Fabrizio León Ť Lynn Fainchtein es la directora de programación de videos en MTV, la cadena de televisión por cable dirigida a jóvenes de entre 12 y 34 años que transmite videos musicales las 24 horas del día, con una audiencia promedio de 8 millones de suscriptores en Latinoamérica.
Esta nueva radio visual cumplió ayer cinco años de transmitir para este continente, desde Miami, Florida. La voz de Lynn es muy similar a lo que piensa. Como locutora nos recuerda muchas tardes sensuales (¿o eran mañanas?), los sábados, cuando conducía Salsabadeando en el 101 de FM. Como locutora, productora y directora fue, junto con un buen equipo, quien revolucionó la radio juvenil (Espacio 59 AM, Dimensión 13.80, Stéreo Cien, y Rock 101 FM), y programó rock en español, como una convicción, que se convirtió en un nuevo mercado para las disqueras y por supuesto en beneficio de muchos músicos y oyentes, así como cierta cultura antrera, que a la fecha pulula por la ciudad.
Una mujer divertida, locuaz y psicóloga, que no acepta la entrevista por medio del correo electrónico y prefiere la voz, aunque sea por teléfono. Dice sobre el rock en América:
--Es un momento espectacular... lo que no entiendo es dónde carajos está el público. Hay muy buenos discos y la gente no los está comprando. Hay discos que deberían vender 500 mil copias y no las venden. Hay mucho trabajo atrás de las compañías y músicos y la gente está comprando otras cosas o está teniendo demasiadas opciones. Hay mucho ska que no está vendiendo, mucho hip-hop, texano, balada, hay mucho de todo y hay pocos medios de difusión.
``Cuando tú ves que sólo existe (la estación) Radioactivo y Orbita en la ciudad de México y que Radioactivo de las 30 canciones que programa en rotación normal, tres son en español, y tú como disquera estás promoviendo el nuevo disco de Julieta Venegas, sabes que tienes sólo a Orbita y una pasada en Radioactivo y tuviste mucho.
``Un chavo tiene muchas opciones: escuela, internet, trabajo, cine, televisión y radio, una de ellas es comprar un disco. No tener medios de difusión no ayuda al artista mexicano. A mí me sorprende que a estas alturas, en una ciudad de 22 millones de gente, nadie se atreva a poner otra estación de rock...¡por el amor de Dios!''.
MTV (Música y Televisión) tiene la política de ``pensar a nivel internacional y actuar a nivel local''; así llegan a 84 países, con una audiencia de 300 millones de televidentes y con sedes regionales en Europa, Brasil, Japón, Latinoamérica, Asia y algo que ellos llaman MTV Mandarín, dirigida a los jóvenes chinos, con sede en Singapur.
Tiene programas informativos y producciones alternativas sobre la difucion de los derechos humanos y el sida. Sobre México, hubo uno memorable sobre el alzamiento zapatista y la producción musical que ello desató en varios grupos roqueros, fue desde Miami, Florida, la meshica, Lynn Fainchtein, quien los produjo y ahora trata de definir la línea de la programación y su filosofía.
--Lo que se programa en MTV no está escrito en ningún lado. No hay la consigna para prohibir. Pero tampoco vamos a apoyar el uso de las drogas en un video o la violencia. ¿En el caso de los desnudos? Hay muy poquito. Lo que está de moda es la violencia. Para mi sorpresa la gente ha dejado de ser cachonda y sexual y se ha vuelto violenta. Hace tanto tiempo que no veo (en un video) una teta para que diga ¡uhh! Están llenos de pistolas. Y entiendo, lo que están pasando en América no es muy bonito y es muy importante lo que el grupo quiere decir, no hay que menospresiarlo''.
La televisora tiene oficinas en Buenos Aires y en la ciudad de México y en su programación básicamente se compone con rock, pop y por ahí de vez en cuando alguna cumbia o sonesito muy de madrugada.
--¿Por qué no música afroantillana?
--Es tan amplio el margen de gustos musicales que tratamos de llegar a un sector de la gente, no puedes abarcar todo. Pero hay una constante. Nos definimos por lo que está sucediendo en cada ciudad, por lo que se está pasando en la radio y las sugerencias que nos llegan por mail y fax. También por lo que se vende y de ahí sacamos un consenso. Vemos todo. Los viernes por la mañana vemos lo videos que nos llegan, un promedio de 60. De las disqueras grandes, las pequeñas e independientes y los artistas que nos mandan sus producciones. Así decidimos. El mercado dicta cómo un video se ve más o menos. Si es el caso de los Smashing o Control Machete, es porque los están pidiendo y comprando. Pero le damos la oportunidad a casi todos los videos, a todos los que están de acuerdo con nuestra filosofía.
--¿Cuál es?
--Una mezcla de todo
--¿MTV tiene competencia?
--Pues no.
Arturo Cruz Bárcenas Ť La aparentemente espigada, pero, eso sí, más que bella Edith Serrano, VJ (video jockey) de MTV, es una estrella, aunque diga lo opuesto: ``Firmo autógrafos, sí, pero yo soy la que introduzco a las estrellas. La gente se confunde porque aparezco en la televisión. Soy conductora de videos''.
No hay nexo entre la carrera que estudió --relaciones internacionales, ``la cual terminé, debo dejar en claro, en la Universidad Iberoamericana'', ¿ves?--, dice, y lo que está haciendo ahora. ``Son cosas totalmente diferentes, aunque el único punto de encuentro es cuando MTV trata asuntos relevantes, políticos, como el caso de Chiapas, en el que MTV se involucra con los grupos para hacer álbumes y apoyar con los recursos generados a los indígenas. Ese es el único punto de encuentro. Pero lo que estudié no me sirvió de nada para conducir MTV''.
--¿Cuánto dura un VJ?
--No hay un tiempo marcado. Ruth (Infarinato) sigue, y comenzó hacia 1993. No sé si la edad sea determinante, quizá cuando ya tienes 5 o 6 años ante las cámaras, pero no sé, dado ese tiempo tal vez como persona necesitas volar, buscar otros caminos.
--¿Se estandariza el gusto musical?
--No, de hecho MTV es diversificación. Es como la libertad de gustos, de pensamientos, hace programas para diferentes tipos de música. No hay homogeneidad.
--Estás bonita, ¿cómo te ha ayudado esa condición en tu trabajo?
--(Suelta una risita larga) La verdad eso depende de los gustos. Eso es tan subjetivo. Sí (ja, ja, ja), me siento bonita, a veces. No hay que ser así, pero... Me mandan muchas cartas por correo electrónico, se me declaran. Eso me cubre esa parte de vanidad, que tampoco es muy bueno, pero...
--¿Se te han cumplido muchos caprichos?
--No, porque llegar a MTV fue una casualidad, que indica un gran tarea, un regalo, que implica, también, una gran responsabilidad. Me enteré de repente, fui a la audición. Aún no sé por qué me escogieron. Lo que sí es cierto es que me gusta la compañía, vivir en Estados Unidos. ¿Extrañar? Soy de Veracruz, pero me crié en la ciudad de México. Extraño sobre todo a la gente, pero no a la contaminación, el tráfico, la tensión.
--¿Ganas bien?
--Pues me defiendo (carcajaditas). Estoy contenta.
--¿Y en eso de los sentimientos?
--También estoy contenta en esa área (carcajaditas). Ando muy contenta, últimamente.
--¿Cuál es la tendencia?
--Un solo caballero. Esa es la verdad. Uno nada más. Creo que cada quien debe tomar sus propias decisiones, de acuerdo con las ideas personales. No creo que ser pareja implique que te quiten la libertad. El amor debe ser la libertad.
--¿Trabajas mucho?
--No tengo un horario preestablecido. Todos los días es diferente. La entrada varía. Trabajo un promedio de cuatro horas al día, como en la calle hago ejercicio, voy a mis clases de cerámica, leo un poco, investigo sobre música, ceno afuera, voy al cine... me alcanza el tiempo.
--Trabajando cuatro horas a cualquiera.
--Además, el trabajo me queda caminando. No tengo que manejar. Me voy en patines. Es una buena vida. No me puedo quejar. Con razón le gusta MTV a la señorita, ¿verdad? --se pregunta para sí, sin falsa modestia. Pura neta. Nada de taquicardias frente a las cámaras.
Esquía en agua, en nieve, corre. ``Me acabo de dar cuenta que me gusta correr. Dejé de fumar y me he dado cuenta de que me gusta correr, que puedo correr media hora, 40 minutos sin broncas''.
--¿Errores en el trabajo?
--Sí, pero MTV es una compañía tan joven, tan experimental, que si te equivocas no importa; se compone y ya.
Le gusta Lenny Kravitz y afirma que no habla un inglés perfecto, ``pero no me importa''. ``He aprendido tan poco y me he dado cuenta que me falta conocer al mundo. Estoy en proceso de autoaprendizaje. Cambio mucho de ideas, y eso me gusta. MTV, lo sé, no es para siempre. Cuando necesite saber lo que debo hacer te lo diré.
--¿Incurres en excesos?
--¿Yo? ¿Excesos? De todo, ¡hombre!... hasta sexual... no... desde lo sexual.
Adalberto Moreno Ť MTV revolución, MTV revolución, es revolución...
No, no es. Pero tampoco es Tampico. No es lo otro, ni la traición del contrabando. No es la muerte del rock, ni el mochacontracultura. No es telecé, ni el telele que se acaba en la pantalla, ni empieza ahí, on the border. Nada tiene que ver con lo alternativo, si por eso se grita que es más chido, más grueso, más que todo lo demás.
MTV está más cerca de Mad Max o, como dice Jimy Loquez, no madmes o, hablando de dogmas, aquí te dogmas.
Mueve a güeva la pena ahogada de esa ansiedad de verse favorecidos por MTV, con unplugeds, premios, menciones y programas especiales, que aquí les negó la industria nativa, para luego salir a cuadro, y fingir Fobia y reclamar agua bendita de una tradición pura que tiene como eje inmaculado a los iconos de la talla-muerte de Hendrix, Joplin, Morrison...
Mueven a tieso, quienes brincando su ser, son ``neotintancitos'', ``neozapatitos'', con igual ansiedad mtvisiva y se la Pachan de wondersitos, se reclaman parte de la Iliada Mexica-Maldita que se inició en Avándaro y que tan pocos héroes trágicos les dio, salvo el Parménides, el Rockdrigo y el fantasma tragicómico de Alex Lora.
Hay algo de ingenuidad en todo ello, mucho de frivolidad, pero ¿cuál es la n(i)eta?
Son los nietos, no del Ahuizote, sí del azote; son los hijos del Santo Patrón de Woostock, los aferrados de la contracultura que, desde el limbo, se rasgan las vestiduras por lo que suponen una ``deformación inadmisible de los valores más caros del rock''. Se resisten a aceptar que MTV tiene en casa una momia del viejo rock (anybody seen my baby...), con un ``value'' o un valium más bien simbólico y propagandístico; esa momia que ahora aparece con su vestido, brincando sobre los edificios de Chicago, Rolling Stone de polvo, pulverizado.
Los niños de MTV
Ahí está el secreto de MTV: entre las oraciones viejas y las plegarias desconocidas. Parece rock, pero en esencia es la moda y esto no tiene nada de malo; es la prolongación de la matriz pop y eso está muy, muy bien. MTV y quienes gustan de MTV, no tienen causas, tienen efectos y eso, definitivamente, (yes! Yes!): it's better. Su pulsión y fuente primigenia, la de los mtvboys, no es el gusto por la vida, no es la fiesta, lo arcaico, lo sagrado, lo natural, el pasado, ni nada por el estilo. Los niños de MTV tienen un humor desacralizado, cool, liberal-indiferente; no marchan, dan pasos, sus intereses son una defensa inactiva del entorno (new age y ecología de por medio). Afortunadamente, son desertores o nacieron después de la pasión y el tiempo de la política radical, de los cuerpos doctrinarios y de las ideas totales de pertenencia. Su noción política, no se nutre, chupa del neonarcisismo, de su propio cuerpo y sus necesidades, de la abulia y la producción informal, descentralizada y el tiempo libre como prioridad y no del tiempo de utilidad clásica, afortunadamente.
Durante las 24 horas, abren el canal, la red y abren en canal su mente, disponen la carne de sus sensaciones individuales y ya muy lejos de Iggy Pop y, mucho, pero mucho más de lejos, de Jim Morrison, escuchan sentados los interiores de Nirvana: extrañan profundamente a Kurt Cobain. No se encabrone mi buen.MTV tiene detrás de esta uniformidad de egos débiles, embrionarios, menos momias y más cybaritas; niños del alba prendidos al flujo continuo de información y a la inevitable filtración de elementos lúdicos. El nuevo topo, amiguitos.
Tal vez, la primera generación MTV producto nativo-espectador nativo, provenga de la explosión norteña o coyoacanense, esa camada de piporritos-escatológicos, de niñas lánguidas o lúbricas...
Fuera de MTV todo es lo mismo
No hay prejuicio, este es un video. MTV y la explosión de la soledad comunicativa, abre de manera involutaria, si se quiere, las ventanas a la multiplicación de elementos visuales caóticos, a la fuerza del video doméstico, marginal o pirata; al azote por la salud del cuerpo, a la explosión de otra sensualidad entre líneas, a las nuevas enfermedades, el nuevo dolor humano y al éxtasis.
A cinco años de MTV, al margen de la petulancia de sus nuevas estrellas, disculpada sólo por la hermosura de sus conductoras (y la bondad de sus conductores), el autismo del Chico Migraña y el viaje de la Ubre Intergaláctica, celebremos la moda; sí, la moda que alimenta la fascinación por las artes visuales, plásticas, los metalenguajes que admite y, sobre todo, juguemos los juegos tarantinescos de la fusión del comic, la música y el humor decadente.
Desde el inicio, MTV fue precoz (lombrina); rápido, hundió en la adicción a 2 millones de mercosureños; dos años y medio después se programó un mercado de 8 millones de yonkies videalistas; y en estos momentos, sigue la m... dando.
Hay que ver MTV, por lo que no se ve; no porque la generación equis lo vea, sino porque quienes tenemos nostalgia por el rock, puede ser que encontremos algo que nos impida quedar como lo que ya somos: cadáveres de la contracultura... hipies fuera del tiempo, aguacates.
Ahí está lo que hay que seguir de cerca y apreciar mientras tengamos televisión.