Nunca más un 2 de octubre, consenso en el Senado
Alonso Urrutia y Andrea Becerril Ť Nunca más un 2 de octubre. Esta vez hubo consenso. Desde la tribuna del Senado de la República perredistas, panistas y priístas coincidieron en la condena al uso de la fuerza del Estado para acallar las protestas, y en la reivindicación del avance democrático como herencia directa de aquel movimiento.
Hoy decimos -advirtió el priísta Samuel Aguilar- ``nunca más un 2 de octubre, nunca más la cerrazón al diálogo y a la posibilidad de alcanzar los acuerdos necesarios para fortalecer el ejercicio de las libertades democráticas, nunca más espacios cerrados''.
Coincidente en la condena, el perredista Mario Saucedo fue más allá y lanzó el reclamo: ``Es necesario conocer toda la verdad, que se abran todos los archivos. Las heridas abiertas por la masacre no cicatrizarán hasta que se haga justicia; que se conozca la verdad y se castigue a los responsables''.
Sería el panista Ricardo García Cervantes quien reivindicaría la masacre como el parteaguas para el avance democrático del país, pero advertiría que ``tenemos hechos recientes que igualmente deben ser investigados en aras de consolidar los valores de justicia. Ahí están Acteal, Aguas Blancas, El Bosque''.
La conmemoración del 2 de octubre hizo confluir a las tres fracciones, después de un largo debate sobre las reformas penales. Mario Saucedo aseveró que la masacre de Tlatelolco fue un ``crimen de Estado que no puede quedar impune a riesgo de que se repita la tentación del gobierno de recurrir al genocidio para silenciar las voces discordantes''.
El perredista subrayó que las matanzas de Acteal y Aguas Blancas son una clara señal de hasta dónde se puede llegar cuando la autoridad ``recurre a la violencia, cuando apoya y promueve a grupos paramilitares que amedrentan y reprimen a la disidencia. La insurgencia indígena puede, como en el 68, ser también masacrada por un gobierno que se resista a reconocerla''.
En su oportunidad, el priísta Samuel Aguilar señaló que su grupo parlamentario ``condena el uso de la violencia como recurso del Estado ante el ejercicio de las libertades de manifestación y de expresión del movimiento estudiantil. No conocemos con exactitud el número de muertos, pero bastaría uno sólo para que manifestáramos esa misma condena''.
García Cervantes reivindicó la postura que en su momento mantuvo el PAN al condenar la masacre estudiantil. Cuestionó si hoy el Poder Legislativo sería capaz de impedir la matanza: ``Si viviéramos las mismas circunstancias, ¿sabríamos aportar la tolerancia, la racionalidad, la razonabilidad que otrora faltó?''
A su vez, el senador Jorge Calderón, del PRD, dijo que el país ``cosecha hoy los frutos de las semillas democráticas que fueron sembradas en el verano del 68''.
Aseveró que el mejor homenaje que se puede rendir a Heberto Castillo, ``símbolo del espíritu libertario del 68, y a todos los caídos el 2 de octubre, es fortalecer las instituciones democráticas de la República, la plena vigencia de la Constitución y del estado de derecho''.
En el debate también intervino la perredista Rosa Albina Garavito, quien propuso un punto de acuerdo turnado a las comisiones de Defensa y de Derechos Humanos de ese órgano legislativo, por el que se solicita la apertura de todos los archivos en poder de las secretarías de Gobernación y de la Defensa Nacional para esclarecer los hechos.