La Jornada 9 de octubre de 1998

Aprobaría el FMI moratoria temporal en casos extremos

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 8 de octubre Ť En una manifestación de la gravedad de la crisis que padece la comunidad financiera internacional, el Fondo Monetario Internacional (FMI) declaró que, en casos extremos, está dispuesto a ofrecer su aprobación y apoyo a países que declaren una moratoria temporal sobre el servicio de deuda y que apliquen controles cambiarios.

El director gerente del FMI, Michel Camdessus, expuso en público la posibilidad de este cambio fundamental en las políticas de la institución multilateral en un informe difundido esta semana, pero un importante funcionario del fondo informó este jueves a La Jornada que este cambio requiere modificar los artículos del acuerdo de la organización, lo que podría tardar seis meses.

El mismo funcionario dijo que la posibilidad de que los guardianes de la ortodoxia del libre mercado consideren un cambio radical del marco fundamental del FMI se ha considerado durante varios meses, e incluyó consultas con representantes del sector privado durante una reunión en Londres el mes pasado.

``Lo que estamos considerando es qué función podría desempeñar el FMI en una restructuración ordenada del endeudamiento internacional'', explicó a este diario un alto funcionario del fondo. ``Esto implicaría sancionar la suspensión de los pagos sobre la deuda para ofrecer un respiro que permita a los deudores renegociar'', agregó.

En su informe al Comité Interino del FMI, Camdessus agrega: ``Una moratoria sobre el servicio de deuda no soberana probablemente conlleva la imposición de controles cambiarios''.

Camdessus enfatizó que aceptar la suspensión del pago de deudas debería considerarse sólo en ``circunstancias excepcionales'' y debería incluir condiciones estrictas y calendarios para el país que se decida tomar ese camino.

``Antes de que pudiéramos acordar algo así, el país en cuestión tendría que comprometerse a dar pasos específicos como parte de las negociaciones para lograr la aprobación del FMI'', explicó un alto funcionario del organismo multilateral.

Pero sólo el hecho de que se considere aceptar un incumplimiento de pagos sobre deuda --algo que hubiera sido impensable hace un año-- es un reconocimiento del FMI de qué tanto ha cambiado el panorama financiero internacional en los últimos meses, y una realidad de facto.

Sin embargo, la decisión de abrir la puerta a la suspensión de pagos no es tanto un reconocimiento de las dificultades financieras que enfrentan los países en vías de desarrollo, sino más bien un intento de recuperar cierto control sobre el proceso, reconoció hoy un funcionario.

El problema para el FMI es que en las circunstancias actuales, cuando Rusia declara el incumplimiento de sus obligaciones o Malasia impone un control sobre su moneda, la comunidad financiera internacional pierde influencia ante estas decisiones unilaterales. Al cambiar las reglas para permitir, en algunos casos, que el FMI acepte y hasta endose una moratoria temporal, la institución mantiene su influencia y manejo del proceso.

Los funcionarios también señalan que esta posibilidad obligaría a los banqueros e inversionistas internacionales a compartir las consecuencias financieras de la crisis.