Astrónomos encontraron más evidencia de que Europa y posiblemente Calisto, lunas de Júpiter, tengan océanos líquidos bajo la corteza de hielo cristalizado. Las pruebas indican que debajo de la corteza de Europa se formó una grieta por donde corre un océano de agua caliente y salada, en el que teóricamente puede existir vida. La sonda espacial Galileo ha estado en la órbita del coloso desde 1995, y ha recolectado datos que demuestran que esos satélites ocasionan disturbios en el campo magnético del planeta. Aquí una gráfica de Calisto realizada por la NASA Ť Foto: Reuters