PARA IR

34 años del Museo de Historia Natural

Ubicado en la segunda sección del Bosque de Chapultepec, el Museo de Historia Natural (MHN) de la ciudad de México cumplió, el sábado 24 de octubre, 34 años de existencia.

Inmerso en un proceso de renovación y actualización total de sus guiones científico y museográfico -proceso impulsado y dirigido por el museógrafo Marco Barrera Bassols con base en el atractivo concepto Trópico lunar- que se prolongará por dos años cuando menos, el MHN ha proporcionado a sus visitantes una amplia panorámica sobre temas como el universo, la Tierra, origen de la vida, taxonomía, adaptación de los seres vivos, evolución, biología, el hombre, y biogeografía, todo ello en nueve salas de exposición permanente y 7 mil 500 metros cuadrados de superficie que en sus momentos iniciales fueron punta de lanza en América Latina y visita obligada para los niños de primaria, como parte de una expedición que la Secretaría de Educación Pública consideraba parte de la formación escolar.

Transcurridas más de tres décadas desde su inauguración -en las que fue perdiendo actualidad-, el MHN, adscrito al gobierno de la ciudad de México, prepara su inserción en el siglo XXI incorporando a su propuesta museográfica un discurso con énfasis, por un lado, en el papel de la especie humana como una pieza más del complejo engranaje que es la naturaleza, y por otro, en los cambios sustantivos que la crisis ambiental ha originado en la visión de las ciencias con respecto al entorno natural. Es decir, presentar los nuevos paradigmas de la museología y el conocimiento científico.

Actualmente, el MHN presenta al público la atractiva exposición Estridencias de la selva. Los insectos de las selvas húmedas de México, integrada por 56 fotografías del biólogo y fotógrafo mexicano Claudio Contreras y una ambientación sonora de Ariel Guzik.