Fernando Figueroa Ť No cabe duda que cada quien habla según como le va en la feria. Claudia Islas, en entrevista que aparece mañana en Milenio, dice que ``en los años sesenta, México era un país maravilloso y, aunque se diga ahorita lo contrario, con un gobierno muy bueno como lo fue el de Díaz Ordaz. Había favoritismos, pero no saqueos, como ha sucedido con los presidentes que le sucedieron''. La güera oxigenada afirma que ``sería feliz si algún día apareciera en México un De Gaulle o un Churchill; alguien que amara a nuestro país y que no termine como miembro de la mafia''. CON EL DISFRAZ de persona solvente, con ingresos superiores a 20 mil panchólares mensuales, nos colamos recientemente a una sesión de marketing en la que los asistentes debíamos opinar acerca de un nuevo producto, de esos que tienen que gustarle a medio mundo, como los refrescos de cola. Inicialmente nos cuestionaron: ``¿Por quién votarían ustedes si hoy se llevara a cabo la elección para presidente de la República?'' Los chavos fresas hicieron ganar a Vicente Fox. Posteriormente nos proyectaron un video en el que aparece otro político mexicano hablando acerca de la realidad mexicana. Luego nos preguntaron si cambiaríamos nuestro voto después de haber escuchado las propuestas de ese personaje. La respuesta fue ``no'', ante el desaliento de los analistas que nos veían tras un cristal que para nosotros era espejo. A quien vimos una veintena de pirrurris no fue a un nuevo De Gaulle ni a un nuevo Churchill, simplemente a uno de los dos gobernadores priístas que suspiran por la grande. ¿Por quién vota? LA NUEVA PELICULA de Woody Allen, en la que retrata la obsesión del público por conocer la vida privada de los actores, se llama Celebrity. Actúan Kenneth Branagh, Leonardo DiCaprio y Winona Ryder, entre otros. Uno de los personajes afirma que ``se puede juzgar a una sociedad de acuerdo con las estrellas que elige celebrar''. Curiosamente, DiCaprio participó en esta cinta antes de embarcarse en el mega éxito del Titanic. Según Allen, ``la cultura está muy enrarecida, no sólo por las celebridades legítimas, sino por gente que obtiene una fama súbita y desproporcionada''. POR CIERTO, PATY Manterola --avecindada en Los Angeles-- estuvo de visita en México para promover su más reciente disco y presumir que próximamente participará en una película acerca de la vida de la bailarina Carmen Miranda. No especificó si ella será la protagonista, pero eso puede deducirse de la siguiente declaración: ``Es difícil empezar de cero, ser conocida en América Latina, llegar a Estados Unidos y apuntarte en una audición porque nadie sabe quién eres''. Los cazadores gabachos de talento se sentirán aliviados si leen en Tvynovelas un reportaje acerca de Enrique Iglesias: ``Enrique llegó media hora antes del concierto al Centro de Convenciones de Acapulco. Por ahí anduvo Patricia Manterola, quien de inmediato soltó a Javier, su novio, y saludó al cantante, que de momento no la reconoció, pero segundos después supo quién era''. ¡Chin! GUSTAVO ADOLFO INFANTE, conductor del programa radiofónico Palabras mayores, pidió a los diputados del PAN que se pongan a trabajar en beneficio del país en vez de andar promoviendo leyes que coarten la libertad de expresión. Un supuesto diputado (Oscar López) habló al programa para acusar al conductor de ser un tipo chismoso que hacía programas sólo para señoras desocupadas. Ya enchilado, Infante replicó que muchos diputados sólo sirven para cobrar un dineral e ``irse a jetear'' a la Cámara. Bien dicho. AUNQUE VICENTE FERNANDEZ afirmó que nunca se iría de nuestro país, lo cierto es que por lo pronto está a buen resguardo en EU, según él cumpliendo compromisos de trabajo. Quien no se anduvo por las ramas fue Pepe Aguilar, hijo de don Antonio, quien afirmó que, dada la inseguridad que hay en nuestro país, toda su familia emigrará a California o Texas. ¿Y los jodidos a dónde nos vamos?