La Jornada 2 de octubre de 1998

El pueblo debe decidir si hubo corrupción en el rescate: Wolfensohn

Roberto González Amador, enviado, y Jim Cason, corresponsal, Washington, 1o. de octubre Ť El ``pueblo de México'' debe opinar y decidir si hubo corrupción en el rescate del sistema bancario, cuyo costo para los contribuyentes de este país alcanzará unos 65 mil millones de dólares, afirmó hoy el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.

Mientras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el propio Banco Mundial hicieron un llamado a los países industrializados para que apoyen a las naciones que enfrentan los embates de la crisis, con el fin de sortear con menos dificultad y en menor tiempo el temporal desatado en Asia hace poco más de un año.

``Es necesario que las naciones desarrolladas hagan un esfuerzo para apoyar a los países en crisis y a los que están tratando de resolver sus problemas'', declaró Michel Camdessus, director gerente del FMI.

Wolfensohn consideró que la obligación del gobierno del presidente Ernesto Zedillo, en cuyo periodo se llevó a cabo el rescate bancario, es investigar posibles actos de corrupción durante el saneamiento de las instituciones financieras, iniciado a partir de la devaluación de diciembre de 1994.

En declaraciones a la prensa durante la reunión anual del FMI y el BM, Wolfensohn indicó que el Banco Mundial está interesado en conocer los resultados de las investigaciones sobre el rescate bancario, y afirmó que el gobierno mexicano ha ofrecido que se avanzará en este tema.

El Banco Mundial ha hecho varios préstamos a México para apoyar las distintas fases de la reforma del sistema financiero. Desde 1995, funcionarios del organismo han participado de manera directa en programas para mejorar la supervisión y vigilancia que ejerce la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

``Sabemos que hay una investigación sobre posibles actos de corrupción cometidos durante el rescate bancario. El secretario (de Hacienda, José Angel) Gurría nos ha dicho que el gobierno está determinando qué hacer en este punto, pero en el Banco Mundial creemos que los mexicanos son capaces de resolver el asunto'', dijo Wolfensohn. ``Una vez que encuentren la salida, analizaremos lo que ha pasado, pero no tenemos ningún prejuicio''.

México necesita ayuda

El presidente del Banco Mundial consideró que México ha sido presa de un cambio brusco en el movimiento de capitales, que minará el crecimiento del país para este año. Indicó que los países en desarrollo deben ayudar a las naciones que han caído en crisis, pero también deben apoyar a aquellas que, como México, ``están haciendo esfuerzos para no ser tan afectadas por la situación mundial''.

Sin embargo, afirmó que el gobierno mexicano deberá hacer sus propios esfuerzos ``por restaurar la confianza'' para evitar que el movimiento de flujos de capital continúe afectando la economía.

Después de advertir que no podrá haber una mejoría sostenida en el bienestar de los países emergentes si no se consideran los aspectos sociales, el funcionario dijo que las naciones industrializadas no pueden escamotear el apoyo a los países en transición. ``Los problemas de las economías en desarrollo y de aquellas que han iniciado los procesos de transición son también los problemas de las naciones del Grupo de los Siete, que deben apoyar los esfuerzos para evitar que más países caigan en crisis'', indicó.

Wolfensohn se manifestó por una reducción de las tasas de interés en los países en desarrollo que han debido aumentar los réditos internos en las últimas semanas para frenar la salida de capitales, como lo ha hecho México. Mantener por un tiempo prolongado los réditos en niveles altos, dijo, tendrá un impacto negativo en los niveles de empleo y aumentará la pobreza.

No hay un nuevo Plan Marshall

Michel Camdessus llamó a los países industrializados a apoyar los esfuerzos de las economías en transición para superar la actual crisis financiera mundial.

En una conferencia de prensa, Camdessus consideró posible que los bancos centrales de las naciones industrializadas de Europa reduzcan las tasas de interés, como hizo el martes la Reserva Federal de Estados Unidos.

Sin embargo, el llamado a que los países del G-7 apoyen a las naciones que tratan de sortear la crisis financiera actual --como el caso de México, que ha debido recortar tres veces el presupuesto federal y restringir la circulación de dinero-- y la posibilidad de que disminuyan las tasas de interés ``no significa que el FMI esté proponiendo una nueva versión del Plan Marshall'', señaló Camdessus.

Al término de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos apoyó la reconstrucción de Europa con 25 mil millones de dólares y el envío de asistencia a ese continente.

``No estoy proponiendo un nuevo Plan Marshall. La cuestión es, simplemente, que los países del G-7 apoyen los esfuerzos que realizan muchas naciones para salir de la crisis y evitar un mayor contagio'', señaló.