La palabra ``desmilitarización'' se quitó de la resolución del organismo
Enrique Méndez, enviado, y Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 11 de octubre Ť Con una modificación respecto de no solicitar el retiro del Ejército de las zonas de conflicto en Chiapas, la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal) aprobó una recomendación al gobierno de México para que tome ``las medidas necesarias que propicien un clima de distensión que favorezca el reinicio de las negociaciones de paz'' en aquella entidad.
El presidente de la Copppal, y del PRI de México, Mariano Palacios Alcocer, reconoció aquí que Chiapas sigue siendo ``una de las llagas pendientes en la conciencia nacional'', cuya solución no debe implicar ``jamás, la del fuego'', y aseguró que la matanza de indígenas el 22 de diciembre de 1997 en Acteal se debió a ``conflictos intracomunitarios''. En esta población, dijo, ``por un banco de arena o por un árbol de caoba o por un paraje más corto para atravesar un río, la gente se mata''.
En entrevista, señaló que Acteal ``no es una perla de impunidad'', pues los responsables materiales están presos, y negó que la matanza fuera un golpe para reprimir, orquestado por grupos paramilitares ligados con el PRI. Incluso, dijo, está ``históricamente probado'' que el caso de esa comunidad tuvo su origen en ``la sucesión de ocho fenómenos de violencia sucesivos en un año (y) de agravios entre grupos de la misma comunidad. Fue una escalada de violencia intracomunitaria que tuvo su momento más aterrador'' el 22 de diciembre pasado.
El PRI se negó a que se empleara, el término ``desmilitarización''
El número de detenidos y de personas confesas, aseguró, pueden definir que ``no se trató de un acto deliberado y exógeno''.
En los últimos momentos de la 21 reunión plenaria de la Copppal, que se realizó en esta capital, el PRI se negó a aceptar que en la propuesta sobre Chiapas al gobierno de México se utilizara el término ``desmilitarización'' y el que se pidiera el cese del hostigamiento a las comunidades insurgentes, como sugería el anteproyecto presentado por la delegación del PRD y del PT.
No obstante, se logró pedir que se garantice el total respeto a los derechos humanos de los chiapanecos, ``de manera particular de los habitantes de las zonas de conflicto que más indefensos se encuentran, como es el caso de las mujeres y niños y los desplazados''.
-¿El PRI no reconoce que hay paramilitares en Chiapas? -se le preguntó.
-Creo que hay una serie de fenómenos que tienen una expedición histórica aun cuando no puedan tener justificación en la vía de la violencia. Y a mi juicio lo que debe verse es que están abiertos los canales para establecer una fórmula de diálogo, de entendimiento para tener una paz fundada en el derecho, más que en la mención de fuerzas.
``Creo que se ha logrado la distensión y un camino para que, a través de la ley, se regule la vía de la negociación, cosa que no se ha dado en ninguno de los fenómenos de la guerra o de la guerrilla de Centroamérica''.
Asimismo, limitó los efectos del conflicto armado al territorio de Chiapas. Es, dijo, un fenómeno que tiene una localización regional muy específica, ``que no llega al 6 por ciento'' de los 111 municipios de la entidad, aunque admitió que es una de las zonas con mayores rezagos, estancamientos y dispersión. ``Pero la pobreza la tenemos también en otros países, en otras latitudes del mundo'', justificó.
También expresó que hasta ahora se ha logrado mantener el alto al fuego -``desde enero de 1994 no se da un enfrentamiento entre el gobierno y los alzados''- y refirió que hay una política de distensión mientras que la sociedad civil apuesta por la paz en Chiapas, ``jamás por la solución de fuego''.
Desde el jueves pasado se conoció aquí un documento en el que la Copppal expresaba su preocupación respecto del estancamiento de las pláticas de paz, así como una crítica a la incapacidad del gobierno mexicano de darle una salida negociada al conflicto, pues planteó que no hay una ``estrategia coherente y única'' en las acciones de las secretarías de Estado, especialmente de Gobernación y de Relaciones Exteriores.
Chiapas, lo que una flor al viento: Robledo Rincón
La publicación del documento en los periódicos de México generó una controversia interna en la delegación del PRI, pues la directiva responsabilizó a la secretaria ejecutiva de la Copppal, María Emilia Farías, de no vigilar la confidencialidad de los documentos.
Por su parte, el embajador de México en Argentina, Eduardo Robledo Rincón, gobernador constitucional de Chiapas con licencia, y quien rindió protesta el 8 de diciembre de 1994 en una ceremonia a la que asistió el presidente Ernesto Zedillo en Tuxtla Gutiérrez, prefiere no tocar a fondo el tema del conflicto armado.
En conversación en un restaurante de esta ciudad, rechazó que viva en el exilio, luego de que debió dejar el cargo. ``No, no es así. No estoy exiliado; yo vine aquí a cumplir una tarea'', dijo.
En los más de dos años y medio como embajador, Robledo Rincón ha emprendido diversos proyectos. Tiene un programa radiofónico de una hora, Con X de México, conduce una revista de la embajada y fue el primer diplomático mexicano que negoció la instalación de una estatua de Benito Juárez en la avenida 9 de Julio, la principal de esta ciudad.
-En estricto sentido, usted es todavía gobernador, aunque con licencia. ¿No querría regresar a Chiapas?
-Mi chamba está aquí, no allá. Y yo prefiero evitar hablar de Chiapas para que no se especule precisamente eso de que quiero regresar. Mi trabajo aquí lo hago con gran pasión, convencido de que es un importante momento para la relación Argentina-México.
``Para mí, como dijo el poeta, Chiapas es en el cosmos lo que una flor al viento''.