El apoyo a naciones en apuros debe condicionarse a ajustes: Rubin
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 4 de octubre Ť El secretario del Tesoro, Robert Rubin, declaró hoy que un nuevo ``fondo de contingencia'' del FMI para apoyar a países amenazados por la desestabilización económica, debería ser aprovechado por la comunidad internacional para ejercer una mayor presión con el fin de forzar reformas financieras y una mayor transparencia en las economías emergentes.
``La economía global no puede continuar prosperando con los desbarajustes amplios y sistemáticos que han ocurrido a lo largo del año pasado'', señaló Rubin en un discurso ante el Comité Interino del Fondo Monetario Internacional (FMI). Dijo que la capacidad de la comunidad internacional para prevenir este tipo de ``desbarajustes'' y manejar mejor la crisis será factor ``crítico'' para mantener y ampliar el sistema de libre mercado en los países.
Pero los comentarios hechos hoy por otros líderes financieros sugirieron que no existe un consenso sobre el mecanismo preciso para hacer frente a la crisis financiera mundial.
La dirigencia del banco central de Alemania rechazó la sugerencia de Rubin y del FMI de que los países industrializados rebajen sus tasas de interés para promover el crecimiento económico. Su contraparte británica también expresó dudas sobre esta estrategia.
Mientras tanto, el ministro del Tesoro británico, Gordon Brown, comentó a periodistas que la reunión del Grupo de los Siete celebrada ayer concluyó sólo con el acuerdo de explorar las propuestas estadunidenses para crear un fondo de contingencia en el FMI.
Agregó que era poco probable que estos países industrializados aprobaran las propuestas estadunidenses, a menos que el Congreso en Washington apruebe los 18 mil millones de dólares que Estados Unidos prometió para el FMI.
La sorpresa francesa
Al hablar ante el Comité Interino del FMI, el ministro de Hacienda francés, Dominique Strauss-Kahn, sorprendió a algunos al dejar abierta la posibilidad de apoyar restricciones a los flujos internacionales de capital en ciertas circunstancias.
``Un monitoreo adecuado de los flujos de capital de corto plazo, fundado en reglas afines al mercado y que dependa, por ejemplo, de provisiones de impuestos, ciertamente no debería ser considerado tabú'', declaró.
Sin embargo, Rubin ha reiterado las ``enormes preocupaciones'' sobre los controles del capital que según él no son efectivos cuando se trata de resolver problemas económicos.
Tal vez reconociendo que se ha abierto el debate sobre tales controles, Rubin agregó que las autoridades de los países industrializados deberían promover que las firmas bursátiles y los bancos monitoreen más efectivamente los riesgos en los países en que invierten.
También instó al FMI a adoptar medidas para ``monitorear los flujos del capital de corto plazo e incluir datos sobre el endeudamiento externo de corto plazo'' en sus informes.
En un discurso en el cual reiteró las propuestas estadunidenses para crear un fondo de contingencia en el FMI y que el Banco Mundial disponga de ``capacidad de emergencia'' para enfrentar crisis financieras, Rubin dijo que la comunidad internacional debería trabajar más sobre los problemas de largo plazo que crean inestabilidad financiera.
En particular, consideró necesaria una mayor transparencia, y sugirió que el FMI obligue a todo país que reciba sus créditos a difundir copias al público de documentos claves relacionados con estos préstamos.
``Una prioridad en manejar los mercados financieros globales más volátiles hoy día es tener en pie sistemas financieros nacionales fuertes'', agregó Rubin en lo que resultó ser uno de sus puntos centrales de su discurso ante el Comité Interino del FMI, al que instó también a promover una mayor asistencia técnica y financiera para aquellos países que están reformando su sector financiero, así como una mayor supervisión.
También sugirió que la comunidad internacional imponga ``incentivos poderosos'' sobre los mercados emergentes para alentar estas reformas.
``Fortaleciendo la respuesta a la crisis actual y creando un marco para los mercados globales del siglo XXI no será fácil o rápido, pero tenemos que continuar avanzando con cuidado y seriedad'', afirmó Rubin.
``Nuestra meta debería ser crear una arquitectura fuerte basada en el mercado, que induzca una toma de decisiones sana por parte de los inversionistas, aliente el uso del capital de forma productiva y recompense a los gobiernos que promuevan políticas sanas'', dijo.