La Jornada 25 de octubre de 1998

Busca el Cinvestav promover la vinculación entre IP e investigadores

Salvador Guerrero Chiprés /I Ť Promover la articulación de empresarios nacionales e internacionales con el desarrollo de la ciencia, mejorar la administración de los recursos -cuyos controles se han quintuplicado- y aminorar la tendencia que desplaza al trabajo colectivo en beneficio del individual son desafíos de la práctica científica nacional, considera el director general del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), Adolfo Martínez Palomo.

Atacada por crisis recurrentes de carácter presupuestal, en el último lustro del siglo la ciencia ha aprendido a ``sortear la crisis'', se prepara para enfrentar años difíciles y busca ahora mejorar la administración de los recursos públicos que representan la mitad de los que serían ideales en un país en desarrollo, así como responder a las urgencias de la ciencia básica y a las derivadas de los grandes problemas nacionales, afirma en entrevista quien ha sido presidente de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Nacional de Medicina de México.

A la cabeza de la segunda institución científica más importante de México -sólo después de la UNAM-, Martínez Palomo sostiene que en el Cinvestav, con una cantidad equivalente a la cuarta o quinta parte del presupuesto para apoyo de la ciencia que se ocupa en aquélla, el organismo del IPN genera la tercera parte de la investigación científica respecto de la universidad. Reúne a más de 500 investigadores y mil 200 estudiantes de maestría y doctorado en áreas de ciencias exactas, salud, ingeniería y educación, distribuidos en la sede de Zacatenco y en las ubicadas en Saltillo, Mérida, Irapuato, Querétaro y Guadalajara.

Creado a partir de un decreto del presidente Adolfo López Mateos en abril de 1961, el Cinvestav tiene un presupuesto para investigación científica de casi 500 millones de pesos, ``si no aparece otro recorte'', informa Martínez Palomo, nombrado desde 1984 miembro del comité de expertos en enfermedades parasitarias de la Organización Mundial de la Salud y reconocido como autoridad mundial en investigación de la amibiasis, una infección característica del subdesarrollo.

Sobreviviente fortalecido de las crisis que ha sacudido la investigación científica y la educación, el Cinvestav, agrega, es demostración de aprendizaje ante la adversidad presupuestal y ejemplo de que la ciencia en México ``es buena, ciencia pequeña y ciencia en expansión''

``Al hablar de la ciencia en México, lo primero que debemos recordar es que es una actividad relativamente reciente, que data de poco más de 50 años. Mis maestros fueron los primeros que empezaron a hacer ciencia de tiempo completo. Entonces, siendo una actividad reciente, es difícil que haya logrado incidir como quisiéramos. De cualquier manera, empieza ya a ser parte de nuestra cultura y a tener una incidencia importante en los aspectos productivos y en la mejoría de la sociedad. No hay duda de que es una ciencia que está en plena expansión, a pesar de las limitaciones que hemos tenido en la década anterior y en ésta, con limitaciones presupuestales y dificultades de todo tipo. Pero no hay duda de que está avanzando. Y tal vez lo que tenemos que reconocer es que lo ha hecho más la ciencia básica que la tecnología y esto es algo que estamos tratando de atender en todas las instituciones: que haya un balance entre el crecimiento de la ciencia y el de los esfuerzos tecnológicos''.

Rigurosa calidad

En cuanto a producción de artículos científicos en revistas internacionales ``como factor de impacto'', el Cinvestav ocupa el segundo lugar en México. La cifra es igual a la suma de los elaborados en instituciones que están en los lugares tercero y cuarto. Martínez Palomo, quien está en el último año de un primer cuatrienio de gestión, asegura que en términos de la producción de maestros y doctores el centro es una institución eficiente: en los últimos diez años se duplicó la tasa de egreso de maestría y se triplicó la de doctorado.

Prefiere no enlistar las investigaciones de mayor alcance ``por respeto al trabajo de todos,'' y añade:

-Aquí se están haciendo aportaciones de importancia nacional. Creo que el ejemplo más importante del Cinvestav para el país y para América Latina es que es una institución pequeña que tiene estándares muy rigurosos de calidad, de excelencia, para la realización de la investigación científica. La formación de científicos puede ir creciendo paulatinamente, puede ir mejorando y llegar a ser competitiva no sólo nacional, sino internacionalmente. El Cinvestav tiene una exigencia y una productividad comparables a las de las mejores instituciones de América Latina. Nuestro reto, ahora con la globalización, es ser competitivos no solamente en el ámbito nacional o latinoamericano, sino en el ámbito mundial, como lo sabe ya un buen numero de grupos que trabajan aquí. El reto ahora es que genéricamente toda la institución empiece a moverse, a ser competitiva con los estándares internacionales más altos.

Hace 36 años, los objetivos del Cinvestav fueron ``muy precisos, pero enormemente ambiciosos''. Tomó décadas cristalizar una institución que pudiera ser capaz de abordar esta temática, dice Martínez Palomo, ``pero creo que se está por fin atendiendo a lo que se estipuló''. El esfuerzo de aquella época, abunda, provenía de unas cuantas instituciones y de individuos notables por su capacidad de esfuerzo aislado.

``Una preocupación que yo tengo -plantea- es que los procedimientos de evaluación y de retribución en la actividad científica tienden a promover la actividad individual por encima de la actividad de grupo. Y esto creo que nos está haciendo que perdamos competitividad en México. Estos grandes retos sólo se pueden abordar en forma de grupos interdisciplinarios, interinstitucionales, y esto no lo contemplan los sistemas de evaluación que se están promoviendo. La evaluación es exclusivamente individual y se premia el esfuerzo individual, pero no el colectivo. El futuro de la investigación en México dependerá, en buena medida, de que haya una mezcla del estímulo suficiente para que los investigadores tengamos metas más ambiciosas''.