La Jornada 3 de octubre de 1998

En el Ayuntamiento, frente a Palacio Nacional, bandera a media asta

El jefe de gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, izó ayer, en punto de las 8 de la mañana, la bandera mexicana a media asta, en señal de duelo y recuerdo de los estudiantes, civiles y militares caídos en los cruentos aconteci- mientos del 2 de octubre de 1968.

La bandera nacional ondeó así sobre el techo del antiguo Palacio del Ayuntamiento, frente a la Catedral Metropolitana, en el primer cuadro de la ciudad de México, donde también se encuentra el Palacio Nacional.

El jefe de gobierno expresó que con la conmemoración de los hechos del 2 de octubre de 1968, se hace un llamado a la conciencia de todos los ciudadanos para que este tipo de actos no vuelvan a repetirse en el país.

Así también, los 16 delegados políticos del Distrito Federal evocaron los trágicos e históricos acontecimientos de hace 30 años, tras levantar a media asta el lávaro patrio en cada una de sus respectivas demarcaciones. Rechazaron la fuerza y el asesinato como medio para imponer ideas, a la vez que clamaron por precisar los nombres de los responsables de la masacre.

El acto encabezado por Cárdenas, en el corazón de siglos de historia del país, fue sobrio y definitivo. A su espalda la escritora Elena Poniatowska, autora del testimonial La Noche de Tlatelolco -referencia varias generaciones para conocer aquellos acontecimientos- seguía emocionada cada uno de los movimientos. Por instantes su mirada se perdía en la inmensidad de la Catedral Metropolitana.

Afable, la escritora y periodista aceptó una vez más responder a las inquietudes de los reporteros, sin importarle que fuera lo mismo que le han preguntado los últimos días. ``El movimiento del 98 nos dejó una herida pavorosa'', dijo.

``Miren este cielo en donde estamos'', pidió. ``Si está aquí Cuauhtémoc, yo creo que en algo tiene que ver el movimiento estudiantil que la sociedad ya no es tan inerme, que la sociedad reacciona y que sabe exigir''.

Poniatowska dejó abierta la posibilidad de que los archivos del 68 puedan decir algo que no se sabe, ``o a lo mejor no va haber nada. Si usted comete una mala acción, no creo que lo escriba para que todos se enteren después''.

Cuauhtémoc Cárdenas, a su vez, también respondió a las inquietudes reporteriles.

-¿Se considera el PRD un heredero directo del 68?

-No, el 68 es uno de los antecedentes más importantes del movimiento democrático que vivimos ahora, pero no hay hijos directos en este caso.

(Gabriela Romero S., Juan Antonio Zúñiga M. y Humberto Ortiz)