La Jornada 19 de octubre de 1998

Imagen y memoria ofrece nuevas avenidas de pensamiento: Watriss

Merry Mac Masters Ť Desplegar diferentes maneras de ver lo que ha salido de Latinoamérica, de sus fotógrafos, generando ideas en torno de lo hecho a la vez que hacer ``descubrimientos'', pero no definir en lo que ha consistido el trabajo de la lente en esa región, es el propósito del grueso tomo Imagen y memoria: fotografía de América Latina, 1866-1994 (University of Texas Press, 1998), editado por Wendy Watriss y Lois Parkinson Zamora, en asociación con el festival bianual FotoFest, de Houston, que acaba de recibir el galardón como ``mejor libro de fotografía del año'' que otorga Main Photographic Workshops.

En su introducción, Watriss lo llama un libro ``idiosincrático'', ya que no pretende examinar cada uno de los países ni intenta mostrar el mayor número de fotógrafos posible. La directora, junto a Fred Baldwin de FotoFest, señala: ``aquel gran libro todavía está por hacerse''.

Los 500 años del encuentro de Europa con América, celebrado en 1992, fue el detonador de lo que sería Imagen y memoria. La fecha propició una nueva mirada a la historia, producción y expresión creativa de la fotografía en Latinoamérica, Watriss y Baldwin realizaron varios viajes a la mayoría de los países del área, reuniéndose con académicos y curadores.

Asimismo, fueron montadas cerca de 15 exposiciones que revisaron la forma en que importantes géneros fotográficos se manifestaban en diferentes momentos de la historia latinoamericana, así como los modos en que se reflejaban ideas estéticas, y su interacción con las realidades socio-políticas y económicas de la región. De manera que ``hay guerra; imaginería abstracto-conceptual; pobreza; retratos de naturaleza clásica; trabajo documental, y obra no representativa''. También hay un tipo de producción que Watriss, en entrevista, describe como ``seudodocumental''. Así se refiere a la obra de Flor Garduño (mereció una exposición individual en FotoFest 92), única mexicana incluida en el libro.

Transitar de lo exótico a lo típico

Watriss, fotógrafa, explica: ``en 1992 Flor no era muy conocida fuera de México y no había tenido una gran exposición en Estados Unidos. Pensamos que era importante tener a alguien de México que hacía referencia al impacto ejercido por (Manuel) Alvarez Bravo, a quien no sentíamos que era necesario mostrar de nuevo. Graciela Iturbide y Pedro Meyer eran conocidos en EU''.

Imagen y memoria, entonces, surgió como respuesta del público a las exposiciones cuyo contenido fue juzgado como una ``rica colección de obra que desplegaba nuevas avenidas de pensamiento''. Aunque el libro comprende obra de 12 países, Watriss enfatiza el hecho que también aporta al ``pensamiento crítico de Latinoamérica''. Contrario a lo que suele suceder con libros de este tipo editados en EU, los autores de los textos o son de la región, como el brasileño Boris Kossoy y el peruano Fernando Castro o, como Lois Parkinson Zamora, que es profesora de literatura comparativa latinoamericana y estadunidense, han trabajado dentro del área. Igualmente hay que mencionar a la mexicana de origen, Marta Sánchez Philippe, quien armó lo que pretende ser ``una de las más grandes bibliografías'' de libros y catálogos de fotografía del subcontinente.

Si el volumen está concebido como foro de reflexión, Watriss afirma que la fotografía latinoamericana ha alcanzado una edad en que se empieza a mirarla con madurez y dentro de su contexto. Más allá de los que escriben acerca de la fotografía, empiezan a darse otros, de una amplia cultura, pero cuyo enfoque es el arte de la lente en vez de venir de la literatura y la historia. Y eso indica que la fotografía tiene suficiente interés intelectual y artístico para tener sus propios eruditos.

Presente en la entrevista, el historiador y fotógrafo Boris Kossoy, autor del texto ``La fotografía en Latinoamérica en el siglo XIX. La experiencia europea y la experiencia exótica'', se refirió a su interés por ``el exotismo'', algo del cual todo el mundo habla pero nadie sabe de dónde viene. Lo importante, señaló, es mostrar que la experiencia latinoamericana fue europea, que empieza por un descubrimiento ``aislado'' en las Américas: ``desde 1976 manejo la tesis de que Hércules Florence, en Brasil, hizo experimentos precursores contemporáneos a los de Daguere''. Agregó que la fotografía siempre anda junto con la ideología, misma que determina la estética de la representación. Hay una experiencia ``exótica'' que se vive en Europa, cuando se ve la imagen de personas ``inferiores'' multiplicada. Luego, lo ``exótico'' del pasado se transformó en lo ``típico'' de hoy. Por típico Kossoy se refiere a ``las revoluciones, la miseria económica y social, los sistemas de tortura''. Es decir, ``Latinoamérica siempre estuvo en la prensa mundial a partir de estas desgracias nacionales''.