Juan José Olivares Ť Casi como una coincidencia, después de 30 años resurge otro pronunciamiento de jóvenes que ahora exige una revolución sonora, la instalación de una cultura alternativa y la unión de razas y clases por medio de la música del próximo milenio: el movimiento tecno. Después de considerarse a los raves como antros de vicio y de tratar de censurarlos, es creado el primer festival de música electrónica en Latinoamérica, que durará 24 horas de ininterrumpidas ráfagas de estridentes decibeles.

Para el organizador, David Cuevas, este festival no es un rave, puesto que esta palabra se le dio a las primeras fiestas de los grupos de la corriente Manchester de los ochenta, como Happy Mondays e Inspiral Carpets, para que después un grupo de diyeis lo convirtiera en las reuniones que después se conocerían como raves.

--Hablando de movimientos, ¿tiene éste algo en común con el movimiento del 68?

--Definitivamente sí. La diferencia es que no queremos derrocar a ningún gobierno. No creo que la música electrónica vaya a cambiar al mundo, pero lo que sí sé es que ahora hay una unión de razas, que sí podría convertirse en un parteaguas para que los gobiernos sepan que lo único que quieren los jóvenes es que se hagan bien las cosas.

--¿Ha avanzado tanto la escena tecno en México como para organizar un festival de 24 horas?

--Desde 1984 surgió una explosión de esta música, aunque no con el poder de convocatoria de ahora, quizá por la represión a la que se vio sujeta por el supuesto de que eran lugares para vender drogaÉ

--Qúe es lo que ofrece Unionfest?

--Vamos a poder escuchar en cuatro pistas, diferentes tipos de ritmos y a los mejores exponentes: en la primera tendremos a la escena de Detroit, con el llamado padre del tecno, Juan Atkins; en otra estará la escena alemana, con el padre del trance, Mark Spoon; en la tercera tocará Guy Called Gerald, considerado el precursor del drum m'bass, así como a John Acquaviva, el iniciador del movimiento house; mientras que la cuarta pista será dedicada al chill out room, un espacio para la música más relajada como el ambiente.