La Jornada 12 de octubre de 1998

Repulsa de partidos contra el tiradero nuclear de Sierra Blanca

Matilde Pérez U. Ť Por primera vez PAN, PRD, PRI, PT y PVEM se sumaron a las protestas de organizaciones ambientalistas, encabezadas por Greenpeace México, para exigir al gobierno de Estados Unidos que no construya el basurero nuclear en Sierra Blanca, Texas.

Miembros de los comités directivos nacionales y legisladores de los partidos políticos se manifestaron a favor de que el gobierno mexicano acuda a los organismos internacionales que sean necesarios para frenar el proyecto que, señalaron, es ``muestra evidente de racismo ambiental''.

El rechazo a que la frontera norte se convierta en un basurero y la exigencia de que el secretario de Energía, Luis Télllez Kuenzler, ya no defienda los intereses del estado de Texas, unificaron a los miles de personas -2 mil, según cifras de los organizadores-, que ayer marcharon del Hemiciclo a Juárez a la embajada de Estados Unidos, para protestar por la construcción del llamado ``confinamiento de residuos nucleares de baja intensidad''.

Las mantas y pancartas en contra del basurero nuclear -que estaría situado de comunidades mexicanas a una distancia similar a la que existe del centro de la ciudad de México a Xochimilco- incluían la demanda de respeto a los derechos a la vida, a la salud y a un medio ambiente sano, y la solicitud al presidente Ernesto Zedillo para que diga ``¡ya basta!'' a Estados Unidos. Las exigencias ecologistas se mezclaron con las consignas a favor de cada uno de los partidos políticos. Al llegar frente a las instalaciones de la embajada estadunidense, el grito de: ``¡Clinton, respeta la frontera!'', unificó nuevamente a los participantes.

Víctor Lichtinger se une al rechazo

Allí, entre los manifestantes, el ex secretario técnico de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), Víctor Lichtinger, comentó que la manifestación era una clara muestra de la unidad de partidos políticos, organizaciones y personas de diferentes creencias para protestar por el basurero de Sierra Blanca y, sobre todo, en contra de que ahí se coloquen desechos que proceden de la frontera con Canadá.

Externó su decepción por las diversas posturas de las instancias gubernamentales. ``Es una lástima que unos digan una cosa y otros otra'', pero se mostró optimista ante la posible reacción del gobierno mexicano para influir en la decisión del gobierno de Texas. ``Al igual que en un partido de futbol, el minuto tiene 60 segundos. Espero que el gobierno mexicano reaccione con mayor fuerza y no deje solos a los ciudadanos; todavía puede presentar quejas formales a nivel diplomático, político y legal de todas las secretarías de Estado que están involucradas'', puntualizó.

A diez días de que el estado de Texas apruebe o rechace el confinamiento, indicó que las organizaciones y partidos políticos deben seguir protestando y presionando para rechazar el basurero nuclear, porque es injusto. ``El gobierno mexicano tiene que darse cuenta que debe estar con los ciudadanos''. Agregó que la secretaria de Medio Ambiente, Julia Carabias, podría llamar a una sesión extraordinaria del consejo de la CCA para discutir este problema, ``que es muy serio''.

En el mitin, Alejandro Calvillo, director interino de Greenpeace México, hizo un llamado al gobierno mexicano para que vuelva a defender a sus ciudadanos. Recordó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) había tenido una política clara y definida para impedir ese tipo de proyectos en la región fronteriza y que por ello en 1984 se firmó el Acuerdo de La Paz.

Aseguró que ``hay miles de argumentos técnicos para rechazar'' ese vertedero. Informó que en breve la organización ecologista entregará a la SRE los documentos que muestran esto. Advirtió que continuarán las movilizaciones ciudadanas, porque lo que se pretende es ``volver la frontera un basurero de Estados Unidos''.

Por su parte, cada uno de los representantes de los partidos políticos también externó su repudio a la instalación de ese repositorio. Víctor Orduña, secretario de Fortalecimiento Interno del PAN, subrayó que la frontera con México no es el traspatio de Estados Unidos para que lo utilice como basurero.

``Nos indigna que nos quiera ver como basurero nuclear. Y también las actividades tibias de muchos funcionarios mexicanos que, como Luis Téllez, ya dieron su aval para la construcción de ese basurero'', añadió.

Tras recordar que los Congresos locales de Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua están en contra de Sierra Blanca, el panista hizo un llamado a los mexicanos a formar un frente común de resistencia civil en contra de ese confinamiento.

A su vez, la vicecoordinadora de la fracción parlamentaria del PRD, Laura Itzel Castillo, demandó a los secretarios de Relaciones Exteriores, Energía y Medio Ambiente ``trabajar como verdaderos representantes de la nación y asumir una postura firme para no dejar que el proyecto de Sierra Blanca avance, porque ``será el detonante de la construcción de cloacas en la frontera. No hay que permitir que al final de milenio se vuelva a sentir la maldición de la Malinche, pero ahora se cambie oro negro por lodo negro'', destacó.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del PRI, Cristina Alcayaga, recordó que su partido dirigió varias misivas diplomáticas al presidente Bill Clinton en las que asentaba su oposición al basurero nuclear. En posterior entrevista comentó que ``ésta es una causa nacional'' que rebasa los fines partidistas, en la que ``todos convergemos para defender a México''. Luego de subrayar que si bien Luis Téllez es priísta, ``hay una separación entre el partido y el gobierno''.

Una política de buena vecindad y reubicación del basurero fueron los argumentos que también externaron la secretaria general del PVEM, Natalia Escudero, y el representante del PT, Arturo López. A la protesta se sumaron las cantantes Ely Guerra, Nayeli Nesme, los grupos Café Tacuba, Salón Victoria y la actriz Ana Colchero.