La lengua es redonda, en el Auditorio Nacional

Arturo García Hernández Ť Tres formas de entender y decir la canción se reúnen esta noche en el Auditorio Nacional: Jaime López, Luis Eduardo Aute y Amaury Pérez, en el espectáculo La lengua es redonda, marco del inusual encuentro. A juzgar por sus respectivas trayectorias, puede decirse que López y Aute son --sin olvidar la radical originalidad de cada uno-- los espíritus más afines del trío. En ambos se identifica una permanente movilidad creadora que los lleva a incursionar compulsiva y atinadamente en temas y géneros musicales diversos con solvencia incuestionable.

El concierto de hoy es una buena oportunidad para reencontrarse, ahora en un escenario ideal, con la destreza lírica de un López maduro y en plenitud, escéptico y gozoso, libre de dogmas, con su entrañable repertorio que abarca del azote intimista (Sácalo, Corazón de cacto) a la crónica urbana (La primera calle de la soledad, Chilanga banda); del sarcasmo y la parodia sobre las miserias y petulancias cotidianas del homo sapiens (je) a la relación, sin lamentos lacrimosos, del desencanto que acecha en este fin de siglo (Desde mi moto, Ya nadie va a Durango). Letrista sin par en el panorama actual de la canción mexicana, el compositor tamaulipeco cautivará a sus seguidores con su proverbial talento para retomar giros del habla popular y darle vuelos poéticos.

Luis Eduardo Aute, por su parte, tendrá su segundo encuentro con el público mexicano, después de sus dos presentaciones en el Teatro de la Ciudad, en 1994. Aunque sus canciones no han tenido una difusión masiva (salvo la versión de Maciel a Rosas en el mar), el autor de Pasaba por aquí cuenta con numerosos seguidores en México, donde sus discos y casetes circulan de mano en mano, sobre todo los de sus primeras etapas, aquellos del amor frustráneo, de la crítica social o la subversión de las convenciones al estilo de Una de dos. Es seguro que ofrezca parte de ese repertorio, pero también lo es que --enemigo de la rutina y la autocomplacencia-- interprete canciones nuevas o no muy conocidas (tiene composiciones en francés e inglés) por estos lares. Valdrá la pena escuchar al también pintor, quien este año cumple 30 de trayectoria artística.

En otra frecuencia se ubica Amaury Pérez, uno de los principales abanderados (después de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés) de la llamada nueva trova cubana, con canciones como Esperando abril y Abecedario. El cantante cubano será el encargado de abrir el concierto en el que presentará al público parte de su nueva producción musical.

Si en la variedad está el gusto, La lengua es redonda es una oportunidad para apreciar lo mejor de cada uno de los tres trovadores, tres sensibilidades, tres maneras de relacionarse con la vida, la música y la palabra.