Fernando Figueroa Ť Hoy es un gran día porque inicia la Serie Mundial de Beisbol de Grandes Ligas, pero los aficionados mexicanos al rey de los deportes extrañaremos una vez más a don Pedro Septién. A través de la pantalla chica veremos las incidencias entre Yanquis de Nueva York y Padres de San Diego, aunque nos vamos a privar de la crónica exquisita del entrañable Mago. Otro clásico de otoño sin color en los comentarios, sin estadísticas que son profetas que miran hacia atrás; sin alguien que nos diga que Babe Ruth fue el hombre que construyó un estadio, que Ty Cobb bateó arriba de 300 de porcentaje durante 23 años, que the pitching is the name of the game, que Valenzuela llevó a los estadios un millón de aficionados extras, que las ciencias se pueden aprender de memoria, pero no el beisbol, que Connie Mack --manager de los Atléticos durante 50 años-- murió pensando que apenas empezaba a conocer ese deporte. VINICIO CASTILLA --peloterazo mexicano que juega con los Rockies de Colorado, bateador de más de 40 cuadrangulares por año, productor de más de 100 carreras por temporada y con porcentaje superior a 300-- estará como invitado en la cabina de transmisiones de Televisa; sin embargo, el hueco que deja el Mago no lo llena nadie. Don Pedro Septién verá la Serie Mundial (¿sin audio?) desde la tranquilidad de su hogar en Lindavista o tal vez la escuchará por radio para recrear cada juego en su imaginación. EMILIO AZCARRAGA JEAN recicló a Angel Fernández durante el Mundial de Francia 98, pero al parecer no se atreve a repetir ese acierto con el Mago. Actualmente, Azcárraga Jean no está de humor para complacer a esa casta maldita de conocedores nostálgicos; su principal preocupación estriba en enderezar las finanzas de su empresa. El hijo del Tigre declaró la semana pasada que Televisa no ha despedido recientemente a cuatro mil empleados, aunque no quiso mencionar la cantidad correcta (¿serán 3 mil 900?). A QUIEN SI dejaron sin chamba fue a Juan Manuel Farías, quien aparecía a cuadro en el programa La botana. Se manejan dos versiones para explicar este despido: 1) que al joven conductor le cayó la guillotina porque a alguien le tenía que tocar; 2) que le dieron cuello porque comentó al aire que Kate del Castillo había atropellado a un transeúnte en Los Angeles. Lo que nadie dice es que, hace algunos años, Azcárraga Jean y Kate del Castillo fueron tan buenos amigos que se les vio juntos en más de tres reuniones. ¿Habrá utilizado Kate sus palancas o simplemente somos de esos oportunistas que sabemos que ``decir algo de Televisa vende periódicos'', tal como lo dijo acertadamente el nuevo mandamás del emporio? SI HACE 20 años alguien hubiera dicho que con el paso del tiempo Pablo Milanés cantaría el tema de una telenovela mexicana, los fans de la trova cubana lo hubieran frito en aceite. Pues llegó el día (de lunes a viernes) y la hora (a las 21:30), por Tv Azteca. Pablo --como decían los ultras-- aparece noche a noche interpretando una bella canción titulada El amor de mi vida, igual que el culebrón donde hay actores de primera línea (Jesús Ochoa y Roberto Sosa, por ejemplo). José Angel Llamas interpreta a un periodista que tiene una esposa guapa (Claudia Ramírez) y una amante (la venezolana Eileen Abad) que asiste a la oficina luciendo espectaculares escotes y acepta cenas por parte del director del diario (¿dónde hemos visto eso mismo?). De que atrapa esa telenovela, atrapa. A LAS DIEZ de la noche, también por Canal 13, Lucía Méndez y Omar Fierro (en Tres veces Sofía) se muestran como los actores que siempre han carecido de las tablas que da el teatro. POR CIERTO, LA obra Tres mujeres altas, de Edward Albee, regresa el 23 de octubre al teatro Julio Prieto. Otra oportunidad de ver a Carmen Montejo en plan grande. Chao.