En la reunión anual de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Copppal), celebrada en Buenos Aires, Mariano Palacios Alcocer, presidente en turno de ese organismo y dirigente nacional del PRI, se refirió al conflicto chiapaneco como ``una llaga pendiente en la conciencia nacional'', y señaló que su solución no debe implicar ``jamás, la del fuego''.
Por otra parte, el grupo latinoamericano de partidos emitió una recomendación en la que pide al gobierno de México que ``tome las medidas necesarias que propicien un clima de distensión que favorezca el reinicio de las negociaciones de paz''.
Las palabras del presidente del CEN priísta deben destacarse como un reconocimiento plausible de la gravedad y la dimensión de la peligrosa circunstancia en la que se encuentra la entidad del sureste, circunstancia que no ha cesado de agravarse día con día desde que el gobierno federal rechazó la propuesta de una Ley sobre Derechos y Cultura Indígenas elaborada por la Cocopa.
Esa postura permite inferir que, para algunos sectores del grupo gobernante, el conflicto en Chiapas tiene un alcance nacional y una trascendencia inocultables, a pesar de los esfuerzos del gobierno federal por minimizarlo y de sus apuestas por resolver el problema mediante la reducción de su presencia ante la opinión pública, la inacción y el olvido.
Cabría agregar que la rebelión indígena de enero de 1994 y sus secuelas no sólo constituyen una llaga de la conciencia nacional, sino también una bomba de tiempo que, de no desactivarse mediante la negociación y el diálogo en un clima de respeto y dignidad, podría llevar al país a una confrontación interna de consecuencias incalculables.
Por lo que hace a la recomendación de la Copppal al gobierno mexicano, ha de señalarse que, si bien a última hora fue morigerada y se eliminó de su texto la demanda de retiro del Ejército de la zona de conflicto, constituye un señalamiento implícito de que las autoridades no han emprendido, hasta ahora, las medidas que se requieren para la distensión que ha de anteceder la reanudación del diálogo.
La resolución resulta significativa, además, si se recuerda que la Copppal surgió a fines de los años setenta -en gran medida gracias al impulso del gobierno de José López Portillo-; que aunque recientemente solicitó su registro ante Naciones Unidas como organismo multinacional, pese a que formalmente agrupa a 48 partidos de 24 países y a que frecuentemente realiza sus reuniones fuera de México, nunca ha logrado desarrollarse con verdadera independencia con respecto al PRI o, en el mejor de los casos, a su representación mexicana, integrada también por el PRD, el PPS, el PT y el PARM, y que en consecuencia está estrechamente vinculada a la vida política nacional.