Arrebato y desafío en las miradas

Arturo Cruz Bárcenas Ť El tango llegó a México con toda su furia, pero también con el suave bandoneo, la nostálgica música del arrabal. Es Forever tango, el espectáculo de Broadway creado por Luis Bravo que regresa por una corta temporada al teatro Alameda 2.

Es síntesis: para bailar un tango hacen falta dos. La pasión y nobleza de este arte se convierte en un espectáculo de gran nivel: Forever tango, que a lo largo de dos horas mantiene al público atento a los cuadros, a las pequeñas grandes historias que siete parejas, un cantante y una orquesta, logran con armonía y una cadencia que no da respiro.

Es el arrebato de los bailarines que fijan la mirada mientras las notas musicales se clavan en los oídos. El exitoso show que se presentó en el teatro Alameda 1 regresa la ciudad de México. Forever tango cuenta con una compañía de 26 artistas, que incluye una orquesta de 11 músicos conducidos por el arreglista y director Lisandro Adrover, entre los que destacan cuatro de los mejores bandoneonistas del mundo.

Por momentos, el tango, que sin duda es música de soledad y lujuria, evoca imágenes de otros seres de la barriada: los pachucos. La indumentaria y la imagen de un machismo dominante se cruzan en ambas manifestaciones. Al parecer, los bailarines en escena se observan, se retan y ejecutan pasos de suave desplazamiento, pero hay otros que provocan exclamaciones por el riesgo de una lesión. La parte superior del cuerpo no tiene movimiento, pero a partir de la cintura hay un movimiento vertiginoso.

El hombre pretende dominar con la mirada a una dama esquiva. Caricias en recónditos intersticios de cuello, espalda, pecho; provocativos y traviesos desplazamientos de las manos por hendiduras que se yerguen cual garzas en apareamiento. ¿Quién controla a quién?

Es la lucha, el eterno convencimiento que se resolverá en la imaginación cuando la luz del escenario se extinga. ¿A dónde se van esos cuerpos que el tango puso en movimiento carnal, e hizo que se hincharan las venas hasta casi explotar?

Las bailarinas lucen vestidos que retan al ser más frío. Es el tango la música del emigrante, del viajero del mundo, de Argentina para el mundo. Es el tango que no morirá porque todos quisiéramos bailarlo, pero bien. Para que salga esa aporía, eso que no es objeto de razón: el amor, pasión que, como el juego de azar, nos domina.

La música de Forever tango es inmortal: de Gardel, Pugliese, Arolas, Adrover, Pontier, Laurenz, Canaro, Piazzolla, Francini...