La Jornada 3 de octubre de 1998

Intenta Clinton poner calma en los mercados financieros

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 2 de octubre Ť El presidente Bill Clinton intentó calmar a los mercados financieros mundiales y planteó nuevos mecanismos globales para apoyar a los países afectados por la crisis financiera internacional. Anunció que participará en una reunión con ministros de Hacienda el lunes próximo y que hablará ante el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial el martes.

Asesores de la Casa Blanca indicaron que el presidente decidió hacer tal declaración esta mañana, la cual sólo reitera lo que se ha planteado durante varios meses, después de observar un desplome de 448 puntos en la Bolsa de Valores de Nueva York entre el miércoles y el jueves pasados. Este viernes, Wall Strett cerró después de subir más de 152 puntos, aparentemente en respuesta a la percepción de que Clinton señaló que está dispuesto a tomar acción al más alto nivel para enfrentar la crisis internacional.

En sus declaraciones hoy, Clinton también insistió al Congreso de Estados Unidos a aprobar el otorgamiento de 18 mil millones de dólares al FMI, que ha sido bloqueado por los legisladores republicanos.

``El mundo enfrenta el desafío financiero más serio en 50 años'', declaró Clinton. ``Debemos actuar para fortalecer la capacidad de la comunidad financiera internacional para limitar el contagio''. Anunció que el secretario del Tesoro, Robert Rubin, y el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, discutirán un nuevo mecanismo del FMI para asistir a los países afectados por la crisis financiera internacional.

Además, el presidente estadunidense pidió al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo que ``amplíen sus créditos lo más posible'' para otorgar préstamos de emergencia a aquellos países afectados en forma adversa por la crisis. También anunció que estaba enviando al jefe del Banco de Exportación e Importación de Estados Unidos (Eximbank), que otorga créditos para apoyar exportaciones estadunidenses, a México, Brasil y Argentina, para evaluar el tipo de asistencia específica que podría hacerse disponible.

``Hay tres cosas que tenemos que hacer -dijo Clinton-. Tenemos que hacer lo posible para restaurar la estabilidad del sistema financiero mundial y la confianza de los inversionistas, para que pongan su dinero de nuevo en los mercados de todas partes. Y debemos trabajar con esos países para resolver sus problemas internos''.

Pero el presidente insistió en que una recesión global no es inevitable, particularmente si los países que aún gozan de crecimiento económico deciden tomar la iniciativa rápidamente. ``Cerca de un cuarto del mundo está o ha estado en recesión'', indicó Clinton. ``Aproximadamente una cuarta parte del mundo está en un periodo de crecimiento muy bajo, el resto estamos creciendo''.

Clinton advirtió que si el Congreso no aprueba el paquete de 18 mil millones de dólares en financiamiento estadunidense para el Fondo Monetario Internacional, hará responsables a los republicanos de las consecuencias. ``El Congreso no puede demorar la aprobación del financiamiento al FMI ni un día más'', advirtió. Si lo hace, agregó, ``incrementa nuestra vulnerabilidad ante la crisis, reduce la confianza en los mercados globales y mina nuestras perspectivas''.

El secretario del Tesoro, Robert Rubin, explicó poco después que si Washington no cumple con sus obligaciones ante el FMI, otros países podrían decidir hacer lo mismo. Pero si Estados Unidos hace su contribución, otras naciones lo harán con entre 70 y 90 mil millones de dólares más, la que formaría una reserva de fondos que podrían ser dedicados al apoyo de países afectados por la crisis.

Estos fondos son la base del ``nuevo'' mecanismo del FMI al que se refirió Clinton esta mañana, y sobre el cual, el director gerente del FMI, Michel Camdessus, y otros líderes internacionales han estado discutiendo durante este año. Sin decirlo directamente, Rubin dejo claro también que estos fondos formarían una parte clave de un nuevo paquete de apoyo financiero para Brasil, que se espera será anunciado la semana entrante.

Más allá de reiterar la importancia de los fondos adicionales, hubo poco de nuevo en las iniciativas anunciadas por Clinton y Rubin. Pero sin duda la Casa Blanca tiene la esperanza de que esta clase de aseveraciones podría calmar los mercados financieros.

``Creo que hay una reacción exagerada del lado de los flujos para fuera'', dijo Rubin al describir el éxodo de dinero de los mercados emergentes. ``Todo esto tiene que ver con la confianza''. Cuando se le preguntó qué se necesita para restaurarla, respondió: ``no hay una solución mágica al asunto de la estabilidad financiera''.

También advirtió contra expectativas de que las reuniones del Grupo de los 7 o la reunión del G-7 con el Grupo de 24 (los ministros de finanzas de los principales mercados emergentes) resultarán en anuncios espectaculares. ``No creo que estos encuentros en sí mismos resultarán en compromisos específicos'', dijo. Pero al salir de la conferencia de prensa para reunirse con el titular de Hacienda de Brasil esta tarde, asesores de Rubin señalaron que a pesar de que no hay propuestas nuevas específicas, el Tesoro de Estados Unidos tiene la esperanza que el simple hecho de que estas reuniones se celebren ayude a restaurar cierta confianza en los mercados financieros.