La Jornada 16 de octubre de 1998

Según el INN, 75 de cada cien niños nacen en familias que padecen pobreza extrema

Angélica Enciso L. Ť México es la única nación que no ha dado seguimiento a los acuerdos de la Cumbre Mundial de la Alimentación, que se llevó a cabo hace dos años, y en el país la desnutrición es grave, ya que en la mayor parte de los municipios del sur y sureste los niveles van de moderados a muy altos, indicó Adolfo Chávez, investigador del Instituto Nacional de Nutrición.

En México, tres cuartas partes de los niños nacen en 25 por ciento de las familias más pobres, lo que de alguna forma determina el hecho de que esos menores no tendrán condiciones apropiadas para su alimentación, agregó al participar ayer en la conferencia sobre el Día Mundial de la Alimentación -que oficialmente se celebra hoy- en la Facultad de Economía de la UNAM.

El investigador, uno de los participantes en la Encuesta Nacional de Nutrición de 1996, expuso que en el país existen municipios con desnutrición tan alta que puede igualarse a la que hay en regiones pobres de Africa.

Destacó que el promedio nacional de desnutrición no ha variado en los últimos 15 años, ya que las comunidades del sur, sureste y la Sierra Madre Occidental tienen un gran rezago, mientras en otras zonas se han registrado ciertas mejorías.

En un mapa elaborado este año, que presentó en la conferencia, se marcan las regiones donde existe mala nutrición. En las zonas norte y noreste se observan algunos manchones, específicamente en la región tarahumara y en San Luis Potosí, pero prácticamente todo el sur está sombreado, lo cual significa que la desnutrición va de moderada a muy alta.

En su exposición detalló que la mala alimentación empeoró en el medio urbano, ya que de 17 por ciento, que había en 1983, ahora llega a 20 en el medio rural, mientras en las zonas urbanas paso de 7.4 a 7.8 por ciento.

Agregó que en el país, sobre todo en las zonas indígenas, la dieta a la que la población puede acceder, que tiene como base la tortilla y el frijol, dificulta el desarrollo mental y físico de los niños, a lo que se añade la presencia de enfermedades.

En ese sentido mencionó que acababa de terminar un estudio en una comunidad otomí, donde los habitantes padecen ocho enfermedades cada semestre, es decir, tienen un padecimiento importante cada mes.

Chávez se preguntó si se puede poner fin a la desnutrición, a lo cual se respondió que no es difícil. Consideró que la alimentación y la atención a la salud son aspectos primarios. ``Un niño se enferma porque no recibe suficiente alimentación y la interacción de infección-desnutrición causa el problema'', sostuvo.

Y abundó: ``La tuberculosis, que tiene una causa social de hacinamiento y contaminación, puede atenderse con antibióticos, y así muchas enfermedades pueden controlarse. No se tiene que esperar a resolver los problemas sociales para atender la desnutrición''.

Los problemas económicos, dijo, no se van a resolver en el corto plazo, y además hay ejemplos de que países con grandes crisis ya tienen resuelto este problema, tal es el caso de Chile, Costa Rica y Cuba.

Con relación a los programas focalizados para atender la pobreza, consideró que ello significa ``distinguir al más pobre de los demás'', pero propuso que se debería encontrar a todos los niños que tienen riesgo y ayudarlos, además de tener una vigilancia general sobre la comunidad y la región.

Destacó que otro aspecto básico es el relacionado con la seguridad alimentaria comunal, ya que con la globalización y la apertura de mercados que ella conlleva será difícil que dentro de una estructura macroeconómica se puedan atender estos aspectos tan particulares.

El Banco Mundial, expuso, tiene gran influencia en las políticas que se adoptan no sólo en muchos países, sino incluso en organismos de Naciones Unidas, por lo que las acciones que en estas instancias se pueden llevar a cabo también son limitadas.

Empleo y nutrición

Por su parte, Hugo Carmona, investigador de la Facultad de Economía, recordó que en la misma Cumbre de Alimentación de 1996 se estableció que todas las personas deben tener acceso a los alimentos, pero ello también depende de que los jefes de familia cuenten con empleo e ingreso, pero en México, aclaró el desempleo se ha elevado.

Por su parte, el Frente por el Derecho a la Alimentación señaló que debido a que se redujo el presupuesto de los programas de combate a la pobreza, más de 3 millones de personas se vieron afectadas, ya sea por que se les canceló el crédito de vivienda, quedaron fuera del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) o perdieron el subsidio a tortilla y leche.

Detalló que se dejaron de construir 57 mil viviendas, diez hospitales, 34 unidades médicas rurales; se recortó el crédito a la palabra de 71 mil personas; 93 mil jornaleros quedaron sin apoyo gubernamental y 250 mil familias están fuera del Progresa.

En tanto, el mensaje de la FAO para este día resaltó el acuerdo signado en 1996 por 186 países, los cuales se comprometieron a reducir el número de la población hambrienta del mundo -que supera 800 millones de personas- a la mitad en el año 2015. El organismo reconoció la participación de las mujeres por su aporte a la seguridad alimentaria de los hogares y los países, por lo que para hoy tomó el lema La mujer nutre al mundo.