La Jornada 26 de septiembre de 1998

El pueblo de EU está cansado del escándalo sexual, revelan sondeos

Reuters, Ap y Afp, Washington, 25 de septiembre Ť El presidente Bill Clinton contratacó y acusó a la mayoría republicana en el Congreso de tener las ``prioridades al revés'' y de ``no cumplir con su más básica responsabilidad de gobierno''.

Horas más tarde, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes aprobó divulgar una versión editada de las conversaciones telefónicas de Linda Tripp con Monica Lewinsky, el detonante del escándalo sexgate.

Pero los republicanos enfrentaron dos tropiezos: sondeos indican que Clinton aumentó su índice de aprobación y que la mayoría de los estadunidenses censura al Comité Judicial por haber difundido el tes- timonio del mandatario ante el gran jurado.

Además, el liderazgo republicano en la Cámara de Representantes fracasó la noche del viernes cuando la mayoría legislativa en ese órgano rechazó otorgar a Clinton mayores poderes para negociar acuer- dos comerciales.

El Comité Judicial dio a conocer hace 15 días la primera parte de un voluminoso informe del fiscal independiente Kenneth Starr sobre las relaciones de Clinton con Lewinsky y allí acusa al mandatario de 11 delitos --perjurio, obstrucción de la justicia y abuso de poder-- que, sostiene, son suficientes para empezar contra el jefe de Estado un juicio de destitución.

Una semana después, el mismo comité decidió hacer público el video con las cuatro horas de testimonio de Clinton ante el gran jurado.

El titular del Comité Judicial, el republicano Henry Hyde, anunció el jueves pasado que a principios de octubre ese organismo enviará al pleno de la Cámara una recomendación para comenzar el proceso de juicio político a Clinton.

Sin embargo, los estadunidenses están cansados del escándalo y 65 por ciento de los interrogados por el diario The New York Times y la cadena CBS se opone a una renuncia o destitución de Clinton.

Setenta y ocho por ciento dijo que el comité no debió haber autorizado la difusión del testimonio del mandatario, y 54 por ciento desaprobó la actuación del grupo presidido por Hyde.

Otro sondeo, éste realizado por la firma Gallup para el diario USA Today y la cadena CNN, indicó que Clinton tiene 66 por ciento de aprobación de su trabajo, y 53 por ciento opinó que el Congreso no debe empezar un procedimiento de destitución.

Analistas políticos indican que al parecer ha dado resultado la estrategia adoptada por la Casa Blanca frente al escándalo, ya que el objetivo ha sido convencer a los estadunidenses de que una destitución o renuncia serían un caso desproporcionado para lo que hizo Bill Clinton, y que el mandatario es perfectamente capaz de gobernar a pesar del escándalo que arrastra desde hace ocho meses.

Asimismo, la Casa Blanca ha acusado a los republicanos de no ser parciales en el caso y de querer ``humillar'' y derrumbar a Bill Clinton quien, a su vez, comenzó a tratar de volver a su trabajo.

Hace una semana estuvo en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, fue homenajeado por el presidente Nelson Mandela y se reunirá próximamente con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat.

El ataque

Este viernes, Clinton reiteró su intención de ocuparse de sus asuntos, y antes de partir hacia Chicago, California y Texas, para comenzar una campaña de recaudación de fondos, el mandatario estadunidense acusó a los republicanos del Congreso por anteponer ``el partidismo al progreso y la política sobre las personas'', al no hacerse cargo de la agenda que le corresponde para que el país avance.

``Al no haber cumplido con su más básica responsabilidad de gobierno, la mayoría republicana en el Congreso tiene sus prioridades equivocadas: el partidismo sobre el progreso, la política por sobre la gente'', insistió el mandatario, al señalar que poco antes debió firmar un texto de ley provisional parar permitir que el gobierno siga funcionando hasta el 9 de octubre, ya que los legisladores no aprobaron las medidas necesarias y sólo queda una semana en el año fiscal en curso.

En Chicago, Clinton lamentó que el Congreso no haya tomado medida alguna con respecto a su propuesta de plan educativo.

Clinton hará este recorrido en la costa oeste del país para recaudar fondos para los candidatos de su partido en las elecciones de noviembre próximo.

Analistas han indicado que los republicanos, al seguir presionando por un juicio político contra Clinton, pretenden debilitar a los demócratas en esos comicios.

Al respecto, Clinton admitió el jueves durante un acto demócrata en la Casa Blanca que los republicanos llevan ventaja este año porque han recaudado más fondos y porque desde la época de la guerra civil el partido del presidente de dos mandatos ha tenido que perder las elecciones celebradas a mitad de su periodo.

Pero insistió que su partido puede revertir esa tendencia si se subrayan temas como reformas del financiamiento de campañas, reglamentación del tabaco, derechos de los pacientes, protección del sistema de seguridad social y aumento del salario mínimo.

Sin embargo, para los republicanos no todo va bien: esta noche la Cámara de Representantes rechazó por mayoría un proyecto para otorgar al presidente la auto- ridad de vía rápida en futuras negociaciones comerciales.

La iniciativa, que había sido uno de los principales puntos de la administración del presidente Clinton, fue impulsada por el liderazgo republicano.

Los demócratas indicaron que la mayoría quería volver a ``humillar'' a Clinton en este caso, ya que el mandatario había solicitado que esta votación se realizara el próximo año. Sin embargo, no hay acuerdo entre los legisladores demócratas y el presidente en torno al tema comercial.

¿Y Paula Jones?

Pese a esto, los republicanos están decididos a seguir avanzando en el Congreso con el proceso de juicio político contra Clinton.

Esta noche el Comité Judicial decidió dar a conocer editadas las conversaciones entre Linda Tripp y Monica Lewinsky.

Estas conversaciones, que Tripp grabó sin consentimiento de la joven ex pasante de la Casa Blanca, permitieron al fiscal Starr extender su investigación hacia el escándalo sexual.

En ellas Lewinsky admite haber tenido relaciones sexuales con el mandatario, luego de haber declarado en enero pasado lo contrario, negación de Lewinsky que se produjo en el marco de una fracasada demanda legal entablada por Paula Jones contra Clinton por presunto acoso sexual.

De acuerdo con el diario The Washington Post, los abogados del presidente están intentando un acuerdo financiero con Jones para que ella retire su apelación en el proceso civil.

La ex empleada de Arkansas, que sostiene que Clinton la acosó sexualmente cuando era gobernador de ese estado del sur, ha ofrecido resolver la querella a cambio de un millón de dólares, pero los abogados presidenciales respondieron con una contraoferta de 500 mil dólares.