Incumplidos, los ``ambiciosos'' fines del plan de créditos: el organismo
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 16 de octubre Ť A pesar de cientos de millones de dólares ofrecidos en créditos por las agencias internacionales de desarrollo y los miles de millones en gastos del gobierno mexicano para abatir la pobreza, 83 por ciento de la población trabajadora mexicana sufrió una reducción en su ingreso real en los diez años que terminaron justo antes de la crisis del peso, y la situación sólo ha empeorado desde entonces, según un informe secreto del Banco Mundial obtenido por La Jornada.
Expertos en políticas de desarrollo y funcionarios del Banco Mundial (BM) entrevistados para este reportaje destacaron que el incremento de la pobreza en México no puede ser sólo atribuido a un fracaso de los programas para combatirla.
No obstante, los documentos confidenciales del BM obtenidos por este diario pintan un panorama desalentador sobre los problemas de la pobreza y la desigualdad económica en México, y estiman poco probable que esta situación mejore en un futuro próximo. Estadísticas incluidas en un apéndice de los documentos indican que el consumo total -o el monto de dinero disponible de la población para gastar en bienes y servicios- se reducirá en el periodo de aquí al año 2000.
El BM expresa su particular preocupación, en estos documentos, por la creciente desigualdad en México. ``Entre 1984 y 1994, los ingresos de dinero se incrementaron, en promedio, en 8 por ciento en términos reales'', señala el BM en su Estrategia de asistencia al país -Informe de progreso publicado en marzo pasado estrictamente para circulación interna. ``Sin embargo, 83 por ciento de la población trabajadora sufrió una baja en su ingreso real''. Lo más alarmante para los analistas del BM fue que sólo una pequeña fracción de la población mexicana -los egresados de universidades- registró un incremento en su ingreso real. Para este pequeño grupo, el incremento fue enorme: de 51 por ciento en promedio.
``Es difícil explicar estas tendencias extremas, separar los elementos estructurales de los ciclos, y cada uno de éstos, de los efectos de las políticas -agrega el BM-. Sin embargo, queda claro que la desigualdad continúa como un desafío''. Reconoce que en este contexto, su programa de préstamos al país no ha logrado llegar a sus ``objetivos ambiciosos'', pero argumenta que se ha logrado algo.
Olivier Lafourcade, director del Departamento de País para México del BM, explicó en entrevista con La Jornada que los programas de su institución en México están centrados en el esfuerzo de reducción de la pobreza. ``Estamos intentando mejorar la situación de los sectores sociales en general, el propósito de lo cual es, en mucho, contribuir a la reducción de la pobreza en el plazo medio y largo''.
Describió diversos programas que se realizan con la Secretaría de Salud -el Programa de Amplificación de Cobertura-, así como también con la Secretaría de Educación, en los que está el apoyo de proyectos del Consejo Nacional de Fomento Educativo, como ejemplos de los esfuerzos para combatir la pobreza en México apoyados por el BM.
No obstante, algunos críticos señalan que dada la necesidad de programas de asistencia estructural de emergencia después de la crisis del peso, y una continua necesidad de programas enfocados en este aspecto en el futuro inmediato, el portafolio del BM en México ha enfatizado menos la asistencia directa para enfrentar la pobreza durante los últimos años.
``Al evaluar el involucramiento del BM en programas contra la pobreza en México, surgen dos asuntos principales -explica a estos corresponsales el profesor Jonathan Fox, de la Universidad de California en Santa Cruz-. Uno es la cantidad de esa inversión, y el otro es la calidad de esa inversión.
``La proporción del crédito del BM que se dedica específicamente a la población de bajo ingreso, según la descripción de sus propios programas por el BM, ha bajado de forma significativa desde 1995'', señaló el experto sobre el papel del BM en México.
En sus propias investigaciones académicas, Fox encontró que el porcentaje de proyectos del BM que estaba dedicado directamente a la población de menor ingreso se incrementó de forma dramática a principios de los noventa. Pero al examinar el portafolio del BM desde entonces, Fox indicó que se ha cambiado el énfasis de proyectos que anteriormente beneficiaban directamente a los más pobres, a proyectos centrados en un cambio de políticas en ciertos rubros particulares.
Por ejemplo, Fox señaló que un ``Programa de Reforma del Sector Salud'' de 700 millones en 1998 se concentra principalmente en reformar las políticas de salud, lo cual no necesariamente tiene un impacto inmediato en las necesidades de salud de los pobres en este momento. Una evaluación de los documentos obtenidos por La Jornada confirman esta conclusión.
``No somos una institución tipo emergencia y por lo tanto no estamos financiando situaciones de emergencia'', responde Lafourcade, al ser interrogado sobre este argumento. Insistió en que programas del BM dedicados a algo como la reforma de las políticas del sector salud se diseñan precisamente para asistir a los sectores pobres de una manera más sostenida en el mediano a largo plazo.