Durante el mes de agosto los dirigentes de las principales formaciones políticas de oposición, Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, coincidieron en plantear, aunque con diversas formulaciones, un pacto de gobernabilidad. Más allá de lo utópico de un compromiso de esa naturaleza con el gobierno y el PRI, parecía que los dirigentes del PRD y PAN, por encima de las indudables diferencias programáticas y electorales de esos partidos, se podían convertir en los impulsores principales del proceso de transición a un régimen de democracia y justicia. Diversas tomas de posición de Felipe Calderón, sobre todo en relación con el Fobaproa, hicieron pensar que por fin el PAN se había decidido a jugar un papel activo para construir, junto con el PRD y otras fuerzas, una salida a ese y otros problemas, distinta a las posiciones oficiales. Eso sentaría las bases para que la oposición tomara la iniciativa política.
Tal posibilidad está a punto de frustrarse. Se está alejando. No por el ríspido intercambio epistolar de los últimos días entre los dirigentes políticos mencionados, o por lo que Felipe Calderón califica como exabruptos de López Obrador, o porque quien sabe ``que le picó a éste'', según afirma el presidente panista. La realidad es que han surgido diferencias de fondo entre el PAN y PRD en torno a cómo resolver el complejo y desaseado asunto del Fobaproa.
Hasta antes del 30 de septiembre eran evidentes las coincidencias de estos partidos, pero día 1¼ de octubre desayunamos con la noticia de que en la reunión del llamado grupo de alto nivel, el gobierno y los partidos con representación parlamentaria, con excepción del PRD que no estuvo presente, habían llegado a un acuerdo en principio en torno al Fobaproa.
Sin duda el PAN dio un viraje y decidió aceptar la propuesta gubernamental presentada con otra careta. Sus representantes se dieron por satisfechos con las concesiones formales de la propuesta y el malabarismo retórico de que los pasivos a cargo del Fobaproa ``no se consolidarán como deuda pública directa'', lo que no cambia en modo alguno la posición gubernamental de que las pérdidas de los banqueros sean pagadas por los contribuyentes; fue y es también un engaño el intercambio de cartera con los bancos a los que se devolverán los créditos superiores de cinco millones, a cambio de los créditos de pequeños deudores.. No obstante lo anterior, el subcoordinador de la diputación del PAN afirmó al salir de aquella reunión que se había producido una ``radical modificación'' de la postura gubernamental, lo que hacia posible dictaminar sobre el fondo en octubre. Ni una palabra de la ilegalidad del Fobaproa al haber contraído deuda que ahora se pretende endosar a los contribuyentes como deuda pública indirecta; tampoco nada sobre la responsabilidad de funcionarios públicos, banqueros y dirigentes políticos del PRI en el manejo de fondos utilizados en campañas pólíticas y que ahora son pasivos del Fobaproa.
No es el gobierno el que modificó de raíz su posición esencial respecto al Fobaproa; por el contrario es el PAN el que adoptó las posiciones del gobierno en este asunto. Cede a sus presiones y a las del PRI, y así espera ganar la simpatía de los banqueros de cara al 2000; además se están imponiendo en su interior quienes prefieren pagar los costos de una alianza con el gobierno y el partido oficial, antes que hacer frente común con la izquierda, aunque esto sea lo indicado para defender los intereses de la mayoría.
La reacción de López Obrador frente al viraje del PAN no es un exabrupto sino un reclamo de mínima coherencia política, y un deslinde de posiciones. Es la defensa de una política con respaldo social.
Posiblemente el gobierno consiga imponer su solución al Fobaproa cuando ésta descienda del grupo de alto nivel y llegue a la plenaria de la Cámara; será así si el PAN lleva hasta el fin en este viraje. Pero no es seguro que todos los diputados de ese partido estén dispuestos a secundar el cambio de la dirección panista. Ni siquiera es seguro el voto unánime de los diputados del PRI tras el nacimiento de un grupo que demanda un manejo diferente de este problema..
Correoelectrónico:[email protected]