EU, Francia, Canadá y GB crearán fondo de ayuda anticrisis
Roberto González Amador, enviado, Washington, 3 de octubre Ť Una intensa jornada de negociaciones entre naciones industrializadas y en desarrollo concluyó hoy aquí con la oferta de Estados Unidos, Francia, Canadá y Gran Bretaña de constituir un fondo de emergencia para ayudar a los países afectados por la crisis asiática y rusa, entre los que se encuentran varios de América Latina.
El Grupo de los 24 (G-24) que representa los intereses de las naciones en desarrollo ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de cual forma parte México, destacó hoy la necesidad de ``construir un diálogo entre las naciones desarrolladas y las que están en proveso de serlo, para establecer responsabilidades de largo plazo con las cuales hacer frente al reto de la globalización''.
En esta capital, donde se desarrolla la reunión anual conjunta del FMI y el Banco Mundial (BM), se realizaron hoy intensas negociaciones por separado, en las que el Grupo de los 7 (G-7) que agrupa a los países más ricos del planeta, discutió a puerta cerrada la conformación de un paquete de asistencia a los países en crisis o en riesgo de caer en ella.
Los encuentros ocurrieron después que el FMI hizo un llamado al G-7 a apoyar los esfuerzos de las naciones emergentes para evitar que la crisis se convierta en una recesión de alcance mundial.
Mientras el gobierno de Japón anunció formalmente su decisión de constituir un fondo de ayuda por 30 mil millones de dólares para apoyar a los países asiáticos en crisis, en otro extremo Brasil se convirtió en el centro de las preocupaciones de que el problema de Asia pueda extenderse a América Latina.
``Esta región pudo resistir con cierta fortaleza los efectos de la crisis en Asia, soportó el choque provocado por Rusia, pero es difícil creer que pueda superar los problemas si Brasil cae en una situación de inestabilidad'', declaró uno de los participantes en el encuentro.
En este contexto, el G-24 que agrupa a naciones en desarrollo, suscribió hoy un llamado para que los países desarrollados disminuyan sus tasas de interés y relajen sus políticas monetarias con el fin de ordenar los mercados financieros mundiales y promover un retorno de capitales a los países emergentes.
Las naciones del G-24, entre las que se encuentran además de México, Malasia, Argelia, Brasil, Perú, China, Marruecos, Arabia Saudita y Sudáfrica, se comprometieron a aplicar reformas macroeconómicas, pero también pidieron ser parte del debate y no sólo un actor pasivo.
El G-24 llamó a hacer una revisión global del actual sistema financiero monetario basado en un principio de inclusión y distribución equitativa de los costos posteriores a la estabilización de las crisis financieras entre los bancos de países industriales, las naciones que reciben los apoyos y los gobiernos.
También solicitó el reforzamiento de las redes de seguridad social como un elemento de estabilización para proteger a los segmentos más vulnerables de población en los países que han caído en crisis.
Los ministros del G24 demandaron incrementar la representación y participación de las naciones en desarrollo en la toma de decisiones sobre la reforma de las instituciones financieras y pidieron tener un papel creciente en la revisión de las bases que determinen el poder de voto en esas instituciones.
Además llamaron al establecimiento de una fuerza multilateral con la participación de las naciones industrializadas y de los países en desarrollo para realizar una profunda revisión de los temas relacionados con la reforma monetaria y el sistema financiero mundial.
Previo al pronunciamiento del G-24, el FMI consideró que el primer paso a seguir para estabilizar al sistema financiero mundial es proveer liquidez a los países que se han visto afectados por la salida de flujos de capital en estos últimos meses.