Se duplicarán los recursos destinados al Progresa en 1999
Andrea Becerril Ť El presupuesto federal para 1999 será casi el mismo que este año, pero los recursos asignados al Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) se incrementarán 100 por ciento, con la finalidad de dar mayor apoyo a las comunidades indígenas más pobres del país, informó el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Santiago Levy, durante una reunión con integrantes de la Comisión de Asuntos Alimentarios del Senado de la República.
Precisó que Progresa se convertirá en el programa gubernamental más importante, con un presupuesto que pasa de 4 mil millones de pesos a 8 mil millones de pesos, que tiene, entre otras metas, abatir el serio problema de la desnutrición infantil en el área urbana. Luego, ante cuestionamientos de los senadores priístas Heladio Ramírez López y Beatriz Paredes Rangel sobre la necesidad de garantizar la transparencia de los apoyos y su efectividad, el funcionario respondió que la intención es que sea un proyecto definitivo, no sexenal, para que se prolongue más allá del año 2000.
Expuso que si en el 2001 el Progresa se desmantela y arranca otra programa, se habrá de convertir en uno de tantos que no han funcionado. De ahí, sostuvo, la decisión de que sea un proyecto de largo plazo, toda vez que ``el diagnóstico sobre desnutrición y pobreza en México es extremadamente triste''.
Señaló que al menos 25 millones de mexicanos viven en condiciones de extrema pobreza, y las cifras de la encuesta nacional de nutrición más reciente son ``poco halagadoras'', pues revelan que 50 por ciento de los niños de las zonas rurales tienen algún grado de desnutrición, en muchos casos severa. Cifra inadmisible, consideró, ``para un país que tiene el potencial productivo y la riqueza de México. No es un problema de recursos, en realidad no deberíamos tener ese problema en el país''.
Levy resaltó la urgencia de atender la desnutrición en los niños campesinos e indígenas. Se trata, expuso, de un problema muy serio, que se agrava, pues muchos de los programas alimentarios puestos en marcha en otras administraciones, ``no lo estaban atendiendo de manera eficaz''.
Uno de los defectos, detalló, es que los recursos presupuestales se canalizaban más a las grandes ciudades que al campo, y pese a que 70 por ciento de la pobreza en este país está en el medio rural, sólo 75 por ciento de los recursos asignados a programas alimentarios se canalizaban a las comunidades campesinas e indígenas. Además, dijo, los subsidios no llegaban a quien realmente los requería.
Por ello, dijo, en 1997 inició Progresa, con una cobertura de 400 mil familias, que en este año llegará a 950 mil, todas ellas residentes en el campo, en comunidades de muy alta marginación, con un presupuesto de 4 mil millones de pesos, que se duplicará en 1999.
Durante esa reunión -convocada con motivo del Día Mundial de la Alimentación-, a la que asistieron en su mayoría senadores del PRI, Paredes Rangel y Ramírez López insistieron en la necesidad de establecer mecanismos de evaluación social del Progresa que tomen en cuenta las propuestas de los sectores sociales beneficiados de ese programa, de las observaciones de otras instituciones, así como garantizar la transparencia en los apoyos que otorga.
Rechazan la desaparición del subsidio a la tortilla
Paredes dijo asimismo que los legisladores rechazan la desaparición del subsidio a la tortilla. ``Reconocemos que es necesario diferenciarla para que no favorezca otro tipo de intereses o de acumulación, pero demandamos que haya apoyos adicionales para la población marginada''.
El senador Heladio Ramírez hizo notar que México tiene que enfrentar la realidad de la pobreza de 25 millones de sus habitantes: ``nuestro reto es encarar el hambre que está en la mesa de los pobres, la desnutrición que se dibuja dramática en el rostro de los niños, particularmente indígenas y de las zonas del desierto''.
El desafío, agregó, es llegar a las causas de la pobreza con respuestas adecuadas y con políticas profundas. En ese contexto, saludó ``el gran acierto de la FAO al dedicar el Día Mundial de la Alimentación a hacer justicia a la mujer campesina y en general a la mujer de todas las clases y de todos los tiempos, recordándonos su insustituible papel en la producción, la preparación y en todos los procesos destinados a proveer y asegurar la alimentación familiar y comunitaria''.
Por su parte, el coordinador nacional del Progresa, José Gómez de León, precisó que ese programa ha logrado extenderse a un millón y medio de familias, ubicadas en más de 33 mil localidades rurales marginadas y dispersas de más de mil 400 municipios. Expuso que en el gobierno federal están ciento por ciento abiertos a las evaluaciones de Progresa, aunque hay muchos evaluadores, entre ellos la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam).
Precisó que en los próximos días el titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Esteban Moctezuma, pondrá en marcha un Consejo Consultivo Ciudadano, en el que serán revisados muchos programas sociales, entre ellos el Progresa.