PARO NACIONAL EN PERU
Dpa, Ap, Afp y Reuters, Lima, 30 de septiembre Ť Un gran paro nacional de sindicalistas y estudiantes se realizó hoy en Perú, a la par que se efectuaban múltiples movilizaciones regionales, mientras que en Lima una de las marchas derivó en enfrentamientos con la policía y ejército dentro del mismo palacio de gobierno.
Se estima que unos 10 mil manifestantes marcharon por las calles céntricas de Lima, en lo que constituyó la mayor protesta contra el gobierno de Alberto Fujimori, su política económica, sus afanes releccionistas y por la restitución del estado de derecho y el fin de su ``dictadura''.
Al paso de la marcha por la Casa de Pizarro, la sede del Ejecutivo, una columna de unos 500 manifestantes desvió su dirección y sin mayores problemas franquearon la barrera policial y del ejército y se mantuvieron protestando durante cerca de una hora dentro del recinto.
Se dijo que Fujimori se encontraba despachando allí cuando los trabajadores de la construcción penetraron al patio del edificio, tras superar a la guardia presidencial y una barrera de mujeres policías, y se mantuvieron gritando consignas como ``abajo la dictadura'' y ``no a la relección''.
Llamó la atención la tardanza del ejército para intervenir, pero cuando lo hizo se desató una batalla campal, pues los uniformados lanzaron gases lacrimógenos y dispararon al aire, con el resultado de un número indeterminado de heridos y una treintena de detenidos.
No obstante, durante el zafarrancho se registraron graves destrozos y hubo saqueo de cananas, munición de fusiles, sables y uniformes de la guardia de honor de la Presidencia de la República, en torno a cuyos hechos los estudiantes y trabajadores se deslindaron y denunciaron que fue obra de provocadores e infiltrados.
En tanto que el líder del Congreso, Víctor Joy Way, denunciaba que había una ``acción concertada de desestabilización'', algunos diputados de oposición se sumaron al deslinde de los manifestantes y denunciaron que hubo agentes del gobierno que participaron en los disturbios causando daños y participando en los saqueos.
Las marchas en Lima se prolongaron durante unas cuatro horas, pues las columnas también pasaron frente al Congreso y al Palacio de Justicia; aunque los disturbios continuaron en las cercanías de la sede de gobierno, la calma retorno en la noche.
En el paro y las protestas callejeras, que los líderes calificaron como exitosas en un 100 por ciento, participaron obreros, maestros y universitarios, y si bien en Lima los disturbios opacaron la magnitud del paro, hubo manifestaciones pacíficas en Cusco, Trujillo, Arequipa, Ica y Puno.
La Confederación General de Trabajadores de Perú, que fue una de las primeras en deslindarse de los hechos vandálicos provocados por ``agentes infiltrados'', reconoció no obstante que hubo algunos ``excesos'' y ``desbordes'', pero sostuvo que esto tiene que ver con la actitud de soberbia del régimen fujimorista.
Aunado a lo anterior, el Foro Democrático (aglutina a numerosas organizaciones cívicas y de oposición), que pugna por un referéndum en torno a la relección de Fujimori, planteó una serie de puntos sobre la transición para suceder a la ``dictadura'', entre los que destacó el ordenamiento de leyes contra caprichos personales.
Asimismo, se pronunció por la abolición de la relección, la transformación del poder judicial, descentralización, el fortalecimiento de los municipios, por una economía social de mercado y la restitución de los derechos laborales.
El ministro de la Presidencia de la República, Tomás González, confirmó que pondrá su cargo a disposición del presidente para responder a las acusaciones por corrupción y proselitismo indebido.