Virtual relección de Cardoso en Brasil
Stella Calloni, enviada, y agencias, Brasilia, 4 de octubre Ť El presidente Fernando Henrique Cardoso parecía haber ganado este domingo su segundo mandato en las elecciones generales celebradas este domingo en Brasil, con 51.28 por ciento de los votos, contra 33.92 de su más cercano contrincante, Luiz Inacio Lula da Silva, postulado por el frente Unión del Pueblo, tras ser contabilizados 31.92 por ciento de los votos, de acuerdo con el último reporte proporcionado por el Tribunal Superior Electoral (TSE).
En las últimas horas de la noche, analistas señalaban que, a pesar que el actual presidente llevaba la delantera en el conteo, la izquierda obtenía en estas elecciones quizá la mejor votación de su historia en el país.
Cardoso ganó un segundo mandato de cuatro años, hecho inédito en la historia republicana de Brasil, sin necesidad de una segunda vuelta electoral. El presidente, de 67 años de edad, se mantuvo como favorito en todas las encuestas de intención del voto, pese a que Brasil se hundió hace unas semanas en una profunda crisis financiera.
El ex ministro de Hacienda y candidato del Partido Popular Socialista, Ciro Gomes, captaba 11.67 por ciento, seguido del nacionalista Eneas Carneiro, con 2.04, mientras que otros ocho candidatos sumaban apenas 1.07 por ciento de los votos.
Sin embargo, los resultados iniciales del TSE correspondían en su mayoría a votos emitidos a través de urnas electrónicas en grandes ciudades, donde fuentes políticas estimaron que Lula tiene más votos.
Aunque Lula, candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), cumplió este domingo el mejor papel de su carrera política en una primera vuelta electoral, sólo pudo alcanzar un tercer fracaso en la búsqueda de la presidencia, tras lo cual rechazó hacer cualquier pronunciamiento, pero aprovechó el momento en que acudió a depositar su voto para criticar nuevamente la conducción económica del gobierno.
Acusó a Cardoso de jugar un papel de verdugo en la economía brasileña y ser responsable de uno de los peores desastres económicos de la historia del país.
De su lado, el presidente del PT, que encabeza al frente Unión del Pueblo, José Dirceu, descartó toda posibilidad de que la oposición de izquierda participe en un pacto nacional contra la crisis económica.
Ciro Gomes, de su lado, reconoció su virtual derrota, pero miró hacia el futuro al señalar que le queda la satisfacción de haber cumplido, y ahora siente la obligación de construir una opción para Brasil.
El proceso electoral se desarrolló con tranquilidad en la mayor parte del país, salvo por la detención de unas 800 personas por haber violado la ley que prohíbe hacer propaganda electoral durante el desarrollo de los comicios. Entre los arrestados está el senador del Movimiento por la Democracia Brasileña del estado de Paraiba, Ney Suassuna, y el diputado Wilson Braga, así como otros candidatos.
Asimismo, cerca de 80 militantes del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST), de Salvador de Bahía, invadieron una comisaría para liberar a uno de sus miembros.
El vocero presidencial, Sergio Amaral, indicó que el mandatario se abstendrá de emitir declaraciones sobre las elecciones hasta que el TSE proclame el resultado oficial definitivo.
Sin embargo, trató de calmar temores sobre la eventual adopción de un paquete de medidas económicas inmediatas para hacer frente a la crisis, con lo que ratificó lo dicho previamente por el ministro interino de Hacienda, Pedro Parente, de que el gobierno no tiene planes de presentar el lunes un paquete de ajuste fiscal.
La zozobra económica internacional abatió las reservas que Brasil ostentaba orgullosamente en 69 mil millones de dólares a fines de agosto, a menos de 48 mil millones y puso en tela de juicio la salud de la economía.
Cardoso anunció recientemente que será necesario un duro ajuste presupuestario para el trienio 1999-2001, lo que según economistas significaría un estancamiento económico el próximo año o una recesión con su secuela de desempleo y penurias para la población.
Reiteran que no habrá devaluación
Pero en Washington, el ministro de Finanzas, Pedro Malán, excluyó toda posibilidad de devaluación del real, flotación de la moneda o control de salida de capitales.
En una conferencia ofrecida en el marco de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), Malán aseguró que su país recurrirá a la ayuda internacional de manera preventiva y no para resolver una crisis ya desatada.
Destacó por otro lado que las necesidades de financiamiento externo de Brasil hasta diciembre de 1999 llegan a 65 mil millones de dólares, de los cuales más de dos tercios serán cubiertos por inversiones directas y créditos para financiar importaciones y exportaciones.
El funcionario indicó que la parte por financiar sería de entre 16 y 21 mil millones de dólares, lo que sugirió que ese podría ser el tamaño del paquete de ayuda financiera que Brasil podría requerir en caso que los mercados de capitales sigan cerrados.
Malán apuntó que esa cifra corresponde a entre 35 y 40 por ciento del nivel actual de reservas del país, y enfatizó que su financiamiento no sería una operación de rescate, sino más bien de ``prevención del contagio'' a sus vecinos latinoamericanos.
Insistió también en que el gobierno de Cardoso mantendrá el rumbo económico a fin de sostener la inflación bajo control -que anticipó será este año de 2 por ciento-, preservar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda y, por lo tanto, de los salarios y seguir abriendo la economía.
El jefe de economistas del FMI, Michael Mussa, adelantó que Brasil obtendrá un paquete de financiamiento para ayudarle a defender su economía.
El cuanto a las elecciones en la gobernaciones, el poderoso estado de Sao Paulo, sede de la principal maquinaria industrial bursátil de América Latina, el líder del Partido Progresista Brasileño, Pedro Maluf, disputará una segunda vuelta, de acuerdo con los sondeos a boca de urna, efectuados por la encuestadora IBOPE.
Maluf ganó 34 por ciento de los votos pero no alcanzó la mayoría absoluta, por lo que se deberá enfrentar dentro de tres semanas al candidato que salga de una disputa de voto a voto entre el socialdemócrata Mario Covas y la diputada Marta Suplucy, del PT.
En Río de Janeiro, los resultaron preliminares del Tribunal Electoral Regional dan la victoria al candidato por la Unión del Pueblo, Antonhy Carotinho, con 46.44 por ciento de los sufragios, pero deberá disputar una nueva ronda a César Maia, del Partido Frente Liberal.
Mientras, en Río Grande do Sul, el candidato del PT, Olivio Dutra, aventaja a Antonio Brito del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño, con 51.25 por ciento, frente a 41.51, y podría ganar en la primera vuelta, de mantenerse la tendencia.
En Minas Gerais, el antecesor de Cardoso en la presidencia, Itamar Franco, ganó con 44 por ciento, pero tendrá que enfrentar la segunda ronda al candidato socialdemócrata Eduardo Azeredo, quien recibió 38 por ciento, de acuerdo con IBOPE. Asimismo, el gobernador de Bahía, el liberal César Borges, se encaminaba a una reelección por amplio margen al obtener 71 por ciento de los votos.