Legisladores priístas alientan el porrismo, afirman alumnos
Humberto Ortiz Moreno Ť Entre rumores y amenazas de una agresión inminente de grupos de choque, representantes estudiantiles de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), preparatorias, colegios de Ciencias y Humanidades, del Conalep y hasta de la Universidad de la Chontalpa, en Chiapas, exigieron al gobierno federal y a la UNAM definir una posición en torno al porrismo cuya actividad, advierten, está a punto de provocar violencia masiva en los planteles de educación media superior del Distrito Federal.
Reunidos con autoridades capitalinas, los delegados responsabilizaron abiertamente a la senadora Elba Esther Gordillo, al diputado Manuel Aguilera, a la rectoría de la UNAM, a los ex delegados José Parcero López y Jesús Flores Palafox --en el caso de la Gustavo A. Madero--, y en general a la Secretaría de Gobernación de promover y patrocinar el porrismo como método de represión de los movimientos estudiantiles, en una especie de repetición de los hechos del 68, pero ahora con la modalidad de imponer el Plan Barnés y el modelo educativo oficial.
Increpados en todo momento, presionados, cuestionados por el alumnado activista de diversos centros educativos agobiados por los porros, pero conscientes de que el asunto ya rebasó el ámbito local, René Torres Bejarano, representante del gobierno cardenista de la ciudad, y René Gómez Tagle, coordinador de Seguridad Pública de la delegación Gustavo A. Madero, salieron trabajosamente al paso de los reclamos, reconocieron la gravedad del problema y se comprometieron, sin acuerdos concretos con sus interlocutores, a analizar riesgos y posibilidades de un mínimo plan emergente, con operativos de reacción inmediata, para combatir y desaparecer a esos grupos de agitadores.
Tras casi cinco horas de escuchar denuncias y enfrentar la desconfianza del estudiantado, en la sede de un CCH-Vallejo hostilizado permanentemente por El Mega y su banda, Torres Bejarano recordó sus tiempos de activista; legitimó acciones como el cierre de avenidas cuando las autoridades no dan respuestas a los ciudadanos, y dijo a los alumnos que deben ``estar dispuestos a todo, en determinado momento, porque son grupos canijos, duros, organizados...''.
En consecuencia, el naciente movimiento de alumnos de planteles de educación media superior, cuyos principales dirigentes levantan en estos días una consulta en la capital para orientar las acciones inmediatas contra el porrismo, convocó a una marcha para el 28 de octubre hacia Gobernación, a fin de reclamar al titular, Francisco Labastida, una aclaración sobre la operación de grupos porriles y, por tanto, un deslinde de responsabilidades.
Edgar Blasio, representante del CCH-Vallejo, se manifestó por realizar una campaña de denuncia para señalar con nombres y rostros a los porros desde el propio salón de clases. En respuesta, el director Ramón Paredes Pérez rechazó implicarse en las demandas de los alumnos, quienes le retiraron su respaldo en el acto.
``¡Denuncien para poder actuar!'', fue la convocatoria que Rodolfo Juárez Gallegos, delegado de la Procuraduría General capitalina en la Gustavo A. Madero, hizo desde el comienzo del Diálogo Público contra el Porrismo que organizó el Consejo Estudiantil Universitario del plantel.