La Jornada 17 de octubre de 1998

Informa la CEM al Vaticano sobre militarización en la zona

Alma E. Muñoz Ť La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) presentó al Vaticano un diagnóstico sobre la violación a los derechos humanos en Chiapas, así como la militarización prevaleciente en la zona y la situación de los desplazados de sus comunidades. En este entorno, le informaron al presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, Francois Xavier Nguyen Van Thuan, sobre la matanza de Acteal, donde ``todavía muchas personas (responsables del asesinato de campesinos) están en la impunidad'' y no dan respuestas a los hechos.

Al mismo tiempo, a través de los obispos de la Comisión de Pastoral Social, Jacinto Guerrero (Tlaxcala), Samuel Ruiz (San Cristóbal de las Casas) y Felipe Aguirre (Tuxtla Gutiérrez), el máximo organismo católico del país dio cuenta al representante papal de la prevalencia de un ``México empobrecido'', producto del sistema económico imperante en la nación.

Jacinto Guerrero señaló que en la reunión a puerta cerrada, Samuel Ruiz comentó al jerarca católico sobre la situación de los chiapanecos, las condiciones de vida en que se encuentran y la falta de justicia para los indígenas y campesinos de la zona. Sin profundizar en detalles, el obispo mencionó que no se tomaron acuerdos pero esperan que el papa Juan Pablo II en su próxima visita a México considere los apuntes de sus representantes para hablar al respecto.

``No hicimos ningún balance, simplemente hubo una información sobre todo porque Chiapas ha estado golpeado por tres acontecimientos: el del Chichonal, el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y ahora el desastre de las lluvias que estamos viviendo y para el cual estamos colaborando. En este campo, le hicimos ver (a Nguyen) que como Episcopado tenemos que estar unidos con la Iglesia de Chiapas y acudir a la región para apoyar a sus obispos''.

En términos generales, los obispos le explicaron al representante papal su trabajo a favor de las comunidades indígenas y campesinas, sobre todo en el tema de derechos humanos, y la urgencia porque imperen en el país la justicia y la paz.

Conocemos, añadió Jacinto Guerrero, el interés del Vaticano porque todos promovamos estos valores en el mundo y, en nuestro caso, a favor del bienestar de los mexicanos. Así, dijo, nos encargó promover más a fondo la doctrina social de la Iglesia ``como una especie de educación para los adultos y los dirigentes'', además de retomar el tema de la unidad entre todos los católicos.

Preocupación básica de los prelados fue la falta de respeto a los derechos humanos en el país, ``porque vemos que hay mucha gente sin trabajo y encontramos una gran miseria en México, quizá un 80 por ciento de su población empobrecida''. Eso, añadió, el presidente del Consejo Pontificio no lo ignora, y habló de ``esa pobreza causada por el desempleo pero el problema es de todos los países, porque ya no hay trabajo debido a los sistemas económicos y sobre todo a esta globalización que estamos viviendo''.