Gerardo Alatorre
Potencial y riesgos en la prevención del cambio climático
¿Pueden los bosques absorber el exceso de dióxido de carbono atmosférico? ¿Cuáles son las posibilidades y riesgos de ese tipo de estrategias?
1. Flujos y stocks de carbono en el planeta
Del volumen de la atmósfera, sólo 0.04 por ciento es carbono. En los suelos y la vegetación hay casi tres veces más, por lo cual un aumento ligero de emisiones de la biosfera a la atmósfera puede fácilmente elevar la concentración de ese gas invernadero.
Cada año se vierte a la atmósfera un exceso de 4 o 5 gigatoneladas, que no pueden ser absorbidas por los ecosistemas del planeta. La respiración es actualmente un flujo equilibrado con la fotosíntesis, pero es un proceso biológico mucho más sensible a las elevaciones de la temperatura. Hay, por ende, el riesgo de un efecto de retroalimentación positiva: el calentamiento acelera la respiración, lo que aumenta la emisión de CO2 y acentúa el efecto invernadero.
Los bosques son un importante reservorio: de 90 a 160 (y hasta 280) toneladas de carbono por hectárea (TonC/ha). La deforestación es responsable de 30 por ciento de las emisiones. En cuanto a su capacidad de absorción (como sumideros) el rango va desde 6 hasta 10 TonC/ha/año en bosques en crecimiento.
2. La captura industrial de carbono
El establecimiento de plantaciones para capturar carbono es una de las opciones que proponen y aplican los países industrializados, con respaldo de la gran industria forestal y organismos como el Banco Mundial. Un país podría establecer plantaciones bajo distintas modalidades:
Ť En su propio territorio, siguiendo los lineamientos previstos en el artículo tercero del Protocolo de Kioto, es decir, la contabilización de toda actividad de forestación posterior a 1990.
Ť En otros países del Anexo I, bajo un esquema de instrumentación conjunta (artículo sexto del Protocolo de Kioto).
Posiblemente, la instrumentación conjunta para la captura de carbono en países del Tercer Mundo -en el contexto del mecanismo de desarrollo limpio (MDL)- haya quedado excluida. En el artículo 12 del Protocolo de Kioto sólo se menciona la reducción de emisiones. Pero podemos suponer que la discusión no está cerrada aún.
Las plantaciones tienen un potencial importante, pero si no se diseñan bien pueden generar más problemas de los que van a resolver. Resulta preocupante que se dé preferencia a las monoespecíficas de rápido crecimiento, cuyo impacto ambiental ha sido visible en los proyectos de producción de celulosa: la presión para sustituir bosques naturales por plantaciones, vulnerando la biodiversidad, el deterioro de suelos y los flujos hidrológicos por el empleo de especies particularmente voraces, la contaminación por el uso de plaguicidas. En la esfera social, el principal problema es el desplazamiento de los cultivos alimenticios, que disminuye la capacidad de autosustentación de las poblaciones campesinas.
Con una superficie de plantaciones de rápido crecimiento equivalente a tres o cuatro Méxicos podría absorberse el exceso de carbono atmosférico. Pero al cabo de algunas décadas, al descomponerse los productos maderables y celulósicos derivados, el carbono absorbido regresaría a la atmósfera.
Conclusión: el uso de plantaciones monoespecíficas de rápido crecimiento no es una alternativa para revertir el riesgo de un cambio climático. Abre un margen de tiempo de unas pocas décadas.
3. La retención forestal de carbono
El MDL puede ser un medio para impulsar acciones de beneficio ambiental y social en el Tercer Mundo. Es un mecanismo aceptable, siempre y cuando los países desarrollados cumplan ``en casa'' la mayor parte de sus compromisos (entre 70 y 80 por ciento), reduciendo las emisiones en la fuente. Requiere que se cree una instancia independiente (del país financiador y del anfitrión) para certificar que no se inflen las cifras de retención o captura de carbono. Necesita una base científica, en la que ya se trabaja, una definición de criterios estrictos para las plantaciones y un mejor enlace con las convenciones de biodiversidad y desertificación. Una vez cubiertos esos aspectos pueden abrirse interesantes perspectivas.
El MDL abre una excelente oportunidad para frenar las tasas de deforestación, lo que es mucho más importante que la captura de carbono. Pero se debe tomar en cuenta (cuando se trate de bosques habitados) que la mejor protección de los bosques es la que les brindan las poblaciones locales cuando los consideran una fuente de ingresos y satisfactores.
Las plantaciones de leña tienen un potencial muy amplio, en términos de sustitución de combustibles fósiles. Una oportunidad surge para apoyar financieramente el tránsito de una silvicultura convencional a una silvicultura de bajo impacto. Adoptando ciertas prácticas particularmente cuidadosas para el derribo, arrime y transporte de madera, para el repoblamiento forestal y para la conservación de los bosques viejos, podría evitarse una parte de las emisiones asociadas a los aprovechamientos forestales.
La oportunidad, de hecho, se extiende a todo el ámbito de la agroforestería y la agricultura, a todo lo que implique un manejo de la vegetación y de los suelos. No resulta descabellado plantear la canalización de apoyos para un mejor manejo de la cubierta vegetal y de la materia orgánica del suelo.
Finalmente, no debe soslayarse la importancia del establecimiento de plantaciones para recuperar áreas degradadas. Siguiendo lineamientos como los del Forest Stewardship Council es factible diseñar proyectos de plantaciones ambientalmente adecuados. Dichos lineamientos establecen la no sustitución de bosques naturales, la preferencia a las especies nativas, el cuidado de la fertilidad y la actividad biológica del suelo, la preservación de la diversidad para una mayor estabilidad económica, ecológica y social, y la promoción del control biológico de plagas.
Quedan abiertas varias opciones para, a través de proyectos forestales, reducir las emisiones de carbono, maximizar los stocks y capturar carbono de manera tal (y a una escala tal) que ello no signifique un riesgo ambiental o social.
Las organizaciones no gubernamentales necesitamos asumir nuestro papel en este juego de fuerzas donde interactúan gobiernos, organismos multilaterales y corporaciones transnacionales.¿Qué capacidad propositiva y qué capacidad de presión tenemos o podemos tener?
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