenses desarrollaron una nueva técnica rápida de detección de las enfermedades causadas por los priones -agentes infecciosos responsables del mal de las vacas locas-, la cual podría ser utilizada para diagnosticar la enfermedad de Creutzfeldt-Jackob en los seres humanos.

Esa técnica, elaborada por el equipo del doctor Jiri Safar, de la Universidad de San Francisco (California), y probada con éxito en hamsters, permite detectar en ocho horas cantidades muy pequeñas de proteína prión, partículas infecciosas causantes de las enfermedades neurodegenerativas humanas y animales.

Las técnicas de detección disponibles, que consisten en injertar en el cerebro de animales de laboratorio tejidos sospechosos de albergar priones infecciosos y en observar luego el desarrollo de la enfermedad, sólo permiten llegar a un diagnóstico seguro al cabo de 60 a 180 días, según los autores del estudio.

``Es un avance científico muy interesante'', comentó Safar. ``Aún debemos resolver algunas preguntas científicas sobre esa prueba, pero ya pasamos de la etapa del descubrimiento científico a la del desafío técnico'' subrayó el autor del estudio publicado en la revista Nature Medicine, quien trabajó con Stanley Prusiner, Premio Nobel 1997 de medicina por sus obras sobre los priones.

Como ya lo demostró Prusiner, el prión está presente en forma natura en el organismo de humanos o mamíferos. Cuando se transforma, por razones aún misteriosas, en agente patógeno, desencadena mecanismos que provocan luego la neurodegeneración del cerebro y la demencia.

La nueva prueba de detección permite diferenciar la forma particular tomada por el prión que se volvió peligroso de la que presenta cuando es inofensivo.

Durante las experiencias realizadas con los hamsters, los investigadores californianos pudieron detectar ocho cepas de priones infecciosos. Estas se distinguen por la rapidez con la que desarrollan la enfermedad.

Según sus ideólogos, la técnica permitirá detectar la versión humana de la enfermedad de Creutzfeldt-Jackob. También podría ser usada a gran escala para analizar carnes destinadas al consumo.

Tal como lo reveló en 1997 la crisis de las vacas locas en Europa, es ``muy probable'', según los científicos, que el consumo de bovinos contaminados por esa enfermedad pueda provocar en el ser humano una forma del mal de Creutzfeldt-Jackob.

Varias decenas de personas, principalmente en Gran Bretaña, murieron en los últimos años debido a esa enfermedad, casi con seguridad luego de haber comido carne de vaca contaminada en la década de los 80. (Afp)