La Jornada 18 de octubre de 1998

Vuelve el EZLN al diálogo, pero no con el gobierno

Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 18 de octubre Ť El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) informó que reanudó los ``contactos públicos'' con la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) pero advirtió que, como antes, a ambos les esperan ``tiempos difíciles'' porque en el Ejecutivo federal ``no hay voluntad de paz y no hay más interés que el de un golpe militar rápido y certero''.

El EZLN anunció también que ya nombró a 30 delegados que lo representarán en el encuentro con la sociedad civil, a realizarse del 20 al 22 de noviembre en esta ciudad, a fin de tratar lo relacionado con la consulta sobre la propuesta de ley indígena de la Cocopa, la lucha por la paz en México y la situación nacional.

En un comunicado dirigido a la Cocopa, el grupo rebelde señala: ``Hemos pensado que el puente entre los zapatistas y los legisladores de la Cocopa intente su reconstrucción a partir del punto en el que se suspendió -en enero de 1997-, pero el problema ahora es cómo hacer para reconstruir el camino de la paz a pesar del guerrerismo del Ejecutivo, y cómo hará la Cocopa para recuperar la confianza, la credibilidad y la eficacia que había alcanzado hasta el momento en que fue golpeada por el no de Zedillo''.

Considera que ``no es posible'' que la comisión sea un puente hacia el gobierno porque ``en el Ejecutivo no quieren los puentes de paz, que le ofrecían Cocopa y Conai, sino los abismos de la guerra que le ofrecen sus asesores''.

Nuevo llamado de los zapatistas a la sociedad civil

Sin embargo, agrega, ``quisiéramos pensar que hay otros y otras que sí desean la paz y habrá que tender los puentes hacia allá'', por lo que los zapatistas están haciendo un esfuerzo y apelando otra vez a quienes han sido fundamentales en este proceso, como la sociedad civil. ``A esto sumamos ahora el llamado al Congreso de la Unión para que aporte a la paz y se una al esfuerzo por detener la guerra de exterminio que el Ejecutivo federal perpetra en el sureste indígena mexicano''.

El último contacto público entre la dirigencia del EZLN y los integrantes de la Cocopa se dio el 11 de enero de 1997, en la comunidad La Realidad, cuando el grupo armado rechazó la contrapropuesta gubernamental al proyecto de ley que sobre derechos y cultura indígenas elaboró la comisión legislativa el 29 de noviembre de 1996, y la cual abría la esperanza de que la paz se firmara en marzo de 1997.

A finales de 1996 ``se tuvo la paz al alcance de la mano y del tiempo'', y entonces no se hablaba de que el conflicto podía durar uno, dos o cinco años, que son los plazos que ahora se plantea el señor (Francisco) Labastida, (secretario de Gobernación), sino de que se podía tener la paz firmada ¡en marzo de 1997!'', indica el Ejército Zapatista en el comunicado de tres cuartillas firmado por el subcomandante Marcos.

Asimismo, acusa al presidente Ernesto Zedillo de ser ``el responsable de que la paz con justicia y dignidad no llegara a suelos indios'', pues hizo ``asunto personal de una cuestión nacional'', pero los problemas de Estado ``no se pueden resolver como si fueran de la vida personal''.

Sostiene que el presidente Zedillo -a quien no menciona por su nombre y sólo identifica como ``el que reside en Los Pinos''- hizo que prevalecieran ``su rencor y sus fobias, y dio luz verde a los que querían y quieren responder con destrucción al reclamo de justicia, los que contraponen muerte a la dignidad, los que oponen la mentira a la verdad y la guerra a la paz''.

Tres comunicados

El grupo armado envió hoy otros tres comunicados: dos están dirigidos a la sociedad civil nacional y uno más al gobernador del estado de Chiapas, Roberto Albores Guillén.

En uno de los primeros da a conocer que los 30 delegados que ha nombrado para el diálogo con la sociedad civil, del 20 al 22 de noviembre próximo en esta ciudad, llevarán las propuestas zapatistas en lo referente a la consulta nacional sobre el proyecto de ley indígena de la Cocopa y la posición rebelde sobre los distintos temas que se tocarán en la reunión.

El EZLN pide al grupo de la sociedad civil que en meses pasados lo invitó a sostener un encuentro, que nombre una comisión organizadora de la reunión, que sea plural y amplia, representativa, con sus funciones bien delimitadas, eficaz, abierta y con igual número de representantes de cada uno de los diversos grupos y actores que asistirán.

Debido a los ``problemas de militarización creciente en la zona zapatista'', las dificultades económicas para el traslado continuo a la región y la falta de fluidez necesaria para la comunicación, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional acordó que para el enlace entre éste y la comisión organizadora del encuentro se usará la comunicación pública.

Además, menciona que ha solicitado a los poetas Juan Bañuelos y Oscar Oliva -quienes fueron integrantes de la autodisuelta Comisión Nacional de Intermediación (Conai)- que sirvan de puente entre el Ejército Zapatista y la comisión organizadora, cuando esto sea posible y necesario.


Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

México, octubre de 1998.

A la Comisión de Concordia y Pacificación.

Congreso de la Unión.

México.

Señoras y señores legisladores:

Les escribo a nombre de los hombres y mujeres que forman el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Hemos pensado que el puente entre los zapatistas y los legisladores de la Cocopa intente su reconstrucción a partir del punto en el que se suspendió.

Tal vez ustedes recuerden el último contacto directo entre miembros del CCRI-CG del EZLN y miembros de la Cocopa, en el mes de enero de 1997. En ese entonces recaía sobre el senador don Luis H. Alvarez la responsabilidad de la presidencia de la comisión legislativa. Un poco antes, en diciembre de 1996 y en el mismo periodo de su presidencia de la Cocopa, esa instancia legislativa intentó coronar un largo y accidentado batallar por ayudar a la paz. Dos años cumplía entonces la Cocopa y no había sido poco ni despreciable lo que había abonado en el proceso de diálogo y negociación entre el Ejecutivo federal y el EZLN. Después de haber vencido nuestra desconfianza y haberse ganado a pulso nuestro respeto, después de haber sorteado ataques públicos, privados y secretos de parte del gobierno y de otras fuerzas también interesadas en que el conflicto no se resolviera por medios pacíficos, después de haber batallado a su interior para lograr que los intereses de la nación lograran imponerse a los comprensibles intereses de partido y los ya no tan comprensibles intereses personales, la Comisión de Concordia y Pacificación había logrado convertirse, por mérito propios, en el actor principal de una paz que estuvo entonces a un paso y luego se fue haciendo añicos conforme avanzaban la cerrazón, la intransigencia y la violencia gubernamentales.

Creo que todos ustedes estarán de acuerdo conmigo que en ese largo batallar, y en las pequeñas y grandes victorias que entonces obtuvieron como comisión legislativa, tuvo un papel protagónico y esencial el senador Heberto Castillo. Desgraciadamente para la causa de la paz y felizmente para quienes anhelan la guerra del poderoso, don Heberto murió y dejó un vacío no sólo en la Cocopa, también en todo el proceso de paz y, especialmente, en la historia de esos días y noches de este México de fin de siglo.

He escrito ``un largo y accidentado batallar por ayudar a la paz''. Sí, no fueron pocos los obstáculos que tuvieron que enfrentar para ir construyendo esos dos basamentos sin los cuales cualquier diálogo y negociación son imposibles: la confianza y la credibilidad. Algunos de los obstáculos ya se encontraban ahí, otros se les fueron apareciendo a medida que iban teniendo éxitos y protagonismo en el proceso de paz.

Pero en fin, nada tenemos que contarles de todo esto, pues algunos de ustedes estuvieron presentes en todo ese proceso. Pero lo que sí señalamos es que, a final de esa ruta de la que ustedes tendrán seguramente más detalles que los que ahora podamos aportar nosotros, se tuvo la paz al alcance de la mano y del tiempo. Ustedes, seguramente, recuerdan que entonces, diciembre de 1996 (¡hace casi dos años!), no se hablaba de que el conflicto podía durar ``uno, dos o cinco años'' (que son los plazos que ahora se plantea el señor Labastida), sino de que se podía tener la paz firmada ¡en marzo de 1997! ¿No es eso hace 20 meses? ¿No es eso antes de los crímenes de Acteal, de Chavajeval y Unión Progreso? ¿No es antes de esa triste mascarada llamada ``Fobaproa''? ¿No es antes de la visita del señor Annan y la creciente preocupación de la comunidad internacional por ``esos cuatro municipios'' con los que la inefable Secretaría de Gobernación define la rebeldía zapatista? ¿No es antes del inexorable derrumbe del frágil castillo marcroeconómico en el que se ha encerrado el señor Zedillo? ¿No es antes de este año 2000 disfrazado de 1998?

Pero ustedes lo saben bien porque fueron testigos y actores privilegiados, todo se hizo pedazos en unos cuantos días. ¿Culpa de los ``chinchones'' a los que era o es afecto el ahora ex secretario de Gobernación? No, ahora sabemos que no. El responsable de que la paz con justicia y dignidad no llegara a suelos indios es el que reside en Los Pinos. Con un temor sólo tan grande como su impericia, él hizo asunto personal de una cuestión nacional. Pero los problemas de Estado no se pueden resolver como si fueran de la vida personal, y él hizo que prevalecieran su rencor y sus fobias y dio luz verde a los que querían y quieren responder con destrucción al reclamo de justicia, los que contraponen muerte a la dignidad, los que oponen la mentira a la verdad y la guerra a la paz. No, él pudo pero no quiso.

Al retractarse de su aceptación de la propuesta de reforma constitucional elaborada por la Cocopa, el señor Zedillo no sólo se retractaba de su palabra empeñada en la firma de los acuerdos de San Andrés en materia de derechos y cultura indígenas, también rompía en pedazos la confianza y la credibilidad en su administración. El derrumbe de la esperanza de una paz firme y rápida arrastró en su caída a la Comisión de Concordia y Pacificación. Con eso no sólo se arruinó la oportunidad de una paz rápida, también se vino por tierra todo el trabajo que, para ganar confianza y credibilidad, habían realizado los legisladores, ¿Cómo podría tener viabilidad cualquier propuesta de coadyuvancia de la Cocopa si se le saboteaba sistemáticamente? ¿Qué confianza podíamos tener nosotros si no se escuchaba ni hacía caso a quienes hacen las leyes de este país? ¿Qué podíamos esperar nosotros si la respuesta a los esfuerzos de paz del Congreso se respondía con la burla y la marrullería?

Entonces confiamos y creíamos que, en el gobierno, la voluntad de paz era verdadera y el interés en una solución rápida era grande. Pero nos equivocamos. Ahora sabemos que en el Ejército federal no hay voluntad de paz y no hay más interés que el de un golpe militar rápido y ``certero''.

El problema ahora es cómo hacer para reconstruir el camino a la paz, a pesar del guerrerismo del Ejecutivo. Y también cómo hará la Cocopa para recuperar la confianza, la credibilidad y la eficacia que había alcanzado hasta el momento en que fue golpeada por el ``NO'' de Zedillo.

Tal vez el error estuvo en suponer que la Cocopa podía ser un puente entre el EZLN y el gobierno y que, gracias a ese puente, se podía llegar a acuerdos y cumplirlos. Ahora sabemos que no era NI ES posible, la Cocopa (ni nadie que quisiera la paz) podía o puede ser puente hacia el gobierno. No podía ni puede por la sencilla razón de que en el Ejecutivo no quieren los puentes de paz que le ofrecían la Cocopa y la Conai, sino los abismos de la guerra que le ofrecen sus asesores.

Pero si del lado del Ejecutivo federal no se quiere la paz, quisiéramos pensar que hay otros y otras que sí la desean y habrá que tender los puentes hacia allá.

Ahora estamos haciendo un nuevo esfuerzo y estamos apelando otra vez a quienes han sido fundamentales en este proceso, a esos hombres, mujeres, niños y ancianos que se hacen voluntad y acción colectiva bajo el nombre de ``sociedad civil''. A estos sumamos ahora el llamado al Congreso de la Unión, para que aporte a la paz y se una al esfuerzo por detener la guerra de exterminio que el Ejecutivo federal perpetra en el sureste indígena mexicano.

En fin, como les decía al principio, estamos tratando de retomar el puente con la comisión legislativa y retomarlo justo donde quedó. Por eso esta carta y este breve recuento de historias y retos pendientes, por eso este breve trazo de lo que puede ser camino de paz o nueva frustración. Ahora, como antes, nos esperan tiempos difíciles. El cálculo torpe del gobierno sobre el proceso electoral de 1997 arruinó el proceso de paz y el esfuerzo conciliador de la Cocopa. Las complicaciones en el escenario político se repiten y aumentan hoy.

Señoras y señores, legisladores federales que forman la Comisión de Concordia y Pacificación:

A nombre de los niños, ancianos, hombres y mujeres zapatistas, y con la representación del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, les comunico que, con esta misiva, reiniciamos los contactos públicos entre el EZLN y la Comisión de Concordia y Pacificación. Es todo.

Desde las montañas del sureste mexicano.

A nombre del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Subcomandante insurgente Marcos.

México, octubre de 1998.


Ejército Zapatista de Liberación Nacional

México, 12 de octubre de 1998:

A la sociedad civil nacional y a los asistentes a la reunión de trabajo para la preparación del encuentro entre el EZLN y los firmantes, los firmados y los que no son firmantes ni firmados, pero quieren encontrarse.

(Por sus siglas: AALRDTPTPDEEEEYLFLFYLQNSFNFPQE ¡uf!)

Hermanos y hermanas:

Saludos, reverencias, apretones de mano, abrazos, respetuosas inclinaciones de cabeza. Por acá, a la simulación de la ayuda a los afectados por las lluvias se sumó la grotesca opereta de unas elecciones locales que, no obstante despensas y amenazas, no lograron convocar ni a la cuarta parte de los posibles electores. Así, remendando telones y gastadas escenografías, los gobiernos federal y estatal apuestan no ya a que les crean sus mentiras, sino a que ya no produzcan escándalo ni indignación. Apuestan al cansancio y a que la pirotecnia de una sucesión presidencial adelantada los distraiga a ustedes y a nosotros de olvidos, de postergaciones, de triunfos jurídicos de la usura (¡ah, el estado de derecho! ¡Tan lejos de la justicia y tan cerca del crimen!), de arbitrariedades y de catástrofes naturales y neoliberales. Pero ni nos cansamos, ni nos distraemos, ni nos olvidamos, ni nos postergamos. Esperamos y preparamos.

Y, hablando de preparativos, hace unos días nos llegó un documento con las principales propuestas e ideas que se hicieron en su reunión de ustedes del día... el día... no sé qué día, pero ya tiene días que se reunieron. Aquí les mandamos una respuesta de lugar y fechas para el encuentro. Mientras nos encontramos, seguiremos usando estas cartas que algunos llaman ``comunicados'' y que no son más que puentes para salvar distancias y diferencias y así nos va.

Y las cosas no son tan fáciles. Aquí tiene usted, por ejemplo, estas hojas de papel en tinta (o esta pantalla de Internet con lucecitas, porque tampoco se trata de olvidar que estamos en la era de las superautopistas informativas). Usted lee estas letras y, con un poco de suerte, consigue entender lo que dicen. Y a usted le parece fácil, ahí están las letras ya, acomodadas de una forma que puede o no agradarle, pero comprensible y, en todo caso, el trabajo es suyo de usted, porque tiene que hacer que las letras se agrupen y produzcan eso que algunos llaman palabras, y conseguir que adquieran un sentido. Pero no se crea, convocar a todas estas letras fue harto difícil, lograr que se estuvieran quietas requirió látigos de siete colas, amenazas de todo tipo, súplicas, ruegos y promesas. Después vino la pesadilla, intentar una y otra vez armar el rompecabezas de modo que se aproximara, así sea medianamente, al otro rompecabezas que tenemos en la cabeza. Entonces, y sólo entonces, vienen la ciencia y el desarrollo tecnológico a socorrernos y optamos entonces por el muy eficiente y eficaz mecanismo que consiste en hacer un barquito de papel, pintarle una banderita con un cráneo feroz soportado por dos tibias cruzadas, ponerle encima un monito de hule que me regaló la mar y que no sabía (el monito) que su futuro sería el de ser marinero de tan frágil embarcación.

Y entonces sigue esperar la lluvia, que en estos tiempos no tiene remilgos ni consideraciones, y ahí viene un arrollito con ramitas y lodo y ya después se aclara el arrollito y sigue poner el barquito de papel con rumbo a Occidente y montaña abajo, y horas después (créanme que no falla) aparece el barquito de papel ya desarmado en medio de su periódico o en la pantalla de su computadora y se lee arriba: ``Ejército Zapatista de Liberación Nacional'', y un poco más abajo dice: ``A la sociedad civil y a etcétera'', y usted sabe que esas letras van dirigidas a usted y se pone a leer y hace su esfuerzo por armar el rompecabezas y nos-otros acá tristes no por el armado de rompecabezas, sino porque el barquito de papel se desarmó y es una lástima, viera usted qué bonito, con qué gallardía sorteaba tronquitos, piedritas y sapos no tan ``itos'', y entonces la tristeza la curamos haciendo más barquitos de papel y el Pedrito dice que mejor caballos y yo que mejor caballitos de mar y pronto tengo una flota con todo y su portaviones y el Pedrito necio con los caballos, y mientras a mi estupenda flota la lluvia la vuelve a la realidad, o sea al lodo, y por eso le escribimos a usted, porque la esperanza es también un barquito de papel, un no que se transforma en sí. Y entonces me acuerdo que el otro día leí al Benedetti, que es un hombre que mira al cielo, y veía él una estrella fugaz y pedía muchos deseos que son un solo deseo y, por ejemplo, pedía que los justos ``empuñen todos sus noes para instalar la gran afirmación'', y ya sé que el Benedetti dice que es uruguayo, pero no le crea usted, sólo lo dice para inquietar dictaduras dictablandas y para molestar en esas aduanas y fronteras con las que los de arriba fragmentan el sueño de los de abajo y abajo, por lo regular, sueñan noes y de eso se trata, digo yo, si encontramos y juntamos todos los noes que, como los justos, son la inmensa mayoría en este país, entonces tal vez podríamos intentar armar el rompecabezas del mañana y encontrarnos con que tantos noes bien acomodados, es decir, con justicia y dignidad, vienen a dar un sí que no es muchos síes, pero vale tanto como los noes que lo parieron, y ahora me acuerdo que el Viejo Antonio decía que dialogar es como armar un rompecabezas y tal vez no lo dijo el Viejo Antonio, pero debió haberlo dicho y a lo mejor por eso están estos puentes que son barquitos de papel desarmables, o sea, porque nosotros decimos muchos noes y ustedes dicen muchos noes y a lo mejor ustedes y nosotros sospechamos que sus noes de ustedes y los noes nuestros son los mismos noes, digo yo, ¿no?

Así que ahí nos miroleamos (que viene del verbo ``mirolear'', acción de mirarse conjuntamente en reciprocidad mutuamente). Lleve usted sus noes medianamente ordenados (porque tampoco se trata de nonear -acción de repartir noes- a tontas y a locas), nosotros llevaremos los nuestros en barquitos de papel, así si no llega nadie a encontrarse con nosotros podremos ponerlos en los arrollitos que, es seguro, no faltarán.

Vale. Salud y que las miradas y las palabras unan mañanas.

Desde las montañas del sureste mexicano.

Subcomandante insurgente Marcos.

Octubre de 1998.

Para: Roberto Albores Guillén y la Procuraduría de Justicia del Estado de Chiapas.

Luego los atiendo. Mientras aquí les mando para que se entretengan un rato. No se atasquen y dejen algo para cuando les toque ser huéspedes de las cárceles que prometen.

Desde las montañas del sureste mexicano.

Subcomandante insurgente Marcos.

México, octubre de 1998.

P.D.: Ahí se lo reparten (``Bobby'', deja algo para los otros). Y perdón por el hueso, pero es que no nos alcanzó para las croquetas.


Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Doce de octubre de 1998.

A la sociedad civil nacional.

Hermanos y hermanas:

Respondiendo a las propuestas que se nos hicieron llegar para la realización del encuentro entre el EZLN y la sociedad civil, ésta es nuestra palabra:

Considerando:

Que la lucha por la paz con justicia y dignidad, en general, y la consulta sobre la ley Cocopa, en particular, debe ser abierta, incluyente y amplia.

Que la lucha por la paz y la consulta son asuntos que conciernen no sólo a los zapatistas ni sólo a los pueblos indios.

Que la lucha por la paz y la consulta son parte de la lucha por democracia, la libertad y la justicia en México y es derecho y deber de todos los mexicanos y mexicanas honestos el participar en el nivel y el lugar que decidan, sin importar su raza, cultura, credo, religión, sexo, posición social etcétera.

Que para lograr que los derechos indígenas sean reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se requiere del esfuerzo unitario y conjunto de todas las fuerzas políticas, sociales y ciudadanos que luchan por la democracia, la libertad y la justicia.

Que se han tendido puentes para escuchar las propuestas de distintos actores sociales sobre el encuentro entre el EZLN y la sociedad civil y sobre la consulta de la ley indígena.

Declaramos que:

Primero. El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN ha nombrado ya a los 30 delegados que nos representarán en este encuentro. Estos compañeros y compañeras delegados llevarán las propuestas del EZLN en lo referente a la consulta sobre la proyecto de ley indígena de la Cocopa y la posición zapatista sobre los distintos temas que se tocarán en la reunión.

Segundo. Después de analizar las propuestas hechas por diferentes grupos y personas, y respondiendo al planteamiento de que decidiéramos sobre estos puntos, optamos por lo siguiente respecto a lugar y fechas:

Lugar: San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Fecha: 20, 21 y 22 de noviembre de 1998.

En lo que se refiere a la agenda del encuentro, incorporando elementos de las propuestas recibidas, quedaría así:

1.- La consulta (cuándo, cómo, quién, dónde, qué).

2.- La lucha por la paz en México (militarización y guerra de exterminio, mediación, actores sociales, sociedad civil, Congreso de la Unión, Cocopa, modelo de diálogo, actores internacionales).

3.- La situación nacional (los pueblos indios y el movimiento popular, el estado de derecho, los derechos humanos, las fuerzas democráticas, la situación económica y social).

El punto 1 sería de carácter resolutivo y los puntos 2 y 3 de reflexión e intercambio de puntos de vista, tal y como se señaló en la invitación que al EZLN realizó un grupo de organizaciones y personas de la sociedad civil.

Tercero. El EZLN pide a los asistentes a las reuniones de trabajo para la preparación del encuentro que nombren una Comisión Organizadora del Encuentro, con las siguientes características:

- Plural y amplia.

- Representativa.

- Con sus funciones bien delimitadas.

- Eficaz.

- Abierta.

- Con igual número de representantes de cada uno de los siguientes grupos o sectores:

Organizaciones sociales.

Organizaciones campesinas.

Congreso Nacional Indígena.

Creadores, artistas e investigadores.

Frente Zapatista de Liberación Nacional.

Organizaciones de mujeres.

Movimiento Urbano Popular.

Organizaciones sindicales.

Coordinadora Intersindical 1¼. de Mayo.

Presos políticos.

Organizaciones políticas independientes.

Organizaciones estudiantiles

Red de apoyo a la causa zapatista.

Caravaneros.

Cualquier otro grupo social organizado interesado en participar en la organización del encuentro.

Esto con el objeto de que en el encuentro se garantice la participación de todos aquellos y aquellas interesados en aportar y sumar su esfuerzo en la búsqueda de la paz con justicia y dignidad para los pueblos indios de México. Esta comisión sería la encargada de todo lo referente a la organización del encuentro e invitará a participar en él a todos los firmantes, firmados y a los que no son ni firmantes ni firmados, pero quieren encontrarse, de modo que nadie esté excluido.

Cuarto. Considerando los problemas de militarización creciente en la zona zapatista, las dificultades económicas para el traslado continuo a la zona y la fluidez necesaria para la comunicación, para el enlace entre el EZLN y esa Comisión Organizadora del Encuentro, se usará la comunicación pública. Además el EZLN ha solicitado respetuosamente a los poetas Oscar Oliva y Juan Bañuelos que sirvan de puente entre el EZLN y dicha comisión, cuando esto sea posible y necesario.

Quinto. Esperamos que a la brevedad posible puedan reunirse para constituir la mencionada comisión y se pongan en contacto con nosotros para resolver los detalles de la realización de este evento.

Es todo, hermanos y hermanas, esperamos sus comunicaciones y nos veremos pronto.

Desde las montañas del sureste mexicano.

Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Subcomandante insurgente Marcos.

México, octubre de 1998.